Carballar, “Presentación” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 8 / Julio 2020 / pp. 1-10 1 ISSN 2422-5932
COORDINADO POR
Diego Carballar
Universidad de Buenos Aires Universidad Nacional de Tres de
Febrero
Licenciado en Letras (FfyL, UBA).
Cursó la Maestría en Estudios Literarios Latinoamericanos (UNTREF); es
adscripto y colabora en la Cátedra Literatura del Siglo XX (FfyL, UBA); participa
de los proyectos de investigación "Archivo de lo viviente: siglo XX" (UBA, Dir.
Daniel Link) y "Hegemonía y disensos: posiciones sobre las lenguas y los estilos (de
vida) de entre siglos (XIX - XX - XXI) en América Latina" (UNTREF, Dir.
Diego Bentivegna); publicó los libros de poemas La rojita (Vox, 2009), After
sangre (Determinado Rumor, 2011), Lírica Japonesa de Ciencia Ficción y
Fantasía (Editorial Maravilla, 2019), integra la antología 53/70, poesía
argentina del siglo XXI (EMR, 2015); fue becario del Seminario de Creación en
Ópera Contemporánea (Fundación Williams, 2019).
Contacto: diegocarballar@gmail.com
Dossier:
Ernesto Cardenal
PRESENTACIÓN
Carballar, “Presentación” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 8 / Julio 2020 / pp. 1-10 2 ISSN 2422-5932
Y si he de dar un testimonio sobre mi época
es éste: Fue bárbara y primitiva
pero poética.
En la figura de Ernesto Cardenal (1925-2020) se conjugan la praxis
política revolucionaria, en consonancia con los movimientos
seculares de sectores de la iglesia católica (cuya teología fue la de la
liberación) que buscaban poner en práctica una emancipación
prometida por (al menos, vislumbrada en) la palabra evangélica, y la
confianza contemporánea en la potencia liberadora de los grandes
movimientos políticos del siglo XX.
Su condición de poeta y sacerdote católico atento a las vanguardias
poéticas y literaturas contemporáneas, así como a las implicancias de las
reformas vaticanas, estuvo cargada de contradicciones que se fueron
acentuando hasta alcanzar cotas de extrema tensión en todas las
instituciones que lo tuvieron como protagonista. En este marco, su poesía
resultó un texto abierto de apropiaciones, reformulaciones, comentarios y
retextualizaciones constantes, constituyéndose en una poética escatológica
y, siempre, política.
El momento de coincidencia entre la poesía de Cardenal y el
proyecto comunitario-revolucionario que encarnó su opción política
estuvo dado por la fundación de Nuestra Señora de Solentiname (la
comunidad o monasterio laico de campesinos). El archipiélago de
Solentiname en el Gran Lago de Nicaragua fue escenario de un
proyecto económico, político y comunitario cuyas connotaciones
paradísicas no son mera anécdota. El paradiso es un territorio
imaginario fundante desde la conquista presente aun antes, desde
las bitácoras colombinas, de resonancias crístico-poéticas (mi
amado, las montañas/ los valles solitarios nemorosos,/ los ríos
sonoros,/ las ínsulas extrañas)
1
y que se despliega también hacia los
acontecimientos apocalípticos (las grandes narraciones escatológicas
1
Las ínsulas extrañas es el nombre del segundo volumen de sus Memorias (Fondo de Cultura Económica,
2003).
Carballar, “Presentación” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 8 / Julio 2020 / pp. 1-10 3 ISSN 2422-5932
de los paraísos americanos).
2
Un espacio de comunión no exento de
conflictos con lo creado.
3
Solentiname fue experiencia de la palabra y la política (lectura,
escritura y formas de vida): una consecuencia político-social de los
estatutos poéticos cardenalicios, la hora cero del hombre nuevo en el
horizonte utópico. Comunidad imaginada a partir de las visiones del
Evangelio (y de las que podríamos llamar las primeras literaturas
latinoamericanas, las crónicas de Indias, por ejemplo) en la que las
formas de vida campesinas se inscribían en una liturgia.
