Gayet, “Opiniones” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 327-332 327 ISSN 2422-5932
SOBRE LA EDICIÓN
OPINIONES
DE RUBÉN
DARÍO A CARGO DE GRACIELA MONTALDO
Eduntref, 2024
por
Andrea Nicole Gayet
Universidad de Buenos Aires / CONICET
Licenciada y profesora en Letras por la Universidad de Buenos Aires, doctoranda de CONI-
CET con el proyecto titulado: “Autorrepresentación, autoría y autoridad femenina en la temprana mo-
dernidad americana: textualidades de autoras monjas”
Correo electrónico: andreegayet@hotmail.com
ORCID: 0000-0001-8006-5127
DOI: 10.5281/zenodo.12795901
RESEÑAS
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Esta edición de Opiniones de Rubén Darío publicada por EDUNTREF
(Editorial Nacional de la Universidad Tres de Febrero) constituye el se-
gundo volumen del séptimo tomo (1905-1908) de las obras completas a
cargo de Rodrigo Caresani y Daniel Link que, desde el 2020 cuenta, y con-
tará, con la certificación de la sección de ediciones críticas de Modern
Language Association (MLA Committee on Scholarly Editions). Ante el
carácter incompleto de las colecciones previas de las “obras completas”
que, sus editores estiman, recogieron solo un sesenta por ciento de la obra
conocida del poeta nicaragüense; y ante el hecho de que gran parte de los
textos no poseen ediciones filológicas confiables, decidieron impulsar este
enorme proyecto, paralelo al desarrollo del archivo Rubén Darío Ordenado
y Centralizado, AR.DOC, uno de los acervos más relevantes actualmente.
A diferencia de las “obras completas” preexistentes que optaron en
su mayoría por publicar los textos organizados a partir del género, esta
colección se propone hacerlo en orden cronológico y, lo que es central,
brindando un abordaje filológico y crítico. Tanto Opiniones, en manos de
Graciela Montaldo, prestigiosa académica argentina radicada en la Univer-
sidad de Columbia, como los primeros dos volúmenes ya publicados, La
caravana pasa, y los escritos autobiográficos (La vida de Rubén Darío por él
mismo, Historia de mis libros, El oro de Mallorca), publicados bajo la responsa-
bilidad de especialistas, siguen un sistema unificado de normas de edición
y de criterios filológicos y críticos.
Particularmente, en Opiniones se presenta una reproducción fidedigna
de la primera publicación en volumen de estas crónicas en 1906, en Madrid
por Librería de Fernando Fé (1906); que se ha cotejado con las ediciones
aparecidas en vida del autor. Todas las variantes, localizaciones y datacio-
nes fueron introducidas a partir de un aparato de notas al pie ordenadas
alfabéticamente. Por lo que se brinda un cotejo con sus primeras aparicio-
nes en el diario La Nación y, adicionalmente, en los casos de “Las tinieblas
enemigas”, “Algunas notas sobre Jean Moréas”, “Rostand, ó la felicidad”,
“Rémy de Gourmont” y “Lo que queda de Heredia”, con la aparición pos-
terior en la revista salvadoreña La Quincena (1906); en el caso de la crónica
“Niñas = prodigios…” con la revista venezolana El Cojo Ilustrado (1903) y
con la revista peruana Prisma (1907), donde también se publicó “San
Telmo se porta bien”.
El libro presenta así diversos segmentos: una “Introducción” en la
que la editora da cuenta del contexto histórico de la producción de estas
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crónicas, de la figura de Darío y de su labor periodística con sus desafíos
e implicancias, junto con una reflexión acerca del lugar del artista en un
contexto de secularización, de mercantilización de la figura del escritor y
de disputa del estatuto de lo literario/poético. Además, establece líneas de
lectura que guían no solo al lector, sino que estructuran las notas que se
desplegarán en el aparato paratextual. Prosigue una “Nota filológica preli-
minar” donde se aclaran los criterios filológicos tenidos en cuenta para el
minucioso cotejo de variantes; y luego, el texto fuente, introducido con
una imagen de la portada de la edición de 1906. Continúa el aparato para-
textual con las “Notas de la editora”, correspondientes a las notas numé-
ricas, donde se repone información en torno a las figuras sobre las que
escribe Darío, así como su compleja red de relaciones y contactos dentro
y fuera de París, el contexto socio-histórico de los eventos a los que remite,
los libros que nombra; localiza las citas explícitas y las referencias que deja
al pasar; establece relaciones anafóricas y catafóricas dentro del mismo
volumen; y hace dialogar a las crónicas con la obra dariana en su totalidad.
