215|pp 211-226|Año XIV N°25|junio 2022 – noviembre 2022|ISSN 1852-8171| Artículos
Esta mirada implica visualizar al sujeto en interacción con todos los ambientes con los cuales se relaciona: estudios
superiores, trabajo, familia, pareja, amigos, tiempo libre, redes sociales, entre otras, por los cuales es influenciado,
pero a su vez puede influenciar (Bronfenbrenner, 1987). Un concepto que permite comprender esta temática es el
de socialización, entendido como el proceso por el cual las personas interiorizan las normas y valores de su entorno
social de modo que puedan accionar en este último (Berger y Luckmann, 1968).
Siguiendo a Baubion-Broye y Hajjar (1998, p.17), las transiciones se pueden concebir como:
...momentos de bisagra y pasaje ligados a sucesos de vida previstos o inesperados, comunes o
relevantes, que se caracterizan por transformaciones o rupturas en las prácticas de la relación y las
representaciones de los individuos. Más o menos súbitas y durables, pueden introducir bloqueos o
crisis en su desarrollo, pero, también, suscitar motivos de descubrimientos de nuevas conductas,
proyectos y valores.
En consecuencia, resulta pertinente reflexionar sobre las experiencias pasadas y actuales de los sujetos para pensar
los proyectos de una manera coherente y con continuidad, tal como plantean Savickas y Pouyaud (2016). En esta
línea, se hace necesario un acompañamiento de los sujetos a lo largo de toda la vida desde la Orientación Vocacional
y Ocupacional, brindándoles las herramientas para que puedan desarrollar sus itinerarios de vida en un contexto
complejo, de acuerdo con la formulación de Aisenson (2007) y Guichard (2016). En tal sentido, es importante pensar
la tarea orientadora en su dimensión personal, grupal, institucional y comunitaria, desde una perspectiva
preventiva.
Es por eso que las nuevas líneas teóricas de Orientación Vocacional y Ocupacional plantean la necesidad de
intervenciones inclusivas, sustentables, basadas en la justicia social, que garanticen el crecimiento de la comunidad,
el bienestar de todos y la construcción de un mejor futuro (Nota et al., 2020).
Antecedentes
Uno de los ejes de investigación en relación con el proceso de transición a estudios de posgrado, profundiza la
relación entre motivos de elección de las maestrías a cursar y diferentes variables vinculadas con la permanencia
y los resultados a lograr, tales como la edad, tipo de maestría y trayectoria educativa previa.
En una investigación española con una metodología cuantitativa y una muestra de 253 estudiantes se encontró que
la edad promedio es de 37 años (Figuera et al., 2019). En otro estudio también cuantitativo en el que han
participado 553 estudiantes, se halló que en las maestrías que son requisito para la profesión y aquellas de carácter
profesionalizador los estudiantes son más jóvenes que los de las titulaciones enfocadas a la investigación. (Llanes
Ordoñez et al., 2017). Por su parte Rivas Sepúlveda (2017) también en un estudio cuantitativo en México, observó
en una muestra de 211 estudiantes de maestría de Administración, que las edades oscilaban entre los 22 y los 74
años con una mediana en torno a los 27 años. En la investigación cuantitativa de Raitz et al., (2019) en Brasil, con
47 estudiantes de una maestría en Educación se encontró que las edades oscilaban entre los 32 y los 42 años. A su
vez, existen estudios en Argentina que refieren la importancia de tener en cuenta la edad de acceso al posgrado
como una variable relevante (Fernández Berdaguer, 2014; Fernández Berdaguer y Zarauza, 2016).
Con respecto a los niveles de motivación en la elección de maestrías, se observaron diferencias en varios estudios
españoles. En la investigación referida anteriormente de Figuera et al. (2019), se encontró que los puntajes más
altos de motivación intrínseca se dan entre los estudiantes matriculados en programas orientados a la investigación
o en maestrías que pueden conducir a un doctorado o proporcionar una nueva experiencia educativa. Por su parte,
en el trabajo de Jurado de los Santos et al. (2019) con una muestra de 297 estudiantes de una maestría en
Educación, los principales hallazgos muestran que el motivo central de acceso con un 65,4% es alcanzar una
especialización profesional; un 13,3%, redefinir su proyecto profesional (cambio de carrera); en un 11%, cambio de