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/ pp 140-154 / Año 12 Nº23 / DICIEMBRE 2025 – JUNIO 2026 / ISSN 2408-4573 / SECCIÓN GENERAL
procesos académicos y administrativos. Así que, los CTE son una parte importante de la política, pero no representa la
totalidad de esta en la realidad educativa de las escuelas (Luna, 2022).
La gestión escolar tiene que realizarse bajos los principios de la NEM, por lo tanto, las decisiones deben beneficiar la
práctica docente, fortalecer los procesos de enseñanza-aprendizaje, promover actividades de vinculación entre escuela
y comunidad generando arraigo a la vida local, reflexionar sobre las acciones dirigidas a los eventos porque la
retroalimentación ayuda a decidir apropiadamente ante a situaciones futuras.
En suma, la política y procesos de gestión escolar en la NEM se fundamenta en el sello característico del enfoque
humanista, en el derecho a la educación, prioriza el trabajo colectivo, la participación de los actores, la incorporación
de la comunidad en los procesos formativos, la evaluación del trabajo de los miembros de la escuela, la
retroalimentación para tomar mejores decisiones, con esto busca la excelencia educativa para las niñas, niños y jóvenes
de educación básica en México.
Cambios organizacionales generados por la Política de Gestión Escolar.
La política de gestión escolar de la NEM provoca cambios organizacionales que repercuten en la excelencia educativa,
de ahí que los actores deben tener la capacidad de trabajar en colectivo para responder a dichos eventos implementando
acciones que mejorar las estructuras normativa, recursos, funciones del personal, comunicación y vinculación social de
la escuela, recursos pedagógicos-didácticos, el desarrollo de los procesos de enseñanza-aprendizaje y el rendimiento
académico. La manera de afrontar dichos cambios configura el entorno laboral y cultural de la escuela.
En seguida se mencionan algunos cambios que promueve la gestión escolar por dimensión: en el aula, ajustes a la
planeación didáctica con enfoque inclusivo para atender la diversidad, incorporación de distintos instrumentos de
evaluación y estrategias de retroalimentación, diseño de estrategias de comunicación y ajustes en el manejo de recursos
didácticos (Castro, Clemenza y Araujo, 2014); en la administración, la contratación de personal docente y administrativo,
ajustar rubros y cantidades distribuir los recursos en el plan financiero de la escuela, modificaciones en la asignación y
uso de los recursos materiales y compra de recursos tecnológicos para actividades administrativas y académicas
(Samperio y Cáceres, 2024); en lo organizacional, modificaciones en el organigrama de la institución, ajustes en la
forma de participar y tomar decisiones y replantear las estrategias de comunicación al interior y exterior del plantel
(Constanza, 2013); comunitaria, ajustes en las estrategias de participación de los padres de familia en los procesos de
enseñanza-aprendizaje de sus hijos, modificaciones en las actividades de ayuda social que contribuyen en la formación
de los alumnos y adaptación de los contenidos de las materias para que reflejen la realidad del entorno donde viven los
estudiantes (Marcos, 2024).
La gestión escolar orientada a la mejora continua de la calidad educativa.
La política de gestión escolar en la NEM pretende alcanzar la calidad educativa por medio del enfoque de la mejor
continua en educación básica donde las niñas, niños y jóvenes se forman en las fases 1 a la 7, lo que representa el
desarrollo de los aprendizajes clave para el resto su trayecto en el SEN que serán la base para su optimo desempeño
en la sociedad y mercado laboral.
La calidad de la educación es concebida de diferentes maneras. Chavarría y Borrell (2018) consideran que es “el
resultado de una valoración integrada, y su apreciación depende, en gran medida, de la persona que emite su el juicio
valorativo, de sus objetivos, de sus intereses y de sus criterios” (p. 9). Por su parte Bolaño y González (2023) afirman
que la calidad educativa “es un concepto complejo que puede ser percibido de diferentes maneras según los diferentes
enfoques teóricos y las perspectivas de los actores implicados en el proceso educativo” (p. 3).
Lo anterior sugiere que la mejora de la calidad educativa no sea aquella que se queda escrita en el papel o discurso,
sino que se demuestra cuando todos los miembros de la escuela la construyen socialmente de manera cotidiana al
momento de gestionar las actividades correspondientes a sus funciones en atención a la buena formación de los
alumnos evidenciada por los aprendizajes. Precisamente, se define por aprendizaje significativo la apropiación,
desarrollo y aplicación de los conocimientos logrados por los estudiantes en su vida cotidiana debido a la gestión
oportuna de los actores en especial del trabajo docente (Baque y Portilla, 2021).
Cabe mencionar que existen diferentes percepciones sobre la calidad entre los miembros de un centro educativo porque
están determinadas por la formación, ideología el deber ser de la educación, función laboral, poder, autoridad, entre