El comentario del texto sagrado era la actualización en la
asamblea insular (las homilías dialogadas), cuya escucha constituía el
elemento ordenador de la vida en común. La preeminencia de la
oralidad en la lectura comunitaria encuentra su origen en una
práctica religiosa judía: la lectura de la Torá, ordenada durante el año
(y ordenante del año),
4
que luego tomaron las primeras comunidades
cristianas (la ambrosiana, la mozárabe y la galicana, entre las liturgias
más antiguas). En Solentiname, la lectura en voz alta (leer juntos) es
la realización vital de la escritura que se extiende más allá del oficio
religioso: se trataba de una praxis poético-política en la cual, como
señala Agamben en su investigación sobre la vida monástica,
escritura y vida, ser y vivir se vuelven de veras indiscernibles, en la
forma de una liturgización integral de la vida y de una vivificación
igualmente integral de la liturgia (Agamben, 2013: 120).
En las islas de lago nicaragüense, la comunidad estaba
compuesta sobre los lineamientos de la llamada teología de la
liberación y la opción política sandinista: una comunidad orientada
2
Como elemento de esta serie apocalíptica, podemos señalar una novela en cierta manera “biopolítica”
en su tratamiento de la vida humana y el Estado como Os Sertões (1902) de Euclides da Cunha
3
“Viernes Santo. En la iglesia, a las 3 de la tarde, con un calor sofocante. Estamos en lo más duro de la
estación seca, que aquí se llama verano. No sopla brisa, no se mueve ninguna hoja, y el lago está
inmóvil como si fuera de piedra. A nuestro alrededor toda la vegetación está seca o mustia. Más lejos,
se ven los campos negros, carbonizados, que han sido quemados para las futuras siembras, cuando
lleguen las lluvias. En el aire se siente olor a quemado” (1979: 284).
4
“Es la medianoche del Sábado de Gloria. Estamos en la iglesita, que ahora está bien iluminada y
repleta de gente. Afuera el lago muy calmo bajo la luna llena. Antes ha habido fiesta toda la noche, con
música, bebidas y baile bajo los mangos: una fiesta que organizó el Club Juvenil para celebrar la
Resurrección. Han venido campesinos de todas las islas, y también otros que no son de aquí y que
están trabajando en el latifundio de la Compañía. Algunos se han emborrachado. Y hasta hubo un
pleito, pocos minutos antes de la misa, en el que lix Mayorga recibió una cuchillada cerca del
corazón. Lo curamos, y hemos empezado la liturgia de la Vigilia Pascual. Yo he entrado a la iglesia
revestido con mis ornamentos, llevando el cirio pascual; después del pregón pascual, y de algunas
canciones, he leído el evangelio, y lo comentamos” (1979: 291).
Carballar, “Presentación” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 8 / Julio 2020 / pp. 1-10 4 ISSN 2422-5932
hacia la espera del acontecimiento por venir, revolucionario y
escatológico.
5
Solentiname es la realización de una utopía cristiana
(en la que encuentra su verdad) de equidad (y justicia) social, en la
que se produjo, también, un arte (la belleza), de inspiración
primitivista, colectivo (elcopyright de El evangelio en Solentiname
reza: Pueblo de Nicaragua).
6
La integración política con lo trascendente, en el oficio como
sacerdote de Cardenal, aparece como práctica en común en las
homilías dialogadas que actualizaban la lectura del Evangelio en
términos políticos específicos.
Elvira Arnoux y María Imelda Blanco (Arnoux, 2007: 83-84)
analizan una de esas lecturas, un fragmento del evangelio (Mateo 18:
6-9), en la que se establece la equivalencia en una serie: niños /
pequeños / débiles / oprimidos. Este tipo de reformulaciones está ligado
a la posición política adoptada por la comunidad. La actualización
trascendente de lo político, posible a partir de la lectura comunitaria
en la homilía,
7
tenía su contrapartida, su complemento poético, en la
apropiación estética de textos bíblicos, como es el caso de los Salmos,
en los que Cardenal actualiza la voz del poema colocándola en el
lugar del cantor de la trascendencia (David), en una coordenada
política contemporánea (la resistencia al gobierno de Somoza), lo que
actualiza antropológica y políticamente al metatexto:
Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido,
frente al bíblico Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo
5
Puede leerse en el primer diálogo, dedicado a La transfiguración (12):
“Felipe: El Exodo es la revolución.
