
Caresani y Paz, “Archivos latinoamericanos” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 14 / Julio 2023 / pp. 1-3 2 ISSN 2422-5932
El escenario de pandemia y post-pandemia implicó una aceleración
masiva y violenta de la alfabetización digital. En este contexto, las
bibliotecas, los archivos, los museos y las instituciones de la memoria en
general asumieron un rol de protagonismo no solo por el caudal de
documentos que pusieron al alcance de un público “en cuarentena” sino
como verdaderos laboratorios donde se ensayan y diseñan los métodos
para tejer las comunidades del mañana. Por estos factores, ante la
coyuntura reciente, las políticas de digitalización cobraron un
predominio decisivo en las instituciones de guarda de acervos
bibliográficos y archivísticos. En algunos casos, se trata de programas
que funcionaban desde hacía años; en otros, de tareas muy incipientes.
La necesidad de volver disponibles documentos para la consulta remota
contribuyó a mejorar las prácticas y hacerlas más eficaces. Al mismo
tiempo, estimuló la reflexión sobre la naturaleza de estos programas y su
pertinencia prioritaria. Sin embargo, como hito inicial para un debate,
cabría preguntarse si el supuesto potencial democratizador de la
conectividad global puede trasladarse sin reparos ni retrocesos a América
Latina.
Las ventajas de la virtualidad para usuarios e investigadores se
suelen imponer como evidencias incontestables. Llevado al plano de los
estudios literarios, el giro digital produjo una ampliación drástica de los
objetos que ingresan al terreno de lo legible. La era de la
reproductibilidad digital desató una multiplicación de materiales de
archivo que parece haber transformado la investigación en una tarea no
tanto de pesquisa, pues todo parece estar-ya-disponible a la distancia de
un “click”, sino principalmente de etiquetado; es decir, de selección,
clasificación, jerarquización e hiper-vinculación. De la mano de la
desmesura del archivo, siguiendo la corriente de su expansión viral, la
crítica literaria ha profundizado la pregunta por sus propios límites y
alcances, y acelerado su persistente sospecha sobre el carácter canónico
del canon.
Por otra parte, desde el punto de vista de las instituciones
encargadas de la gestión de los archivos, nuevos interrogantes ocupan la
agenda de discusión. Por ejemplo, y entre otros, el de la sustentabilidad
económica en el largo plazo de la infraestructura necesaria para la guarda
virtual; y, también, el de los criterios para la asignación de recursos
económicos y humanos hacia aspectos del desarrollo archivístico cuya
justificación no resulta evidente. A partir de una mirada enfocada en