12 |pp 12-27| Año XVI N° 29 |mayo 2024 noviembre 2024 |ISSN 1852-8171| Artículos
a
Tendencias recientes en educación superior en
América Latina. Argentina, Brasil y Perú en
perspectiva comparada.
Recent trends in higher education in Latin America.
Argentina, Brazil and Peru in comparative perspective.
Por Eduardo ALFARO
1
y Mariana HEREDIA
2
Alfaro, E. y Heredia, M. (2024). Tendencias recientes en educación superior en América Latina. Argentina, Brasil y Perú en
perspectiva comparada. Revista RAES, XVI(29), pp. 12-27.
Resumen
El presente trabajo tiene como fin realizar un estudio comparativo referido al acceso a la educación superior en
diferentes países de América Latina, tomando los casos de Argentina, Brasil y Perú. Luego de revisar los principales
antecedentes y fundamentación teórica, se analiza la expansión en el período reciente en el acceso y las tasas de
finalización de este nivel educativo, prestando particular atención a las diferencias según nivel socioeconómico. Se
observa una tendencia al mayor acceso a la educación superior, en la que sobresale Argentina con una tasa neta
de escolarización superior de población de 18 a 24 años cercana al 40%. Asimismo, se observa un incremento de la
titulación entre la población joven, destacándose la performance de Brasil con un aumento de más del 24% en el
período 2015-2022. Existen, no obstante, notables diferencias en lo que refiere al análisis según nivel
socioeconómico y avance del sector privado en la matrícula. Ello subraya la necesidad de incorporar a la agenda de
políticas públicas una mirada global que tenga en cuenta problemáticas comunes a diferentes países e identifique
los principales desafíos para avanzar en una genuina democratización de este nivel educativo.
Palabras Clave Educación superior/ desigualdad/ tasas de escolarización superior/ graduación/ sector privado
Abstract
The purpose of this work is to carry out a comparative study about access to higher education in different Latin
American countries, taking the cases of Argentina, Brazil and Peru. After reviewing the main background and
theoretical foundation, the expansion in the recent period in access and completion rates of this educational level
is analyzed, paying particular attention to differences according to socioeconomic level. There is a trend toward
greater access to higher education, in which Argentina stands out with a net higher schooling rate for the population
aged 18 to 24 years of age greater than 40%. Likewise, an increase in graduation is observed, highlighting the
performance of Brazil with an increase of more than 17% in the period 2015-2021. There are, however, notable
1
Facultad de Ciencias Económicas-Universidad Nacional de Entre Ríos, Argentina / ealfaro.51@gmail.com
2
Facultad de Ciencias Económicas-Universidad Nacional de Entre Ríos, Argentina / mariana.heredia@uner.edu.ar / https://orcid.org/0009-
0009-8604-703X
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differences regarding the analysis according to socioeconomic level and progress of the private sector in
enrollment. This underlines the need to incorporate a global perspective into the public policy agenda that
considers common problems in different countries and identifies the main challenges to advance genuine
democratization of this educational level.
Key words Higher education/ inequality/ higher education rates/ graduation/ privatization
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1. Introducción
La educación, en particular la de nivel superior, es considerada como uno de los principales factores de promoción
de la movilidad social y de reducción de las desigualdades sociales. Una educación superior de calidad favorece (y
se ve retroalimentada por) el crecimiento económico, a partir del aumento de las capacidades y productividad de
las personas, y el desarrollo social, contribuyendo a la calidad institucional y democrática (Brunner, 2016).
Actualmente, el avance tecnológico está conduciendo a un mercado laboral incierto y complejo. Diferentes
innovaciones permiten que las máquinas reemplacen a los trabajadores en muchas labores y seguramente destruirá
muchos empleos cuyas tareas rutinarias puedan ser reemplazadas por códigos (Acemoglu y Autor, 2011). Por otro
lado, la revolución tecnológica también está creando nuevas oportunidades: la inteligencia artificial, la robótica, la
biología digital, las neurociencias, la nanotecnología, son algunos de los recursos que empresas aplican para
mejorar su productividad. La tecnología está cambiando las habilidades que se valoran en el mercado laboral y está
aumentando el valor de las que los robots no pueden reemplazar.
Esta situación, aunada a otras transformaciones en el plano económico, político y social, impone nuevos desafíos a
los sistemas de educación superior. En este sentido, diferentes autores (ver por ejemplo De la Fuente, 2021) alertan
sobre una merma en la confianza pública respecto a este nivel, particularmente en las instituciones universitarias
tradicionales. La falta de correspondencia entre las expectativas y las características de la oferta académica produce
una sensación de frustración tanto en los jóvenes como en las propias facultades.