Digo yo: Dios aparece en la Biblia fundamentalmente como el Dios del Exodo, que es como
decir el Dios de la liberación. El profeta Amos dice que el Exodo de Israel no fue el único, y que
Yahvé había hecho salir de otras esclavitudes a otros pueblos. Que es como decir que Yahvé es el Dios
de toda revolución.
Rebeca: Ese Jesús está ahora aquí en esta comunidad libertándonos de toda esclavitud, y lo
podremos ver, radiante, en la unión de la comunidad, con la luz que ellos le vieron que es la luz del
amor.
Oscar: Si no nos quedamos dormidos…”.
6
El actor político, el “pueblo” de Solentiname fue el campesinado: una forma de vida aniquilada
entonces por las políticas soviéticas y las sociedades capitalistas europeas.
7
“Mejor dicho, el verdadero autor es el Espíritu que ha inspirado estos comentarios (los campesinos
de Solentiname saben muy bien que él es el que los hace hablar) y que es el mismo que inspiró los
evangelios. El Espíritu santo, que es el espíritu de Dios infundido en la comunidad, y que Oscar
llamaría el espíritu de unión de la comunidad, y Alejandro el espíritu de servicio a los demás, y Elbis el
espíritu de la sociedad futura, y Felipe el espíritu de la lucha del proletariado, y Julio el espíritu de la
igualdad y la comunidad de bienes, y Laureano el espíritu de la revolución, y Rebeca el espíritu del
amor” (1979: 10).
Carballar, “Presentación” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 8 / Julio 2020 / pp. 1-10 5 ISSN 2422-5932
de malos (en la traducción Reina-Valera, por supuesto, decisiva en
lo que se refiere al término bienaventurado que enlaza con el
cristiano Sermón de la montaña).
8
Los Salmos (1964) integran la historia padecida y vivida por los
seres humanos y la microhistoria existencial de la vida cotidiana en
un modelo retórico religioso. La poesía se complementa entonces
con el oficio religioso y ambos, a su vez, están articulados en la
praxis política.
9
Destacamos que los salmos constituyen el poema-
plegaria (en una unidad) del servicio religioso judío, punto de partida
de la liturgia cristiana, como señalamos antes.
La lectura es una poética vital (teológica y política) para
Cardenal, inscripta tanto en su quehacer sacerdotal como literario: un
vaivén entre lo concreto y lo trascendente que marca su estilo
poético, aun antes del concilio Vaticano II, aun antes de su
ordenación como sacerdote:
Dets del monasterio, junto al camino,
existe un cementerio de cosas gastadas,
en donde yacen el hierro sarroso, pedazos
de loza, tubos quebrados, alambres retorcidos,
cajetillas de cigarrillos vacías, aserrín
y zinc, plástico envejecido, llantas rotas,
esperando como nosotros la resurrección.
Los poemas de Ghetsemani, Ky (1960), como los Salmos, se
corresponden con la nominación propuesta por el exteriorismo (el
movimiento poético fundado por Cardenal y José Coronel Urtecho)
en la intención de tramar una nueva realidad poética (Porrúa: 2019,
245); y son, a su vez, el gesto realista de la comunión entre religión,
política y poética del nicaragüense.
10
8
Las bienaventuranzas dichas por Jesús son la introducción al cuerpo de las reglas cristianas, que serían
el antecedente de la vida en el reino milenario por venir.
9
En la Antología de la poesía norteamericana, Cardenal y Coronel Urtecho incluyen el discurso de
Bartolomeo Vanzetti frente a la corte que lo condenó a muerte.
10
Este realismo puede entenderse como una inflexión más del realismo que Erich Auerbach propone
en Mimesis como el aporte de la tradición judeo-cristiana en la representación de la realidad (la
imitación literaria): la apertura hacia una mezcla de estilos (impureza) que, partiendo del Evangelio,
encuentra en la encarnación divina su| fundamento teológico (Auerbach, 2006: 48-49).
