Libro, “Comunidades desenclaustradas” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 6 / julio 2019 / pp. 168-200 189 ISSN 2422-5932
La proscripción del mapudungún como parte de la cruzada
colonizadora en el sur fue una de las acometidas más violentas
contra esta alteridad a “civilizar”. “Entonces/ la vi/ ardiendo/
dentro de mí/ una vez más/ la lengua/ sus incontenibles/ pétalos
de plata/ abriéndose/ miel ajenjo escozor proscrito” (Paredes
Pinda, 2014: 9). La lengua perdió así su posibilidad de ser el
elemento aglutinante de la comunidad en los términos en que la
concibe Benedict Anderson, como se dijo líneas arriba. La pérdida
de la lengua y la del territorio constituyen dos ultrajes que Paredes
Pinda recupera para configurar el lugar de su enunciación. Si las y
los poetas han comenzado el proceso de reaprender la lengua, el
ultraje del territorio no cesa
y, en efecto, la denuncia que
presenta la poeta en este texto refiere a los conflictos más
recientes en torno a su ocupación: “–no vimos a Endesa caer–/ y
se vinieron todas/ las transnacionales/ y se vinieron” (19). Tanto
la empresa de energía hidroeléctrica como las transnacionales
forestales, se hacen presentes en la descripción del ultraje al
territorio: “Kanillo anda suelto/ –venid a ver las sangre entre las
forestales–/ vociferan/ las madres ballenas/ –venid a ver el canto
de los hualves/ llorando a sus adelantados muertos–/ hijos/
despojados/ de su aukinko”
(51).
En otros pasajes hace referencia
a Alex Lemún, joven de 17 años asesinado por Carabineros en
2002, en el contexto del reclamo de la restitución de las tierras
usurpadas por la Forestal Mininco, “Te soñé Alex de los bosques”
(26), forestal la que también nombra en uno de los primeros
versos, donde se lee: “Mininco Arauco Pilmaiquén pirata
Benetton” (11).
Pero, ¿qué tipo de comunidad femenina se está proponiendo
en estos versos de Paredes Pinda? Entiendo que la genealogía a la
que alude Fernanda Moraga no refiere exclusivamente a la
genealogía familiar de la autora –que efectivamente se reconstruye
Traigo a colación la advertencia que lanza Rivera Cusicanqui respecto a lo que ella llama el
“multiculturalismo ornamental” (2010), en el que se habilita el reconocimiento de la alteridad sin que el
problema fundamental, el acceso a la tierra, se ponga siquiera en discusión.
Mantengo las cursivas del original en los términos en mapudungún. Según el Diccionario Comentado
Mapuche-Español, de Esteban Erize, aukinko comparte su raíz con aucan, cuya traducción como verbo es
“alzarse, rebelarse, sublevarse”, y como sustantivo, “sublevación, rebelión, motín, insurrección”. Auca es
definido por Erize comoun adjetivo: “vocablo común al mapuche, al quechua y al aymara: desobediente,
alzado, rebelde, díscolo”. Del mismo modo, la palabra “Kanillo” puede estar refiriendo a Kanin, que significa
jote, ave diurna de rapiña. Se utilizará este Diccionario para todas las definiciones que se crean necesarias.
Advierto, además, que el poemario de Paredes Pinda no ofrece traducciones ni glosario, pero para una
comprensión más acabada de los fragmentos citados, propongo algunas traducciones posibles.