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/ pp 79-93 / Año 12 Nº23 / DICIEMBRE 2025 – JUNIO 2026 / ISSN 2408-4573 / DESSIER TEMÁTICO
en el polo plural, el gobierno central es autónomo frente a cualquier grupo de provincias o provincia particular y actúa
en representación de la unión como un todo y no en nombre de cualquier miembro constituyente o grupo de miembros.
Este enfoque amplía la comprensión de los niveles de centralización dentro del federalismo al incorporar la conflictividad
interprovincial como un factor clave. Además de las relaciones entre los distintos niveles de gobierno (nacional,
provincial y municipal en Argentina, junto con el ámbito privado), se consideran las tensiones entre provincias debido a
su impacto en el desarrollo institucional y en el grado de centralización del sistema. Esta perspectiva resulta
fundamental para analizar el federalismo en la gestión educativa y los procesos de concertación en la negociación de
políticas nacionales. Dichos acuerdos políticos suelen estar respaldados por mecanismos de financiamiento que
garantizan las condiciones necesarias para su implementación. Según Almandoz (2000), el federalismo argentino
coexiste con una estructura de poder centralista informal, producto de un desarrollo social y económico desigual entre
jurisdicciones, lo que ha implicado una mayor carga fiscal y administrativa para aquellas provincias más afectadas por
estas dinámicas.
Al igual que otros países, la Argentina es un ejemplo de un modelo federal que, según Stepan (1999), es denominado
coming-together, ya que supone un arreglo federal por el cual las unidades previamente soberanas son las que hacen
un pacto y ceden su soberanía a una unidad estatal superior, pero se reservan competencias para sí. En esta
organización territorial y responsabilidades de gobiernos se institucionaliza el sistema educativo argentino, donde
también se forman los docentes que se desempeñarán en él. Esta formación forja los cimientos de la acción y provee
de saberes y capacidades de gran complejidad (Berliner, 2000; Molinari y Ruiz, 2009; Davini, 2015). Complejidad dada
por el hecho de que la formación inicial asume los desafíos actuales de enseñar en las escuelas y prepara para afrontar
futuras transformaciones en lo que respecta al conocimiento, a la didáctica y al propio trabajo de enseñar en las
instituciones. Brinda los conocimientos básicos imprescindibles que hacen referencia a los aprendizajes que, en caso
de no llevarse a cabo, condicionan o determinan negativamente la formación, poniendo en riesgo su desempeño futuro
junto a los estudiantes que tenga bajo su responsabilidad (Coll y Martín, 2006).
Las enseñanzas en el sistema educativo están reguladas por las políticas curriculares definidas en las diversas
instancias de gobierno. Estas políticas constituyen aspectos sustantivos para analizar en qué forma es interpretado al
currículum como un conjunto de principios sobre cómo se debe seleccionar, organizar y transmitir el conocimiento y
las destrezas guiados por decisiones políticas que las determinan; el currículum es también un suceso, un
acontecimiento (Lundgren, 1991). El currículum, más allá de ser un documento oficial, adquiere significado en su
implementación en niveles subnacionales, locales e institucionales. A pesar de las adaptaciones necesarias, su valor
radica en la visibilización de los discursos que legitiman la escuela. Según Goodson (2000) “nos provee de un
testimonio, una fuente documental, un mapa cambiante del terreno; es también una de las mejores guías oficiales para
la estructura institucionalizada de la escuela” (p.10), por lo que su implementación efectiva depende del trabajo
cotidiano de los docentes en los ISFD, universidades y escuelas primarias asociadas, quienes terminan de definir los
aspectos no especificados en la normativa.
Por su parte, Bernstein (1993) aporta el concepto
recontextualización curricular
para dar cuenta del proceso mediante
el cual el conocimiento es seleccionado, transformado y adaptado al ser trasladado de un contexto original (como el
académico) a otro (como el escolar). Este concepto forma parte de su teoría del discurso pedagógico y destaca cómo
las estructuras de poder y control influyen en qué conocimientos se consideran válidos y cómo se presentan en los
currículos educativos. A partir de lo mencionado hasta aquí podemos decir que, si bien existen las definiciones políticas
del currículum, estas a su vez se reconfiguran en un terreno dinámico, el de las prácticas docentes en los contextos
institucionales. Comprender las definiciones políticas del currículum será relevante para entender las complejas
interacciones entre normativas, contextos locales y prácticas pedagógicas.
Tal como se ha mencionado, focalizamos en el análisis de las políticas curriculares destinadas a formar profesores que
se desempeñarán en el nivel primario, tradicionalmente llamados maestros, en dos jurisdicciones: Mendoza y Santa
Fe. La primera está ubicada en la región de Cuyo, mientras que la segunda en la región Centro de la República Argentina.
Se tomaron dos provincias pertenecientes a diferentes zonas del país. En el caso de Mendoza el título se otorga tanto
en universidad como en institutos de formación docente, mientras que en Santa Fe se otorga solamente en institutos.
Si bien dicha provincia posee 4 universidades de gestión pública y 14 de gestión privada, en ninguna se ofrece la