Carballar, “Presentación” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 8 / Julio 2020 / pp. 1-10 6 ISSN 2422-5932
El realismo de la poesía de Cardenal mezcla los estilos y actualiza los
discursos en el poema siguiendo del modelo del montaje poético de
Ezra Pound, una de las poéticass influyentes en su obra (este
aspecto, además de su vínculo con literaturas latinoamericanas y
españolas, lo recorre con atención Jorge Luis Arcos en el artículo
que abre este dossier). Lo más pobre, la partícula insignificante (la
sencillez cotidiana), la gota de rocío que contiene al espacio de la
astrofísica, el pescador en un patio junto a las mujeres del pueblo en
la trama de la Pasión: textualmente realista, en la poesía de Cardenal,
la encarnación de la teología crística se despliega en una metonimia
dinámica, un discurrir que integra fragmentos de diversas
procedencias desde la lectura realista y concreta del mundo inserto
en una escatología trascendente (y un anuncio ESSO es como la
luna// las lucecitas rojas de los automóviles son místicas). La
metonimia es la vía comunicante de esas relaciones (vía que remite al
ideograma de Pound). Una metonimia que trabaja y pone en relación
las figuras bíblicas-neotestamentarias y las transfigura en (y junto con)
elementos contemporáneos:
All the way to the mysteries
Los anuncios comerciales son
manuales de meditación, dice Corita
Sister Corita
y anuncios de algo más. No tomarlos
textualmente.
La muerte biológica es cuestión política
o cosa así
General Electric, la parca
un jet de Vietnam para el cadáver
pero después de este invierno, por Pascua
o por Pentecostés
oirás los tractores trapenses junto a tu cementerio
trapenses pero ruidosos, revolviendo la tierra
Para sembrar, nuevos mayas, el antiguo maíz
(Cardenal, 1972: 212).
¿Qué ocurre con las tensiones políticas y religiosas que protagoniza
Cardenal, tanto con la cúpula católica como con los movimientos políticos
revolucionarios y el devenir histórico de los mismos? ¿Hay señales
textuales de estas crisis? Una hipótesis posible es que sus textos
poéticos fueron creciendo en extensión a medida que el proyecto
político en el que participó se desmoronaba en gobiernos infames y
Carballar, “Presentación” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 8 / Julio 2020 / pp. 1-10 7 ISSN 2422-5932
las relaciones se volvían ciertamente irresolubles. Poemas-libros
11
de
inspiración religiosa y mística (apoyados en tratados científicos,
leídos con barroquismo jesuita)
12
que son una exacerbación del
katejón poético,
13
lo que retiene el cumplimiento mesiánico del poema
14
(¿la revolución política?) en versos que se extienden y parecieran no
querer alcanzar la catástrofe de su término.
15
A pesar de estar puntuados (una puntuación fluctuante como
la del Libro del buen amor) por títulos, espacios en blanco (Versos del
pluriverso) o ciertas textualidades que remiten al proverbio, la
sentencia y a otras formas poéticas de las que se distancia (las
cantigas del Cántico cósmico), impera la forma libre y versicular de
largo aliento que acentúa la conspiración profética de la lengua
poética.
16
En estos poemas extensísimos, sin recurrencia a la rima, la
métrica o la estrofa, lacerados de encabalgamientos,
17
la voz crece y
extenúa la lectura (práctica que fundaba el proyecto utópico-isleño),
complicando las analogías (y las antologías), redirigiendo el discurso
poético-religioso y político hacia los espacios materiales astrofísicos
(el trabajo de María Eugenia Rasic realiza una aproximación al
tiempo cardenalicio de las revoluciones cósmicas y poéticas) y las
cosmogonías míticas (Cfr. Porrúa, 1988). Poemas que convierten en
una monstruosa arque-cosmología a la vía metonímica (El todo está
entero en cada una de sus partes), en oposición, por ejemplo, a la
concreción del epigrama: la contundente (y breve) integración
11
Como Los ovnis de oro. Poemas indios (1988), Cántico cósmico (1989), Telescopio en la noche oscura (1993),
Versos del Pluriverso (2005), o Hijos de las estrellas (2019).
12
A partir de las tesis de Pierre Teilhard de Chardin.
13
“Esto parece querer decirnos que el matrimonio de Dios con el pueblo ha tenido también un retraso
en la historia, no sabemos por qué, y se realizará más tarde de lo que estaba programado. Y por eso es que
todavía estamos en la oscuridad de la noche, con sueño, con hambre, con frío, esperando que lleguen
los desposados y que empiece la fiesta” (1979: 175).
14
Propuesto por la lectura paulina de Agamben, que Diego Bentivegna desarrolla críticamente en su
artículo incluido en el dossier.