El presente trabajo tiene como fin realizar un estudio comparativo acerca del acceso a la educación superior en
diferentes países de América Latina, identificando los principales desafíos para avanzar en una genuina
democratización de este nivel educativo. A tales fines, se toman los casos de tres países con realidades económicas
y sociodemográficas diferentes, así como disímiles derroteros en materia educativa: Argentina, Brasil y Perú.
En términos de volumen poblacional, Argentina y Perú son relativamente similares (se ubican en el tercer y cuarto
lugar en cuanto a cantidad de habitantes entre los países de la región), con una tasa de crecimiento anual idéntica:
0.9%. Brasil tiene una población entre 5 y 6 veces mayor. En lo referido a indicadores económicos, Argentina (3°)
se ubica entre los tres países con mayor PBI per cápita de la región, seguidos por Brasil (4°) y Perú (5°), en
indicadores correspondientes al año 2022 (
Tabla 1).
Tabla 1. Indicadores demográficos y económicos seleccionados. Países de América Latina.
Argen
tina
Boliv
ia
Brasil
Chile
Colo
mbia
Ecua
dor
Perú
Urug
uay
Venez
uela
Demogr
áfico
Población total
46.05
7,9
12.5
67,3
217.6
37,3
19.6
58,8
52.34
0,8
18.3
77,4
34.6
83,4
3.42
3,3
29.39
5,3
Tasa anual de crecimiento
de la población
0,9
1,3
0,6
0,1
0,4
1,2
0,9
0,3
2,0
Tasa de matrícula
educación primaria
99,2
99,8
94,8
97,8
93,0
96,3
99,7
99,8
87,5
Tasa de matrícula
educación secundaria
96,0
77,0
88,5
96,6
86,2
80,5
83,6
88,9
72,5
Económ
ico
PBI pc a precios corrientes
13.80
2
3.60
0
9.071
15.3
68
6.644
6.39
1
7.12
6
20.8
32
s/d
Tasa de desempleo
6,8
3,5
9,3
7,9
11,2
3,8
4,4
7,9
s/d
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Fuente: Perfiles nacionales (CEPALSTAT)
Se utilizaron datos provenientes del Sistema de Información de Tendencias Educativas de América Latina (SITEAL),
así como de otros organismos nacionales e internacionales. Paralelamente, se realizó una revisión de normativa y
bibliográfica para caracterizar la organización de los sistemas educativos.
El trabajo está organizado de la siguiente forma. En la sección 2 se resumen algunas de las principales teorías que
dan cuenta de los vínculos entre la educación, ingresos y bienestar, y desarrollo socioeconómico. En la sección 3 se
presentan las principales características institucionales de los sistemas de educación superior de Argentina, Brasil
y Perú. En la sección 4 se analizan someramente las tasas de finalización de la escolaridad media, antesala de la
educación superior, en los países seleccionados. En la sección 5 se abordan con detalle indicadores referidos a la
educación superior: tasas de escolarización, tasas de graduación, participación del sector estatal, entre otros. El
artículo finaliza con algunos comentarios finales.
2. Educación y movilidad social
La idea según la cual el mayor acceso a la educación conduce necesariamente a un mejoramiento en las condiciones
materiales de vida de las personas ganó predicamento desde la segunda mitad del siglo XX. Los sistemas educativos
comienzan a concebirse más como apéndices de la economía y menos como un vehículo para la promoción de la
ciudadanía (Bottinelli, 2017).
La Teoría del Capital Humano (TCH) postula la idea de que la fuerza de trabajo no es homogénea y que existen
determinadas cualidades que aumentan su productividad. Estas características pueden acrecentarse; en otros
términos, se puede invertir en capital humano con el fin de obtener beneficios durante un período de tiempo
prolongado. De esta forma, se incrementa la productividad laboral de las personas, redundando en beneficios a
nivel individual y social (Becker, 1983; Schultz, 1961; Aronson, 2007). Si bien es posible verificar en muchos países
diferencias salariales significativas entre graduados universitarios y no universitarios, así como de sus respectivas
tasas de desempleo, es preciso también reconocer las múltiples críticas que, desde distintas vertientes, se han
vertido en relación a este concepto, en razón de los supuestos en los que se basa, por desconocer otras causas
diferentes al nivel educativo alcanzado en las retribuciones, entre otros
3
.
Desde perspectivas radicales y marxistas, por ejemplo, se señala que la principal función de la educación formal es,
más que aportar al desarrollo cognitivo y habilidades psicomotrices, promover el aprendizaje de habilidades y
actitudes funcionales a la reproducción de las relaciones sociales propias del sistema capitalista. La corriente
institucionalista, por su parte, advierte que el nivel educativo actúa como filtro de selección: las credenciales
académicas funcionan como señales de información a empleadores respecto a la productividad potencial de los
individuos (van Raap, 2010).