Luego, se accede a un “Apéndice documental: Textos” y un “Apéndice
documental: Imágenes” donde, en palabras de la editora, se ha buscado
que estos escritos e imágenes sean “rescatados y restituidos de su condi-
ción efímera con el objetivo de hacer dialogar los textos darianos con otros
dispositivos de la cultura visual y material de su tiempo” (31). Allí se con-
signan tanto el material epistolar en torno a la producción del volumen y
su circulación, como textos sobre su recepción y fotografías de las publi-
caciones en La Nación, como es el caso de la crónica sobre Irurtia. Y hacía
el final, se añade, además de la bibliografía, un índice onomástico.
Opiniones se compone de veinticinco crónicas escritas y publicadas en
el diario La Nación desde 1902 hasta 1905. Durante estos años, el escritor
nicaragüense vivió en París. Allí ya había escrito crónicas como corres-
ponsal, destinadas al diario argentino y luego publicadas en Peregrinaciones,
pero oficiando como cónsul de su país (exceptuando las últimas cinco que
fueron escritas en España). Entre las crónicas encontramos algunas que
abordan obituarios (“El ejemplo de Zolá”, “El poeta León XIII”, “Las
tinieblas enemigas” y “Lo que queda de Heredia”), y perfiles intelectuales
(“Gorki”, “Algunas notas sobre Jean Moréas”, “A propósito de Mme. de
Noailles”, “Rostand, ó la felicidad”, “Rémy de Gourmont” y “Nuevos
poetas de España”) y artísticos (“El escultor argentino Irurtia”, “Clésinger
y su obra”, “Miss Isadora Duncan” y “Henri de Groux”); mientras otras
abordan una reflexión sobre el contexto social y cultural (“Libros viejos á
orillas del Sena”, “Un cisma en Francia”, “La prensa francesa”, “Niñas =
prodigios…” y “La evolución del rastacuerismo”), así como también im-
presiones de viajes (“En Asturias”). Darío define esta serie de textos como
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“mis opiniones y mis sentires, sobre cosas vistas é ideas acariciadas”; mien-
tras que Montaldo ve allí las obsesiones y temas que interpelaban fuerte-
mente al autor en los distintos contextos en los que actuaba.
A lo largo de estas crónicas, se rastrean problemáticas contextuales
y tópicos como la presencia de las masas, la inclusión de las mujeres en el
ámbito intelectual, el affaire Dreyfus, el cosmopolitismo (o cómo París se
“ayanquiza”), y la relación entre la figura del escritor y el mercado (desde
su mirada crítica hacia la fama de Rostand que describe como un “looping-
the-loop”; hasta la preocupación ante la potencial “vulgarización” de la
figura de Gourmont). Sin embargo, las últimas crónicas de Asturias difie-
ren y Montaldo intuye que se debe a que el volumen era muy pequeño y
se buscó así darle más extensión; aunque identifica también una voluntad
explícita de Darío en la selección y orden de las crónicas ya que no siguen
la cronología de su aparición en el periódico.
En la “Introducción”, la editora plantea una serie de ejes de lectura
que serán transversales en sus notas y claves para el/la lector/a: estas cró-
nicas constituyen “una zona de transición entre la institución literaria y la
cultura de masas”, “la función periodística tiene aquí un doble valor (Darío
activa su escucha social porque está escribiendo para la prensa; pero tam-
bién él mismo es lector de la prensa europea y latinoamericana, y entra en
diálogos con ella)” y explora “el devenir artista desde un modelo ideal que
se encarna en las variantes reales de su presente” (Montaldo, 2024: 11).
Estos ejes de análisis, además, fueron abordados previamente por Mon-
taldo en su obra crítica dedicada a Darío y el modernismo, como La sensi-
bilidad amenazada (1994), Ficciones culturales y fábulas de identidad en América
Latina (1999) o Darío, cosmopolita extremo (2013).
Dentro de esta zona de transición entre la cultura de masas y la ins-
titución literaria, Montaldo ubica también un rasgo característico de esta
escritura periodística cuya perspicacia “no está primariamente en su saber
(que lo tiene, lo busca y lo expone), sino en la combinatoria de muchos
elementos ensamblados de manera absolutamente original” (2024: 27). Un
ejemplo puede ser “Miss Isadora Duncan” y el modo en que la presenta a
los lectores: esta artista contemporánea y conocida es contemplada a partir
de la mitología grecolatina y luego de figuras renacentistas; o, para atraer
nuevamente al lector porteño, a Juana Manuela Gorriti “según testimonio
del poeta Ricardo Jaimes Freire”. Por suerte, la curiosidad de quienes no
tengan conocimiento de aquel testimonio, que además Darío no narra, será
saciada gracias a la nota de la editora que rastrea y cita este episodio alu-
dido por el autor.