15
En Versos del pluriverso (un título de intensidad multiplicativa), el último verso es: “entraron en ella
cuatro niños jugando.”, lo que deja abierto el desplegarse de la historia; mientras, en Cántico cósmico (otra
vez, una aliteración multiplicativa y auto-continente), el último verso intenta aferrarse a un nuevo
comienzo: “En el principio…”, abierto y circular.
16
La métrica de la poesía de Cardenal está relacionada con el versículo bíblico, otra constante que lo
mantiene alejado de la rima, la cual “cruza la Biblia muy de tarde en tarde” (Henríquez Ureña, 2003:
456). Además, hay una relación con la institución del poeta como profetizador que sostiene Cardenal,
especialmente en Cántico cósmico, y su estilo: “El verso principal, en la Biblia, el de mayor número de
obras, no es el de los poemas y cantares: es el de las profecías”, señala, también, H. Ureña.
17
El encabalgamiento es un “cisma” entre la serie semiótica (sonido) y semántica (sentido) en el poema
(Agamben, 2016: 249-250).
Carballar, “Presentación” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 8 / Julio 2020 / pp. 1-10 8 ISSN 2422-5932
literaria y política, o al mismo salmo (más extensa) mencionado
arriba, formas que encontraban una salida al mundo (junto con la
política y el oficio religioso).
La remisión a otros discursos en estos poemas (a veces, al límite
de la cohesión)
18
los tienta a desintegrarse en sí mismos. La
proliferación discursiva crea una voz plural, una voz de muchas voces,
consonante con la voz profética que actualiza pasado, presente y
futuro en discursos transfigurados y abiertos, que se entrega a la
diferencia y a las impurezas estilísticas:
19
Leo al teólogo Schiilebeeck
"Dios no coincide con nada".
Bueno, así será.
Y yo me he arrojado totalmente a él.
Como si Cardenal, finalmente, se arrojara desde las ínsulas milenarias
al poema, última forma política. o.k.
20
Los artículos que integran este dossier
Hasta aquí, hemos intentado seguir el imán de los artículos que
integran el dossier de nuestro octavo número de Chuy que abre con
Ernesto Cardenal (y Ezra Pound). Relaciones en el que Jorge Luis
Arcos despliega las principales líneas de la aspiración exteriorista
(promovida por Cardenal y Coronel Urtecho), a partir de la relación
con la poesía de Rubén Darío y algunos clásicos españoles, a la vez
que revisa las tensiones poéticas históricas con motivo de la
utilización del verso libre, un aspecto determinante de su poesía. El
eje central del artículo está puesto en el vínculo con la poética de
Ezra Pound y la poesía norteamericana, además de la apertura de
Cardenal hacia las teorías mítico-poéticas de Robert Graves, aspecto
que se suma a la integración de cosmogonías antiguas en la escritura
del poeta, que gravita tanto alrededor de la escatología cristiana
como de la circularidad cósmica de civilizaciones precolombinas y
antiguas. Los nombres de Rubén Darío y Ezra Pound muestran los
ajustes entre lo nacional y extranjero que realizó Cardenal, otro
aspecto muy importante en su quehacer literario y que se vinculan
18
“¿El orden de este poema? No tiene orden/ ni desorden” (Cantiga 6 de Cántico cósmico).
19
El verso libre y la impureza, rasgos que Cardenal toma, entre otros, de la poesía de Pablo Neruda,
son interrogados por Gabriel Cortiñas en el artículo que cierra este dossier.
20
Último verso del poema Coplas a la muerte de Merton.
Carballar, “Presentación” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 8 / Julio 2020 / pp. 1-10 9 ISSN 2422-5932
con los problemas fundamentales de todo proyecto revolucionario: la
construcción de una genealogía posible.
En Poesía encarnada: Cardenal, entre Vallejo y Zurita
21
, Diego
Bentivegna explora las inflexiones míticas, escatológicas y crísticas
en tres poetas latinoamericanos pertenecientes a tres momentos
histórico-políticos diversos: César Vallejo, Ernesto Cardenal y Raúl
Zurita, y la convergencia en ellos de sucesos históricos
contemporáneos, la imaginación milenarista y la recapitulación mítica
de esos acontecimientos históricos, atento al "estatuto político de la
poesía de la caridad de Cardenal (lenguaje, justicia, limosna, dativo,
comunión)". Y a propósito de la poesía de Ernesto Cardenal,
Bentivegna realiza una lectura crítica de los postulados de Giorgio
Agamben en El tiempo que resta. Comentario a la Carta a los Romanos y
agrega nuevas perspectivas para la interpretación de la poesía
latinoamericana.