Desde el punto de vista sociológico, en su trabajo Los Herederos. Los estudiantes y la Cultura, publicado por primera
vez en 1964 en coautoría con Jean Claude Passeron, Pierre Bourdieu alertaba (contra una visión extendida que
considera acríticamente a la educación como factor de igualación de oportunidades y como vehículo para la
movilidad social) acerca de los efectos perniciosos que puede tener el sistema educativo en la reproducción de las
3
Más allá de la indudable innovación de este enfoque, la TCH descansa sobre supuestos ortodoxos (Eicher, 1988). Así, supone individuos
maximizadores de bienestar (reconociendo que los individuos pueden dar diferentes significados al bienestar: egoísta, altruista, etc.), que
tienen en cuenta las consecuencias de su comportamiento en el futuro (“forward-looking”), y que toman decisiones consistentes en el
tiempo, admitiendo no obstante que la trayectoria previa de los individuos ejerce un papel relevante (Becker, 1964). Además, los individuos
enfrentan múltiples restricciones (de ingresos, de capacidades de cálculo, de oportunidades disponibles), pero la más importante es el
tiempo. Los modelos de capital humano retoman la hipótesis de la remuneración de los factores según su productividad marginal en pleno
equilibrio y la de su movilidad en función de la situación del mercado de competencia (Eicher, 1988).
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desigualdades sociales. En su análisis, se incluyen no solamente los factores socioeconómicos que inciden en el
rendimiento escolar, sino también en el diferencial de acceso al capital cultural según las posiciones sociales que
se ocupan. De acuerdo a Bourdieu y Passeron (2014, p. 22-23),
(…) los obstáculos económicos no alcanzan para explicar que las tasas de “mortalidad educativa”
puedan diferir tanto de acuerdo con las clases sociales [...], se encontrará una prueba de la importancia
de los obstáculos culturales que deben superar [quienes provienen de los medios menos favorecidos]
en el hecho de que se comprueban, aun en el nivel de enseñanza superior, diferencias de actitud y de
aptitudes significativamente vinculadas al origen social, aunque los estudiantes a los que separa hayan
sufrido todos durante quince o veinte años la acción homogeneizadora de la educación y aunque los
más desfavorecidos de entre ellos hayan podido escapar a la eliminación gracias a una capacidad de
adaptación o gracias a un medio familiar favorable.
Más adelante, y en relación a cómo transitan los sujetos la experiencia de ser estudiante según su posición social,
los autores alertan
Las clases privilegiadas encuentran en la ideología que podríamos llamar carismática (pues valoriza la
“gracia” o el “talento”) una legitimación de sus privilegios culturales que son así trasmutados de
herencia social en talento individual o mérito personal [...], las clases populares retoman por su cuenta
el esencialismo de la clase alta y viven su desventaja como un destino personal [...] los estudiantes son
mucho más vulnerables al esencialismo porque, adolescentes y aprendices, están siempre a la
búsqueda de lo que son y por eso resultan profundamente afectados en su ser por lo que hacen”
(Bourdieu y Passeron, 2014, p. 106-107).
En definitiva, los sistemas educativos juegan un papel relevante en la explicación de los vínculos diferenciales con
el mercado de trabajo, las diferencias de ingresos y la desigualdad social. El incremento en los niveles de
escolarización de la población, y en la calidad de los servicios educativos, son ejes centrales de una estrategia
orientada al desarrollo socioeconómico, la reversión de la desigualdad social y al mejoramiento del bienestar social.
3. Características de los sistemas de educación superior en los países seleccionados
a. Argentina
De acuerdo a la Ley Nacional 26.206, el sistema educativo nacional comprende cuatro niveles: la Educación
Inicial, la Educación Primaria, la Educación Secundaria y la Educación Superior. En Argentina el tramo de
escolarización obligatoria se extiende por 14 años. En 2006 se establece la obligatoriedad de la secundaria superior
y en 2015 se establece la obligatoriedad de la sala de 4 años del nivel inicial (Sistema de Información de Tendencias
Educativas de América Latina [SITEAL], s.f.).
