
Sozzi, “Un momento de esplendor…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 10 / Julio 2021 / pp. 196-202 198 ISSN 2422-5932
de fondo desvaído–, el contexto socio-político-cultural de las
primeras décadas de la Argentina del siglo XX. Ese modo de
abordaje le permite postular que sus antecesores familiares, “más que
una emanación excepcional de un genio único e irrepetible” (2014:
21), “fueron un producto de su tiempo y de su lugar: la ciudad de
Buenos Aires en la época de entreguerras” (2014: 23). Vale decir, no
se puede explicar el destacado lugar alcanzado por los hermanos
María Rosa y Raimundo Lida en el ámbito académico como producto
exclusivo de una cualidad individual impar, sino de ciertas
condiciones que permitieron el desarrollo de esas singularidades, de
las complejas tensiones entre los sujetos y el contexto espacio-
temporal en que les tocó vivir.
Entre los acontecimientos destacados de esos años, el Instituto
de Filología no pasó desapercibido. Fue el escenario en el que los
Lida, bajo la atenta, dedicada y afable mirada de Amado Alonso, se
formaron como filólogos, como traductores, como críticos y forjaron
una carrera que los llevaría, finalmente, y como culminación, a
instalarse en el seno de diferentes universidades extranjeras.
Amado Alonso en la Argentina, si bien retoma muchos de los
aspectos considerados ya en Años dorados…, deja de lado la historia
familiar –esa historia familiar que lo vuelve un “libro entrañable”, en
palabras de Liliana Weinberg (2018)–, para convertirse en un libro de
historia tout court, en el que el Instituto de Filología, las figuras de
varios de los más importantes filólogos argentinos y españoles, entre
los que destaca la de Alonso, y las circunstancias subyacentes se
transforman en objeto de estudio.
Si bien no es la primera vez que se aborda la historia del
Instituto (baste mencionar los trabajos de Guillermo Toscano y
García, 2009, 2010, 2013; o de Guillermo Toscano y García y
Fernando Degiovanni, 2010), varias son las novedades que el libro de
Lida introduce. En primer lugar, el hecho –que ya mencionamos– de
que se trata de una “historia global”, que incorpora diferentes facetas
de la vida cultural, social y política de los países involucrados en su
conformación: España y Argentina. En segundo, los archivos a los
que recurre la autora, fundamentalmente las cartas intercambiadas
entre algunos de los actores principales involucrados en la fundación
y el desarrollo del Instituto: Ramón Menéndez Pidal, Amado Alonso,
Américo Castro, Federico de Onís, Tomás Navarro Tomás, entre
otros. La inclusión de fragmentos de esa correspondencia cruzada,
citas extensas en algunos casos, permite apreciar las preocupaciones,
los temores, los entusiasmos, las promesas frustradas, los proyectos,