204|pp 195-210|Año XIV N°25|junio 2022 – noviembre 2022|ISSN 1852-8171| Artículos
propuesta ya habían pasado alrededor de tres semanas y varios docentes temían que retomar el tema implicara
profundizar, en sus palabras, “una tensión que ya se había disipado”.
Ante esta situación, el equipo docente intervino conversando con Juan, luego del horario de clase, sobre su
impulsividad al momento de participar. A su vez, se le observó la cantidad de veces que participaba en los
encuentros con la intención de transmitirle la importancia de estar presente en las clases y acercar sus comentarios
y aportes como así también dejar espacio a que otros estudiantes pudieran hacerlo. Esta intervención pretendía
promover el ejercicio de una escucha activa hacia sus compañeros. Si bien sirvió para que mejoraran sus
participaciones en clase, durante el período en el que se llevó adelante el seguimiento para esta investigación
permaneció en la carrera presentando, esporádicamente, las mismas dificultades para interactuar en el espacio
universitario. Por su parte, al momento del cierre del curso, las intervenciones realizadas en cuanto a la
problemática de género fueron percibidas como escasas e insuficientes por el equipo docente quien manifestó
descontento con su propio accionar y preocupación por no saber cómo hubiera sido la forma adecuada de
intervenir. Como veremos más adelante, este caso no presenta una intervención “exitosa” del equipo docente sino
que, en la trama compleja en la cual se configura, evidencia la necesidad de formar al personal de la institución
desde una perspectiva de género que no solo permita abordar las situaciones de este tipo, sino también, los efectos
revictimizantes que pudieran atravesar quienes afrontaron experiencias similares y se encontraban presentes en la
misma.
Equipo docente 2
El equipo docente observó en un estudiante, Felipe, cierta ansiedad y preocupación manifestada por él como “no
alcanzar la misma calidad en las producciones que sus compañeros”. En relación a esto, los docentes intentaron
tranquilizarlo comentándole que los procesos de cada estudiante y la diferencia en sus producciones eran lo que
enriquecía la dinámica grupal. En las observaciones relevadas, esta ansiedad aparecía también ante inconvenientes
simples de la cotidianidad en el aula, como por ejemplo, la falta de algún material con el que se iba a trabajar
durante la clase. Ante esta situación, Felipe exponía al docente la falta, repitiendo una y otra vez la misma frase. En
respuesta, se le sugería alguna solución, como por ejemplo: “podés ir a la fotocopiadora y conseguirla ahí”, “podés
trabajar con algún compañero que tenga el material. Mirá, X tiene, ¿por qué no trabajan juntos?” o “yo tengo una
[copia] de más, puedo darte la mía”. En ocasiones, estas sugerencias surgían de sus propios compañeros que
notaban su grado de preocupación y también trataban de tranquilizarlo.
Otra observación que llamaba la atención era su modo de hacer consultas. Algunas veces se acercaba al pizarrón
para preguntar qué era lo que estaba escrito en algún sector en vez de preguntarlo desde su asiento. Otras veces,
cuando no se animaba a consultar ante el grupo, solía quedarse sentado en silencio una vez finalizada la clase. En
estos casos, el equipo docente optó por formular la pregunta: “¿Querías preguntar algo, Felipe?, ¿necesitabas hacer
alguna consulta?, ¿hay algo que no te quedó claro de lo que trabajamos hoy?” Ante estas preguntas, Felipe lograba
formular lo que le preocupaba. En una ocasión manifestó estar preocupado porque había faltado el día que se
formaron los grupos para realizar el trabajo integrador y él “había quedado solo”. Ante esta preocupación se le
sugirió preguntarle a algún compañero si podía integrarse al grupo.
En relación a la cursada desarrolló con mucha dedicación su trabajo integrador. Inicialmente iba a trabajar en grupo
-con 4 compañeros más-, sin embargo, el equipo docente observó un entusiasmo particular por continuar con uno
de los trabajos que había realizado en el curso y lo alentó a que así fuera. Para guiar el proceso del trabajo integrador
el equipo docente manifestó encontrar una estrategia beneficiosa al ofrecerle a Felipe opciones concretas que le
permitieran avanzar con una estructura dirigida. A su vez, al elegir entre una serie acotada de opciones se
estimulaba la autonomía de decisión.
En ocasiones, se evidenciaba cierta dificultad por seguir los temas de clase. Sin embargo, consultaba
frecuentemente, exhibiendo preocupación por comprender lo trabajado. En la evaluación parcial, la docente a
cargo decidió darle más tiempo para que pudiera resolverla dividiendo el examen en varios encuentros.