La educación superior expide títulos de grado, formación inicial, posgrado, especialización y postítulo docente. El
sistema de educación superior se divide en: a) Universidades e Institutos Universitarios, estatales o privados
autorizados, b) Institutos de Educación Superior de jurisdicción nacional, provincial o de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, de gestión estatal o privada. Corresponde a las universidades exclusivamente otorgar el título de
grado de licenciado y títulos profesionales equivalentes, así como los títulos de posgrado de magíster y doctor (art
40 Ley 24.521).
Las instituciones universitarias gozan de autonomía, pueden ofrecer cursos de posgrado y en la mayoría de los casos
solamente están evaluadas por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU). Las
instituciones de educación superior, por su parte, no poseen autonomía y ofrecen carreras más cortas y de tipo
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instrumental en diversas áreas (humanísticas, sociales, técnico-profesionales y artísticas), así como orientadas a la
formación docente (Santos Sharpe, 2022; Orellana, 2011).
En 2020, de las 133 instituciones universitarias (112 universidades y 21 institutos universitarios), 67 de ellas son
estatales (incluyendo 6 universidades que dependen de estados provinciales), 65 privadas y 1 internacional. En
cuanto a la cantidad de estudiantes, actualmente se registran 2.318.255 estudiantes de pre-grado y grado, de los
cuales el 79% se educa en el sector de gestión estatal (Ministerio de Educación de la Nación, 2020).
Respecto al sector no universitario, en 2020 se contabilizaba en todo el país un total de 2.270 unidades educativas
que ofrecen propuestas de educación superior no universitaria, y un total de 984.397 alumnos (Ministerio de
Educación, 2020).
b. Brasil
En Brasil, el sistema federal de educación está conformado por la educación básica y la superior, de acuerdo a lo
establecido en la Ley 9.394 de Directrices y Bases de la Educación Nacional (sancionada en 1996 y modificada en
2018). La primera comprende la educación infantil, la enseñanza fundamental y la enseñanza media; es de carácter
obligatorio y gratuito entre los 4 y los 17 años. La educación superior, por su parte, está orientada a la población
que completó la enseñanza media o equivalente; sus títulos pueden ser intermedios (tecnicaturas), de grado
(licenciaturas) y de posgrado (especializaciones, perfeccionamientos, maestrías y doctorados) (SITEAL, s.f.).
Las instituciones de educación superior pueden ser públicas (federales, estatales y municipales); privadas (con fines
de lucro y sin fines de lucro). En cuanto a su organización académica, se encuentran Universidades, Centros
Universitarios, Facultades, Institutos Federales de Educación, Ciencia y Tecnología (IF) y Centros Federales de
Educación Tecnológica (CEFET) (Instituto Nacional de Estudos e Pesquisas Educacionais Anísio Teixeira, 2022).
El sistema de ingreso a la universidad brasileña establece requisitos muy exigentes para la aprobación (a partir del
Vestibular y/o el Examen Nacional de Escuela Secundaria -Enem-), en particular en las carreras más demandadas
de las universidades más prestigiosas (en general las federales y estaduales públicas). Ello dificulta, salvo
excepciones, el acceso a las mismas por parte de los estudiantes provenientes de familias de bajos recursos (Unzué,
2012).
En el período reciente, se verificó una importante expansión del número de instituciones y de la matrícula,
explicado fundamentalmente por el comportamiento del sector privado (Unzué, 2012). En el período 1994 2001,
el número de alumnos en instituciones privadas creció un 115,5%, muy por encima de lo observado en las
instituciones públicas federales (38,4%), estatales (53,9%) o municipales (-16,6). Actualmente, el 88% de las
instituciones de educación superior son privadas (Censo, 2022). De acuerdo a Unzué (2012, p. 28) se configura
Un sistema a dos velocidades, compuesto por universidades de punta, con reconocida calidad de
enseñanza e investigación en campos diversos, capaces de disputar espacios en rankings
internacionales, y que se mantienen como universidades medianas en cuanto a sus matrículas, con
formas de ingreso muy restrictivas, en particular el vestibular, y otras IES, en su mayor parte privadas,
que no producen conocimiento, que transmiten saberes con calidades no siempre óptimas, y que han
sabido beneficiarse de un extenso conjunto de medidas que permitieron su desarrollo, aligerando sus
mecanismos de ingreso (en algunos casos los resultados del Enem resultan suficientes para ello),
fomentando la educación a distancia y la educación nocturna.
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c. Perú
En Perú, la Ley 28.044 General de Educación, sancionada en 2003, establece que el sistema educativo está
conformado por la educación básica y la educación superior. La educación superior es la segunda etapa del sistema
educativo.
Este nivel está orientado a la formación especializada en los campos de la docencia, la ciencia, las humanidades, las
artes y la tecnología, con énfasis en una formación aplicada. Se ofrece educación superior en escuelas de educación
superior, institutos superiores, centros superiores de posgrado y en universidades. Se expiden títulos intermedios,
de grado y de posgrado.