Así las notas al final van mapeando los distintos tipos de relaciones
que Darío va tejiendo, aunque por momentos sean totalmente opacas. De
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allí que para el/la lector/a de esta edición de Opiniones, el volumen se des-
pliega como un documento dual donde gran parte de las referencias y los
materiales con los que trabaja Darío (prensa periodística de la época, au-
tores, artistas, libros que lo acompañan en ese momento) pueden quedar
ocultos por el paso del tiempo; pero iluminados gracias al aparato para-
textual. Tal como puede notarse en la crónica de apertura que relata el
entierro de Zola, Montaldo destaca la mirada de Darío sobre las masas,
sobre la figura del escritor comprometido, pero además el tratamiento que
él hace de este acontecimiento: “el texto que leemos no es la narración de
ese evento, sino un documentado trabajo de fuentes” (2024: 238). Y así
sucede con el resto de las narraciones, durante las 502 notas, en las que la
investigadora argentina rastrea la labor de Darío; por lo que las “Notas de
la editora” se asemejan a la imagen que ella misma da del escritorio da-
riano, con sus libros abiertos y diarios desplegados. El/la lector/a tiene
así una mirada de los materiales que manejaba a la hora de escribir, pero
también una vista panorámica del volumen en sí, ya que a menudo la edi-
tora tiende lazos entre diversas crónicas, además de relacionarlas con la
obra restante de Darío.
Es destacable, además, el modo en que esta información adicional es
ingresada en el aparato crítico ya que se utiliza un sistema de etiquetas o
de palabras claves que no solo guían al lector/a con respecto a la dirección
que tendrá la nota al final; sino que constituyen, en palabras de la editora,
una “apuesta a presentar las condiciones de la escritura dariana bajo la
forma de una compleja constelación cultural”. Así, por ejemplo, al hablar
de Gorki, Darío pasa por Bacon y luego por Shakespeare y, en la nota 50,
se lee: “Oblicuo. Alusión a una línea que pronuncia Hamlet en la quinta
escena del primer acto de Hamlet de William Shakespeare: “There are
more things in heaven and earth, Horatio, than are dreamt of in your phi-
losophy”. No se cita. Simplemente se hace referencia” (Montaldo, 2024:
245). De esta manera, la editora va categorizando y analizando estas ope-
raciones de escritura; así como también las operaciones de lectura que rea-
liza Darío en las que pone en juego cualquier tipo de referencias de la
cultura de masas (por ejemplo, al referirse al “cake-walk”) y de artículos
periodísticos, o de la “alta literatura”, en donde dialoga con la tradición
literaria, citando en latín a Juvenal, o en francés o en inglés. No obstante,
la mirada también está atenta al estilo allí donde lo ve fulgurar: en sus
enumeraciones, en el uso de neologismos, en la generación de un ritmo
particular, o en la longitud determinada de las frases.
Para Montaldo, estas crónicas constituyeron un espacio creativo no-
vedoso, pero, sobre todo, una nueva estética donde se evidencian, además,
los dos principios básicos de la ideología cultural de Darío: la concepción
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de la cultura como la novedad que se inserta en la tradición, trazando así
genealogías discontinuas; y la conectividad de los hechos europeos con los
americanos. Dos elementos que son rastreables en cada uno de los textos.
Darío tiene presente en todo momento a su público porteño, tanto para
acercar reflexiones sobre tópicos estableciendo comparaciones o referen-
cias con figuras cercanas a ellos, como también para ofrecerles algo que
los deleite. Así dice explícitamente en una de las crónicas de Asturias: “Yo
voy á lo que más puede interesar vuestra curiosidad y halagar vuestra fan-
tasía. Os ofreceré un poco de maravilloso” (Darío, 2024: 207). Y lo mara-
villoso, como sucede en esa crónica, no es la excesiva cantidad de reliquias
de la catedral de Oviedo, sino la escritura dariana y su mirada sobre estos
hechos que, en esta edición, gracias al agudo trabajo crítico y filológico de
Graciela Montaldo, queda al descubierto.
Bibliografía
MONTALDO, GRACIELA (ed.) Opiniones. Obras completas. Tomo VII (1905-
1908), Vol. II, Eduntref. 2024
DARÍO, RUBÉN. “En Asturias”. Opiniones. Obras completas. Tomo VII (1905-
1908), Vol. II, Eduntref. 2024
