Montaldo, “Molloy a destiempo” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número especial / Mayo 2021 / pp. 151-158 153 ISSN 2422-5932
que todo estuviese a la mano. Pero no habíamos ido para investigar
así que Sylvia, que había trabajado sobre Teresa de la Parra en At face
value. Authobiographical writing in Spanish America (1991), y que lo
volvería a hacer más adelante, tomó algunas notas de la autobiografía
para futuras investigaciones y se molestó un poco por la censura a
que la biógrafa oficial había sometido el diario de Teresa. Sylvia
estaba fascinada por aquellos documentos pero no le dio carácter
“sagrado” ni valor de verdad superior. Es probable que de la Parra
ocultara tanto más de lo que su biógrafa había censurado. Enseguida
nos fuimos a comer cocadas a La Guaira.
Solo ahora veo que estas dos anécdotas están ligadas al archivo.
Que las dos anécdotas con Sylvia (el hallazgo del libro que me abrió
al mundo de las relaciones intelectuales y la visita a la biblioteca
donde revisamos papeles desordenadamente), diferentes como eran,
se conectaban por el interés en trabajar con el archivo. Sin el
documento, el primer libro sería imposible. También los que
siguieron. Y empiezo por aquí porque Sylvia es reconocida –en tanto
crítica– como una lectora suspicaz, inteligente, creativa, que nos
proporcionó muchísimos “close readings” iluminadores. Lo es, sin
duda. Pero como si eso, que es real, fuera poco, el trabajo de Sylvia
está sustentado por una lectura igualmente sutil e iluminadora del
archivo, de los documentos. El archivo teje un red que, a veces,
desaparece del primer plano de la lectura, pero sostiene argumentos y
conexiones pero que, sin embargo, no encadila. Sylvia lee el archivo
como si fuera literatura. No quiero decir que lo lea como ficción
sino, al contrario, que lo lee como un dispositivo complejo, que
siempre puede querer estar diciendo otra cosa, un dispositivo
literario, aquel que no obedece a la literalidad, al que hay que
arrancarle sus sentidos y que puede estar mandando señales
contradictorias y aún así interpelar zonas precisas.
Un ejemplo muy claro de su forma de leer el archivo sería el
que hace en el notable artículo “Secreto a voces: traslados lésbicos
en Teresa de la Parra” (1995), donde comienza con un “close
reading” de una tabla de acontecimientos históricos. Sylvia empieza a
leer, por el final, el volumen de la Biblioteca Ayacucho dedicado a
Teresa de la Parra. Allí encuentra el punto ciego del archivo no en lo
dicho o lo no-dicho sino en la incapacidad del propio archivo, que
está canonizando a esta escritora extraña, de registrar. De ese modo,
está leyendo la doble faz del documento y recuperando el archivo
también en su inmaterialidad. Teresa, la mujer que no se casa, a la
que no se le conocen “novios”, no es solo una figura lesbiana sobre