En el período reciente, se ha avanzado en reformas normativas que tienden al aseguramiento de la calidad en la
educación superior. Este proceso se inicia con la promulgación en 2014 de la Ley Nº 30220, Ley Universitaria, y se
afianzó dos años después con la Ley 30512, Ley de Institutos y Escuelas (Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO], 2022). Esta norma regula aspectos relacionados con la creación,
licenciamiento, régimen académico, gestión, supervisión y fiscalización de las instituciones de educación superior.
Para ello se creó la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) como organismo
regulador y el Ministerio de Educación asumió la rectoría del sistema; estas reformas impulsan el rol del Estado en
la regulación y fomento de la calidad en las instituciones educativas de educación superior, incluida la educación
superior universitaria.
De esta manera, el sistema de educación superior en Perú ha experimentado una transición desde un carácter
dicotómico, que implicaba una correspondencia directa entre el tipo de institución educativa y la certificación de
nivel académico otorgada (por ejemplo, las universidades solo conferían grados universitarios y los institutos
tecnológicos exclusivamente entregaban certificados de nivel técnico). Ahora, se ha evolucionado hacia un enfoque
más diversificado, donde distintos tipos de entidades educativas (como universidades, institutos y escuelas) ofrecen
una variedad de certificaciones. (SUNEDU, s.f.).
En lo referido a las universidades, se puede establecer con autonomía un régimen de estudios, y su cuantificación
según la medida de tiempo formativo que exija su estatuto. Sin perjuicio de ello, el sistema de uso de créditos
académicos como medida del tiempo formativo es extendido.
4. Principales tendencias de la educación media
De forma previa al análisis específico de la educación superior, conviene reseñar brevemente lo acontecido en el
período reciente en el nivel educativo que le sirve de antesala, la educación media. Cabe remarcar que en las últimas
décadas se ha verificado una expansión notable en la cobertura y acceso a la educación en sus diferentes niveles
en América Latina y el Caribe
4
(ALC); específicamente en lo referido a la educación secundaria, Trucco (2014, p. 9)
sostiene que:
CEPAL ha planteado en reiteradas ocasiones que concluir la enseñanza secundaria en la región
constituye el umbral educativo mínimo para asegurar el futuro de las personas fuera de la pobreza. La
culminación de este nivel es crucial no sólo para adquirir las destrezas básicas que requiere un mundo
globalizado y democrático y que permiten al sujeto desenvolverse libremente y con capacidad para
aprender por el resto de su vida. También es determinante para acceder a niveles mínimos de
4
Las tasas de cobertura de la educación primaria obligatoria son casi universales en la mayoría de los países.
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bienestar que le permiten romper los mecanismos de reproducción de la desigualdad que, de lo
contrario, afectarán a sus hijos.
La proporción de personas de 20 a 24 años que ha finalizado este nivel oscilan en torno a las tres cuartas partes de
este grupo etario en el caso de Argentina y Brasil; y un 66,9% en el caso de Perú. Además, mientras que en los dos
primeros países se verifica un importante incremento en el indicador en el período 2015-2022 (del 17,6 y 17,2%
respectivamente), en Perú la variación es sensiblemente menor: +6,1% (
Gráfico 1).
Gráfico 1. Porcentaje de la población entre 20 y 24 años con educación secundaria completa.
Período 2015-2022.
Fuente: SITEAL - UNESCO
Cabe remarcar que las tasas de completitud de la educación media inciden en la demanda de estudios de educación
superior. En los países con tasas de graduación en el nivel medio todavía muy lejos del 100%, la matrícula de
educación superior continuará creciendo, especialmente a medida que aumente anualmente la cantidad de jóvenes
que alcanzan a concluir el secundario (García de Fanelli, 2019).
5. Educación superior
a. Consideraciones preliminares
La educación postsecundaria es determinante en el aumento de las capacidades y productividad de las personas,
aportando a la consecución de mejores oportunidades de inserción en el mercado laboral, y a la construcción de
trayectorias productivas a lo largo de la vida que no sólo provean de mayor movilidad social, sino que aporten
sustancialmente al crecimiento sostenible y a la competitividad de la economía.
De acuerdo a Brunner (2016, p. 17), a nivel global hay una convergencia de los problemas y desafíos de la educación
superior, “al mismo tiempo que su abordaje y las soluciones diseñadas se caracterizan por tener un alcance que
algunos autores llaman «glonacal»; es decir, a la vez global, nacional y local”. Este autor menciona un conjunto de
Argentina; 76.7
Brasil; 73.7
Perú; 66.9
60.0
62.0
64.0
66.0
68.0
70.0
72.0
74.0
76.0
78.0
2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022
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procesos que están transformando la educación superior alrededor del mundo: a) masificación y progresiva
universalización del acceso, que busca ofrecer oportunidades de estudio para jóvenes y, cada vez en mayor medida,
para adultos también; b) incorporación de gran cantidad y diversidad de organizaciones al sistema de educación
superior, que ofrecen múltiples propuestas de diferente duración y jerarquía de saberes, competencias y estatus;
c) diversificación de currículos, métodos pedagógicos, tecnologías de enseñanza, formas de aprendizaje,
instrumentos de apoyo, evaluación y medición de los procesos educativos, que coloca a la profesión docente ante
nuevos desafíos.
