Antelo, “Como poesía, filología” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 9 / Diciembre 2020 / pp. 338-382 372 ISSN 2422-5932
francés e inglés, s española; ke es h’ (fonética) antes de otra s. xeól (da
Biblia, hebr.) somundo almi (plano astrál, mundo del soño consciente,
mundo dos muertos, etcé.) prum’, de primo, plómada-vertical (mente).
fen', manifiest (amente), en apariencia, como en fenómeno, fenotipo,
etcé. ‘tla, abrevio de metálico. p'ra de pará, al lado. jaldo, mui amarillo.
vol o volun’, por voluntá. faze-to make, hage-to do. porém, pero, sin
embargo. logo, pronto; luego, poco después. fus', abrev. De fusco,
oscuro, confuso. blu, azul ciánico, cuasi de prusia. bol, de bola,
esférico. eu, yo almi, más kel yo mundi; ego, yo superior. edro,
geomplano (geometri), como en pliedro. cho, de choz (port. chofre) de
repente, de golpe. blis, (inglés), beatitud, bienaventuranza. bolha, o
bolla, burbuja. crep', de “reventar”, explotar, precrepi antes de
reventar. tum o tun, de tun o tunc, entón’ (lat.) provisorio, temporario.
(esta glosa, más longa ke sa pretexto, puede nui sirve pa crioldril
(ejercitarse en criol) (Solar, 1936: 4).
En 1913, el “Maestro Palmeta” satirizaba los efectos atolondradichos en
el humor criollo del Martín Fierro, a partir de una ambición universal;
dos décadas después, el enunciado de Xul Solar, glosa de un texto
poético, casi una gramática criol, un ejercicio de pata-filología, ya no es
una aserción universal sino una apuesta modal y existencial. Esa glosa
crioldril existe para escribir el neocriollo. O sea que al texto lo debemos
oír en subjuntivo, expresando la posibilidad. Allí se plantea la cuestión,
si el crioldril es la experiencia de una potencia, ¿cómo se viabiliza esa
experiencia? ¿Es eso, auténticamente, una experiencia? Agamben lo
llamará un experimentum linguae,
que se responde, a la manera de
Carlos Octavio Bunge, bajo el seudónimo de Maestro Palmeta, censura el mal gusto de los equívocos
(Quien vivore? Que víboras? / Ha garto!! más lagarto serás vos!) y concluye con sorna que “la jerga orillera
y gauchidiablesca en que está escrito el Martín Fierro es la base del idioma nacional, que debería enseñarse
en las escuelas” (Palmeta, 1913: 79). No es el sentimiento de los jóvenes escritores. Lo denostado por
Bunge (el monumento a Hernández) será en poco más de una década reivindicado por Girondo. Y
analizando Sarmiento, un estudio biográfico y crítico, Borges dice que Bunge hizo allí “una biografía de
instituto”, para luego calificar el intento, echando mano de la clásica diferenciación de Lukacs, de
descripción (naturalista), pero no de narración (realista).
Experimentum linguae, o sea la experiencia de la lengua, es el título de la conferencia de Agamben (25 de
mayo, 1990) en el coloquio “Lacan avec les philosophes”, organizado por el Collège International de
Philosophie de Paris. La edición Siglo XXI, Lacan con los filósofos, no lo incluye, aunque el texto de François
Baudry, “El nudo borromeo y el objeto a”, se refiera a Agamben en varias oportunidades. Experimentum
linguae es también, como ya señalamos, el título del prefacio que Agamben escribe en 1989 para la edición
francesa de Infancia e Historia. Por esos años, el término reaparece en varias oportunidades: en la
introducción (“El silencio de las palabras”) a In cerca di frasi vere, de Ingeborg Bachmann, en mayo de
1989; en la reseña de Fictions philosophiques et science-fiction, de Guy Lardreau (Annuaire philosophique (1988-
1989) de la colección L’ordre philosophique, dirigida por François Wahl) y, por último, en “Pardes, la
escritura de la potencia”, publicado originalmente, en 1990, en la Revue philosophique, y luego incorporado
a La potencia del pensamiento (2005), ilustrando la idea de que los términos filosóficos son siempre puros