El artículo de María Eugenia Rasic, A millones de años luz.
La vuelta del tiempo en la poesía de Ernesto Cardenal propone un
serie sugerida por la cosmología cardenalicia (especialmente, la de
Cántico cósmico): Carrera-Sarduy-Cardenal, tres vórtices que, más allá
de las diferencias estilísticas y de poéticas, convergen en esta lectura
atenta a las inflexiones del discurso científico y las posibles
resonancias que pueden establecerse con un método de lectura
(¿felizmente paranoico?), tomado del neobarroco (el retombè de
Sarduy), en favor de la perspectiva crítica. El artículo explora las
consecuencias políticas que se desprenden de la recepción y lectura
de los tratados científicos desde la poesía (también, recorre algunas
de las inflexiones políticas de las teorías científicas): La emergencia
ante los ojos de un sentido del tiempo histórico y su proceso
revolucionario alternativo y coexistente con el de la dialéctica
materialista que complejiza la línea recta progesiva del
hegelianismo presente en los movimientos de los que participó
Cardenal, luego de un largo recorrido revolucionario.
¿Qué relaciones podrían establecerse, entonces, entre la poesía
de Cardenal y obras continentales y monumentales de América
Latina? Al igual que otros poetas, desde la coordenada sandinista,
Cardenal trabajó en una diagramación de la poética latinoamericana.
El artículo de Gabriel Cortiñas, Un sismógrafo para el continente:
Pablo de Rokha y el ritmo americano, se dedica a investigar una de
21
Una versión previa del artículo se publicó en Boca de sapo. Revista de arte, literatura y pensamiento, núm. 4,
2009.
Carballar, “Presentación” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 8 / Julio 2020 / pp. 1-10 10 ISSN 2422-5932
las configuraciones de lo americano en la obra de Pablo de Rokha,
poeta que protagonizó una disputa con Neruda por ver quién
podría decir América. Se trata de una arqueología del verso político
vanguardista, que viene a agregar espesor a la lectura de ciertas zonas
de la poesía de Cardenal y la poesía impura como son el verso
libre, el poema de largo aliento y la relación del discurso poético, el
político, la institución literaria y (¿el desborde hacia, la boda con?) el
mundo.
Bibliografía
AGAMBEN, GIORGIO. El final del poema. Trad. Edgardo Dobry.
Buenos Aires: Adriana Hidalgo, 2016.
---. Altísima pobreza. Reglas monásticas y forma de vida. Trad. Flavia
Costa y María Teresa DMeza. Buenos Aires: Adriana Hidalgo,
2013.
ARNOUX, ELVIRA B. N. DE Y BLANCO MARÍA IMELDA. Cita,
comentario y reformulación en la travesía de un fragmento del
Nuevo Testamento, Tópicos del Seminario, núm. 17, pp.: 63-87,
2007.
AUERBACH, ERICH. “Fortunata”, Mimesis. La representación de la realidad en la
literatura occidental. Trad. I. Villanueva y E. Ímaz. México D.F.:
Fondo de Cultura Económica, 2006.
CARDENAL, ERNESTO. “Coplas a la muerte de Merton”, Revista chilena de
literatura, núm. 5-6, 1972.
CARDENAL, ERNESTO. El evangelio en Solentiname. Managua: Departamento
Ecuménico de Investigaciones, 1979.
CARDENAL, ERNESTO. Cántico cósmico. Managua: Nueva Nicaragua, 1989.
HENRÍQUEZ UREÑA, PEDRO.En busca del verso puro, Estudios
métricos. Obras completas. Tomo III. Santo Domingo: Editora
Nacional (Secretaría de Estado de Cultura), 2003.
PORRÚA, ANA.Ernesto Cardenal: la estrategia del pasado. Texto
Crítico, núm. 39, 1988.
---. Notas preliminares para armar una antología de la poesía de
Ernesto Cardenal, El jardín de los poetas. Revista de teoría y crítica
de poesía latinoamericana, núm. 9, 2019.