Desde los años ochenta en la región fue aumentando el número de instituciones de educación superior y se produjo
una diversificación en su tipología, en las formas de enseñanza y en los programas provistos (Altbach, 2017). Ello
fue acompañado por una expansión de la demanda, conllevando un aumento en la heterogeneidad sociocultural
de los nuevos alumnos universitarios. Desde principios de los noventa se hace evidente un aumento sistemático y
creciente de la matrícula de educación superior y, en paralelo, de la participación relativa de estudiantes
pertenecientes a estratos sociales que antes no accedían a este nivel educativo. De acuerdo a Trucco (2014, p. 23),
refiriéndose específicamente a la situación en el sistema universitario, plantea:
En varios países de la región, más de la mitad de los estudiantes universitarios ostentan esta condición
de “primerizos” en sus respectivas estirpes familiares directas. Sin embargo, una vez más el porcentaje
de jóvenes que alcanza esta condición y que proviene de familias de menores ingresos o con menor
nivel educativo sigue siendo muy bajo.
Los recursos (no sólo económicos, sino también culturales y sociales) con que cuentan estos nuevos grupos para
ingresar y permanecer en la educación superior, así como sus necesidades específicas, plantean desafíos para las
políticas institucionales de retención. En los apartados siguientes se analizan con mayor nivel de detalle indicadores
de cobertura y graduación.
b. Tasas de escolarización en educación superior
En los países analizados, se observan marcadas diferencias en términos de la cobertura de la educación superior en
la población de 18 a 24 años. Así, la tasa neta de escolarización en educación superior
5
en Argentina en 2022 (38,5%)
representa casi el doble que la de Brasil (20,7%). En los años previos a la pandemia, Perú mostraba indicadores de
cobertura superiores a Argentina (Gráfico 2).
Gráfico 2. Tasas netas de escolarización a la educación superior. Países seleccionados. Período 2015-2022.
5
La tasa neta de escolarización en la educación superior se define como el porcentaje de estudiantes que pertenece al grupo de edad
quinquenal inmediatamente superior a la finalización de la educación secundaria matriculado en la educación de nivel superior.
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Fuente: SITEAL - UNESCO
Respecto a las diferencias según nivel socioeconómico, en Argentina y Brasil la expansión en el acceso en el período
reciente estuvo motorizada por los jóvenes de menores ingresos (la variación entre 2015 y 2022 de las tasas netas
de escolarización superior supera el 30% para el segmento de menores ingresos); en Perú, el fuerte impacto de la
pandemia de COVID-19 experimentado desde 2020 ha hecho que el país retroceda a niveles similares a los de 2015
(Gráfico 3).
Gráfico 3. Variación en las tasas netas de escolarización en la educación superior según nivel de ingresos. Países
seleccionados. Período 2015-2022.
Fuente: SITEAL UNESCO
c. Participación de los establecimientos de gestión pública y privada
Argentina; 38.5
Brasil; 20.7
Perú; 35.4
15.0
20.0
25.0
30.0
35.0
40.0
45.0
2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022
30%
inf
30%
med
40%
sup
30%
inf
30%
med
40%
sup
30%
inf
30%
med
40%
sup
Argentina Brasil Perú
Variación TNES 2015-2022
32.8% 1.9% 3.6% 31.7% 14.1% -4.1% 12.1% -7.8% -1.8%
-10.0%
-5.0%
0.0%
5.0%
10.0%
15.0%
20.0%
25.0%
30.0%
35.0%
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Una de las tendencias globales en la educación superior refiere al aumento en la participación del sector privado
en el conjunto de instituciones y en la oferta académica (Fernández Lamarra, 2012). En América Latina se replica
esta tendencia: en 2018, la participación de este sector en la matrícula de educación superior era de un 54% a nivel
regional. No obstante, es preciso reconocer las diferencias entre países: por caso, Uruguay (10%) y Argentina (25%)
se encontraban entre los de privatizacións baja; mientras, en el extremo opuesto se ubicaban países como Perú
(75%) y Chile (84%) (García de Fanelli, 2020).
