66 |pp 61-74|Año XIV N°25|junio 2022 – noviembre 2022|ISSN 1852-8171| Dossier
En esta dimensión, es importante referir a la perspectiva histórica en el análisis. Los cambios e innovaciones
relacionados con la inclusión de TIC en la Educación Superior que se demandan desde hace varios años desde
distintos ámbitos encuentran lugar y sentido frente a una situación crítica e inesperada. La Educación a Distancia
como campo configurado y consolidado, emerge y adquiere centralidad en el período de pandemia, dando
respuestas para el abordaje de la situación de emergencia que implicó transformar toda la educación presencial en
modalidad virtual. A la vez, es un campo que también resulta interpelado en la postpandemia, donde toman
repercusión herramientas tecnológicas que permiten la presencialidad remota, y emergen nuevos modelos que
buscan poner en diálogo y ensamblar la educación virtual con la presencial. Se trata en este período de crear algo
nuevo, diferente, “algo híbrido”.
Para pensar las relaciones entre tecnología educativa y pedagogía, se toman aportes de Maggio (2020) que señala
dos grandes etapas para el período 2020-2021: la de la conmoción y la de la mutación. La primera implicó virtualizar
lo que era presencial. Lo que se buscó es que hubiera aulas virtuales para todos los cursos presenciales y poner a
disposición materiales en distintos formatos de lo ya construido previamente. Se buscó en esta etapa imitar en la
virtualidad las características pedagógicas de la presencialidad. En ausencia de esta, la idea de subir materiales
diversos a las aulas virtuales se convirtió en uno de los lugares comunes de la experiencia. Diversas preguntas de
esta autora sobre el tema son fértiles para la construcción de categorías analíticas. Se plantea si la virtualización
implica un rediseño de las prácticas o si solo se trata de una proyección rápida de lo presencial a lo virtual; si ya se
sostenían o comienzan a plantearse nuevas formas de concebir el conocimiento, la enseñanza y el aprendizaje; si
los procesos de inclusión de tecnologías en las prácticas docentes implicaron transformaciones de infraestructura,
regulatorias, de equipos de apoyo y formación, que acompañen los mismos. También interesa interrogar sobre el
lugar y significado de los encuentros sincrónicos, con herramientas como Zoom o Meet, que adquieren en la
pandemia y postpandemia un uso masivo y a qué estrategias didácticas se hallan asociadas: clases expositivas,
interacciones, recuperación de trabajo autónomo realizado por estudiantes de lo que se puso a disposición,
trabajos en colaboración, producción colectiva, intercambio con expertos invitados, entre otros.
En síntesis, es clave indagar en las transformaciones que se continúan luego de la pandemia, si se reproducen y
preservan modos de hacer previos (transmisión, aplicación y verificación) o se evidencian cambios en las prácticas
con otros enfoques pedagógicos. Leer la postpandemia en lo que Maggio plantea como “potenciales mutaciones”,
y las características que adquieren las nuevas experiencias, llamadas híbridas o mixtas. En síntesis, el gran
interrogante es si esta oportunidad inédita e inesperada para “reinventar la enseñanza y el aprendizaje” en la
universidad se está aprovechando, y si se cuenta con un marco pedagógico y didáctico con alcance epistemológico,
que sustente los diseños de prácticas de enseñanza. Se toma en particular el concepto de incluir en la investigación
empírica una mirada a “las clases como exploraciones” y la necesidad de documentarlas, reconstruirlas
analíticamente e interrogarlas desde el marco teórico.
Como se anticipa ya en 2020, se avanza en una hibridación ya asumida en aquel momento en distintos discursos
académicos y en gestores y políticos asociados a la educación superior. Esta escena de mutación potencial de la
educación tiene que ser pensada como un ensamble. Los momentos presenciales y virtuales en la hibridación se
consideran como experiencia colectiva y transformadora, no secuenciales, suceden al mismo tiempo y ambos
configuran la realidad (Maggio, 2020, citando a Baricco, 2019). Otros autores también refieren a esta dimensión.
Rivas (2017, p.63) expresa que “la reinvención de los sistemas educativos depende de la transformación de la
pedagogía y el rediseño de las estrategias de enseñanza”. La pregunta por las transformaciones generadas a partir
de las tecnologías implica interrogar sobre su relación con los dispositivos didácticos implementados y los rediseños
de metodologías e instrumentos que impliquen cambios en el enfoque pedagógico y no solo tecnológico. En este
sentido, Maggio et al. (2014) plantean una categoría que utilizan en su investigación que refiere a los “emergentes
subjetivos referidos a una nueva conciencia didáctica”, que surge cuando los docentes deciden a partir de criterios
de carácter pedagógico, que se comprenden más profundamente luego de la inclusión de la tecnología. Es indagar
sobre lo que las autoras plantean sobre las alteraciones evidenciadas, y en qué medida éstas -a partir de la inclusión
masiva de tecnología en la enseñanza virtual- tensionan la matriz dominante de la pedagogía clásica centrada en
los procesos de explicación, aplicación y verificación. Es decir, se interpelan los límites de la enseñanza clásica y se
reconoce la necesidad de experimentar con diseños de clase alternativos (Lion y Maggio, 2019).