Antelo, “Toda criatura necesita…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 15 / Diciembre 2023 / pp. 7-52 14 ISSN 2422-5932
de Otto Flake; Alberto Magno. Weisheit und Naturforschung im Mittelalter de
Franz Strunz; Dichtung und Dichter. En Bann des Expressionismus de Albert
Soergel, este último libro citado por Borges, no sólo en el prefacio de Juárez
y Maximiliano (1946), sino también en su ficción “Deutsches réquiem”.
Cabe decir, de paso, que, aunque Fingerit no reseña a Benjamin, uno
de los colaboradores de la revista Síntesis, Ramón Gómez de la Serna, fue
analizado por Walter Benjamin en la revista holandesa Internationale Revue,
en 1927. La simpatía entre las greguerias del español y los fragmentos de Di-
rección única (1928) es evidente. Ahora bien, volviendo a los críticos filosófi-
cos de Síntesis, agreguemos que tanto Fingerit como Dujovne, ambos funda-
dores de la Asociación Hebraica (1923), eran judíos (Fingerit, 1927). Sin
embargo, Fingerit, que había estudiado en el Colegio Alemán de Rosario, y
luego en la Escuela Industrial de La Plata (1913-5) y en el Instituto Libre de
Enseñanza Secundaria (1915-7), que dependía de la UBA, era, como dije,
un converso al catolicismo; Dujovne, sin embargo, nacido en Moldavia, cre-
ció desde el primer año de vida en una de las colonias del barón Hirsch en
Entre Ríos. Son figuras, tanto él como Dujovne, que hay que leer junto a
Francisco Romero, Saúl Taborda, Miguel Ángel Virasoro, Ángel Vasallo o
Vicente Fatone, autores a los que se suele identificar sólo por una perspec-
tiva antipositivista. En cualquier caso, no debe sorprendernos que, en el
umbral de la gran crisis capitalista, en el núm. 31 de Síntesis (diciembre de
1929), Fingerit reseñe la Hauspostille de Bertolt Brecht, libro al que posible-
mente llega a través de Batalla de la libertad [Die Befreiungs-Schlacht] de Julius
Bab (1880-1955), uno de los fundadores, en 1933, de Der Jüdische Kulturbund.
Es muy posible que las lecturas de Julio Bab llevaran a Benjamin a escribir,
en 1929, un artículo titulado “El bajo nivel de la crítica literaria en Alema-
nia”, o incluso a condenar la opción constante por el atajo más fácil, el des-
cuido, como señala en su ensayo sobre la imagen en Proust (Die literarische
Welt, jun.-jul. 1929). Sea como fuere, en su reseña, Fingerit señala que
Bert Brecht es un hombre del presente. Le interesa esta vida en que ahora
nuestro mundo agoniza; se nutre de sus males y de sus bienes; hace versos,
y su poesía tiene del hombre, y tiene de la vida que interesa a este hombre,
de los males y de los bienes de esta vida que hace el hombre. Se inclina a las
expresiones más crudas. No siempre son necesarias sus crudezas. Pero su
talento es grande y es fuerte; de manera que su crudeza es exageración, pero
jamás afectación. Su poesía no es fácil de aceptar. Pero por poco que se
escuche, es ya muy difícil de rechazar. Se le quiere o se le odia: no se le
olvida. Su lenguaje es numeroso. Tiene Brecht sobre la lengua alemana un
dominio musical. Su visión es concreta, y su iluminación es subjetiva. Por
eso convierte la anécdota en signo. Brecht odia la palabra sentimiento, y no
quiere expresar ningún sentimiento. Quiere dar los signos de las cosas y de