El grado de privatización de la matrícula influye, entre otros aspectos, en el monto de recursos financieros públicos
que los gobiernos deciden invertir en educación superior (García de Fanelli, 2019). En la región, mayoritariamente
la subvención de las instituciones de educación superior es estatal o hay una participación estatal mayor que la
privada y se realiza a través de subsidios públicos. En Argentina la gratuidad de educación superior en instituciones
públicas está garantizada por ley; las privadas se financian vía cobro de aranceles. En Brasil, ninguna universidad
pública cobra matrícula o arancel; no obstante, el acceso es restrictivo en función de vacantes disponibles y
exámenes de ingreso. En Perú, las universidades públicas cobran la matriculación, aunque no tiene un costo de
aranceles mensuales. Las privadas se financian con un arancel (Fiorucci y Antón, 2021).
En el caso de Perú, el aumento en la participación de la educación superior privada es evidente: la participación de
estudiantes que asisten a establecimientos de gestión pública desciende un 10,6% en el período 2015-2022; no
obstante, en los casos de Brasil y Argentina la tendencia es opuesta (+3,6% y +1,2% respectivamente) (Gráfico 4).
Gráfico 4. Porcentaje de estudiantes de nivel superior que asisten a establecimientos de gestión pública. Países
seleccionados. Período 2015-2022.
Fuente: SITEAL UNESCO
En cuanto al análisis según nivel socioeconómico, en Perú la pérdida de peso del sector estatal en la matrícula
atraviesa todos los segmentos de ingresos; en Brasil, se experimenta una mayor escolarización superior de los
estratos inferiores y medios (Error! Not a valid bookmark self-reference.).
Gráfico 5. Variación en el porcentaje de estudiantes de nivel superior que asisten a establecimientos de gestión
pública según nivel de ingresos. Países seleccionados. Período 2015-2022.
Argentina; 80.6
Brasil; 26.0
Perú; 32.6
0.0
10.0
20.0
30.0
40.0
50.0
60.0
70.0
80.0
90.0
2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022
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Fuente: SITEAL UNESCO
d. Diferencias en la graduación
En el ámbito regional, Perú (20,5%) y Brasil (19,9%) se encuentran entre los países con mayor porcentaje de
titulación en el nivel superior para la población de 25 a 34 años en 2022, según datos de SITEAL. Brasil ha
experimentado un notable incremento del indicador en el período reciente (+24,7%) (
Gráfico 6).
Gráfico 6. Porcentaje de población de 25 a 34 años con educación superior completa. Países seleccionados.
Período 2015-2022.
30% inf 30% med 40% sup 30% inf 30% med 40% sup 30% inf 30% med 40% sup
Argentina Brasil Perú
Series1
2.1% -0.2% 0.2% 12.9% 3.6% -7.1% -13.1% -11.5% -13.3%
-15.0%
-10.0%
-5.0%
0.0%
5.0%
10.0%
15.0%
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Fuente: SITEAL - UNESCO
Las desigualdades se reflejan no solo en el acceso sino también en la permanencia y la capacidad de construir
trayectorias universitarias sin interrupciones ni abandonos (Araujo, 2017; Chiroleu, 2013; Ezcurra, 2011). La
insuficiencia y desigualdad en los niveles de graduación se manifiestan como problemáticas globales, a pesar del
incremento en la matrícula. Al analizar la variable del nivel socioeconómico y el máximo nivel educativo alcanzado,
en este caso, el nivel superior, se evidencian diferencias significativas. En Brasil, la proporción de población con
educación superior completa en el estrato de ingresos más altos es 6,9 veces superior a la correspondiente al grupo
de menores ingresos en 2022 (en 2015 la brecha equivalía a 11,7). No obstante, en el período se duplica con creces
la proporción de graduados entre la población de menores ingresos (2% a 5,4%). En Argentina y Perú la proporción
de graduados crece a mayor ritmo en los estratos superiores (Gráfico 7).
Gráfico 7. Porcentaje de población con educación superior completa según nivel de ingresos. Países
seleccionados. Años 2015 y 2022.
Argentina; 17.8
Brasil; 19.9
Perú; 20.5
15.0
16.0
17.0
18.0
19.0
20.0
21.0
22.0
23.0
2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022
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Fuente: SITEAL - UNESCO
De este modo, pese al aumento en el acceso a estudios superiores, persisten los problemas de retención y
graduación. Ello dio lugar a diferentes tipos de respuesta por parte de los gobiernos. De acuerdo a García de Fanelli
(2015, p. 10):
(…) existen dos principales tipos de cuestiones a atender para mejorar la retención y la graduación. Por
un lado, se encuentran las carencias que presentan los estudiantes que acceden a la educación
superior en lo que respecta a su formación académica previa, su capacidad económica de afrontar los
costos directos y de oportunidad inherentes a la inversión en capital humano y el capital cultural y
social del hogar de origen. Por el otro, se ubican aquellas derivadas del funcionamiento interno de la
organización de educación superior, relacionadas con la presencia de estructuras y estrategias
apropiadas para compensar estas carencias y con una organización académica y pedagógica que
promueva la mejora de la calidad y la retención de los jóvenes.
6. Conclusiones
En el contexto del avance de la globalización y la sociedad del conocimiento, sin dudas uno de los principales
desafíos que enfrentan los países de América Latina es ofrecer oportunidades educativas de calidad para todos sus
ciudadanos. Ello es un factor decisivo para el crecimiento sustentable y el mejoramiento de la calidad de vida, así
como para la reducción de la desigualdad.
En este trabajo se puede observar problemáticas comunes que enfrentan los países analizados, aunque de diferente
manera en cada caso. El avance en la escolarización media (alrededor de tres de cada cuatro jóvenes han finalizado
el nivel) es uno de los factores determinantes en la mayor demanda de acceso al nivel superior. La realidad es
heterogénea en los países analizados; en todos ellos, no obstante, la tendencia creciente fue alimentada
fundamentalmente por los sectores de menores ingresos.
En lo que respecta a la educación superior, se observan marcadas diferencias en términos de la cobertura. Así, por
ejemplo, la tasa neta de escolarización en educación superior en Argentina en 2021 (41,1%) representa más del
6.0
13.8
32.0
2.4
5.8
28.4
6.8
12.8
24.8
6.7
16.2
38.2
5.4
12.1
37.2
7.3
13.2
26.6
0.0
5.0
10.0
15.0
20.0
25.0
30.0
35.0
40.0
45.0
30% inf 30% med 40% sup 30% inf 30% med 40% sup 30% inf 30% med 40% sup
Argentina Brasil Perú
2015 2022
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doble que la de Brasil (20,2%). Las disparidades se dan también en el plano socioeconómico: en estos dos países la
expansión en el acceso en el período reciente estuvo motorizada por los jóvenes de menores ingresos. Entre 2015
y 2021 las tasas netas de escolarización superior del segmento de ingresos inferiores aumentaron un 41,2% en
Argentina y un 40,7% en Brasil. En Perú, por el contrario, la cobertura retrocedió a niveles similares a los de 2015
para todos los estratos sociales.
Los retornos y logros educativos son influidos en gran medida por el clima educativo y el ingreso de los hogares, y
los sistemas educativos no han podido hacer mucho para corregir esta situación. Argentina y Perú se encuentran
entre los países con mayor porcentaje de titulación en el nivel superior para la población de 25 a 34 años. Brasil ha
experimentado un notable incremento del indicador en el período reciente (+17,4%). Sin embargo, estos valores
distan de ser satisfactorios y subrayan que el aumento en la matrícula, como se ha documentado ampliamente, no
garantiza automáticamente una mayor equidad en el acceso. Además, la expansión educativa no ha sido
acompañada por un crecimiento acorde en las oportunidades de empleo, lo que genera una inconsistencia entre
mayores logros educativos y posibilidades limitadas de incorporarse al mercado laboral, redundando en
sensaciones de frustración e insatisfacción.
Para evitar conflictos sociales y aprovechar al máximo las oportunidades económicas que generan las innovaciones
y la tecnología es imperativo invertir en capital humano. Actualmente, muchos empleos, y muchos más en el futuro
cercano, requerirán habilidades cognitivas avanzadas, como la capacidad de resolver problemas complejos
utilizando habilidades derivadas de las ciencias matemáticas y el pensamiento crítico formado en las habilidades
de lectoescritura. Para desarrollar estas habilidades, se requieren sólidas bases de capital humano que les permitan
a los trabajadores adaptarse rápidamente a los cambios y nuevas reglas del mercado laboral. El gran desafío que
enfrentan los países de la región es que la educación superior se adecúe a las nuevas habilidades y carreras
demandadas por el mercado, con inclusión, equidad y eficiencia.
Por último, en miras de profundizar el estudio de políticas que permitan hacer realidad a la educación superior
como bien público y derecho humano universal, se pone de manifiesto la necesidad de encarar miradas y soluciones
globales. Los sistemas de educación superior tienen objetivos locales; empero, una mayor interacción regional e
internacional contribuirá a fortalecerlas, reforzando la necesidad de un trabajo mancomunado para enfrentar los
desafíos globales (De la Fuente, 2021).
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Fecha de recepción: 5-4-2024
Fecha de aceptación: 2-7-2024