Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 165 ISSN 2422-5932
EL OSCURO SUEÑO DE LA POLÍTICA: PERFILES DE LA BIO-
GRAFÍA DARIANA A LA LUZ DE LOS NUEVOS DOCUMENTOS
DEL ARCHIVO
THE DARK DREAM OF POLITICS: PROFILE OF DARÍOS BIOGRAPHY IN THE
LIGHT OF NEW ARCHIVAL DOCUMENTS
María del Rocío Oviedo Pérez de Tudela
Universidad Complutense de Madrid
Catedrática de literatura hispanoamericana. Doctora en Filología Hisnica y en periodismo.
Correspondiente de la RAE (Academia norteamericana, nicaragüense y hondureña). Cuenta con cerca
de doscientas publicaciones, unas cuarenta dedicadas a Rubén Darío y el modernismo. Ha coordinado
diferentes proyectos sobre Rubén Darío y el Archivo de la Universidad Complutense, así como revistas
del modernismo. Destaca su biografía sobre el vate nicaragüense publicada en 2021 por Cátedra. Ha
dirigido más de cuarenta tesis doctorales y ha sido profesora y conferenciante invitada a universidades
de Nicaragua, xico, Argentina, Estados Unidos, Francia, Italia, España, Egipto y Corea.
Contacto: mroviedo@filol.ucm.es
ORCID: 0000-0001-5188-5038
DOI: 10.5281/zenodo.12795827
DOSSIER
Rubén Darío:
el archivo, lo efímero y la vida
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 166 ISSN 2422-5932
Fecha de envío: 30/05/24 Fecha de aceptación: 05/07/24
Nuevos documentos Ru-
bén Darío
Política. Castelar
Alfonso XIII
Santos Zelaya
Porfirio Díaz
Los documentos encontrados, hace casi dos cadas, pertenecientes al Archivo personal de Rubén
Darío de la Universidad Complutense, completan aspectos de la biografía dariana. Aunque de muy
diversa índole se han seleccionado aquellos que guardan relación con la política especialmente los
dedicados a Castelar, Alfonso XIII y el Conde las Navas, así como a Santos Zelaya, y la situación
del poeta en el momento de su llegada a México con motivo del centenario de la independencia mexi-
cana.
RESUMEN
PALABRAS CLAVE
Daríos’s new documents
Politics
Castelar
Alfonso XIII
Santos Zelaya
Porfirio Díaz
arrival in Mexico on the occasion of the centenary of Mexican independence.
ABSTRACT
KEYWORDS
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 167 ISSN 2422-5932
En el año 2005 encont una caja procedente de la casa de Carmen
Conde
1
con nuevos documentos que pertenecieron a Rubén Darío, nu-
merados, si bien no todos, y sellados, acorde con la catalogacn que ella
misma y Oliver Belmás hicieran. Actualmente están distribuidos en las car-
petas 80, 81, 82 y 83 y se custodian en la Biblioteca Hisrica de la Uni-
versidad Complutense, junto a los más de 4.700 cuyo catálogo publi
Rosario Villacastín, si bien no se incluían estos últimos.
Entre estos materiales desconocidos se encuentran algunos que con-
tribuyen a fijar, completar o perfilar la biografía de Rubén Darío. Es el
caso de dos escritos de Tobal, una tarjeta postal desde Granville, o su carta
fechada en 1913. Otros documentos refieren su trato con escritores y, a
su vez, corresponsales de La Nación, como el argentino Juan José Soiza
Reilly (1879-1959),
2
un profico y activo novelista que se enorgullecía de
su papel en el perdico. O bien Carlos Antonio Villanueva
3
quien, en dos
cartas, comenta su autoa de La monarquía en América. Bolívar y el general San
Martín y el deseo de la colaboracn de Dao en su difusión.
Algunos de estos escritos esn relacionados con aspectos familiares
de la biografía dariana. El conjunto incluye alguna carta de Juana del Pozo,
la madre de Francisca (ARD. UCM. núm. 4947). Se conserva así mismo
una breve misiva (ARD. UCM. núm. 4957), pues faltan las páginas prece-
dentes, donde Mamá Bernarda le pide a su hijo que ponga orden en su
vida. La carta truncada debería ser anterior a 1907 y, probablemente, más
que de Francisca le hablaría seguramente de Rosario. Sin embargo, las que
pueden considerarse más interesantes son dos cartas, una de Rosario y otra
de Francisca (ARD. UCM. núm. 4941). La carta de Rosario es una muestra
de la accn que llevó a los amigos de Darío a calificarla de “perseguidora”.
Se trata de un escrito en el que alterna la amenaza y el sarcasmo, de una
mujer claramente herida por la infidelidad y por la ostentacn que, al otro
lado del Atlántico, se ha hecho de la relacn entre Darío y Francisca. Una
relación y una amenaza de divorcio que, a quien fuera reacia a emprender
un viaje a Buenos Aires ante el temor al futuro, ahora le hace embarcarse
1
Carmen Conde y Oliver Belmás convencieron a Francisca nchez para que donase los documen-
tos que se hallaban en un baúl, a cambio de ciertas prestaciones. A partir de ese momento realizaron
una ingente labor de catalogación y estudio de la obra de Dao y de sus documentos. Estos avances
se plasmaron en los libros de Oliver, Este otro Rubén Dao (1960) y Ultima vez con Rubén Dao (1978)
(póstumo, con ensayos de Oliver, recopilados por Carmen Conde) y de Carmen Conde, Acompañando
a Francisca nchez: (Resumen de una vida junto a Rubén Darío) (1964).
2
Logró entrevistar a grandes personajes de su tiempo, desde el Papa León XIII a Alfonso XIII. Fue
corresponsal de Fray Mocho, como cronista de la Primera Guerra Mundial, que también cubrió para
La Nación.
3
Fue un historiador venezolano y autor también del ensayo Napoln y la independencia de América
(1912). Perteneciente a la Academia de Venezuela y de Colombia.
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 168 ISSN 2422-5932
en una travesía sobre la que no puede adivinar el resultado. Esta carta y la
de Francisca se complementan y son paralelas en el tiempo. En la de Fran-
cisca se advierte mo el autor deja en sus manos las cuestiones de in-
tendenciay mo su actitud es de total seguridad con su posición frente
a la esposa de Darío, a la que se refiere con cierto tono desenfadado y con
revelaciones que acusan a Rosario de hacerse arreglos en la boca (cuyos
gastos son imputados a su marido). Estas cartas fueron dadas a conocer
por Carmen Conde en el ensayo “Rubén Darío y la dramática persecución
de Rosario Murillo,
4
si bien no indicaba la numeración de estos docu-
mentos que no se encuentran en el catálogo oficial del Archivo.
Estas nuevas carpetas reúnen más de trescientos originales, escasos
escritos literarios y casi ninguno de Darío. La temática es variada, acorde
con lo que encontramos en otros archivos y, desde luego, con el de la
Biblioteca Hisrica. Una vertiente de estos documentos resulta clara-
mente interesante y a ella se dedicarán las siguientes neas: los documentos
relacionados con la política.
Nombramientos y cartas curiosas
La crítica se ha referido en numerosas ocasiones a la posicn política de
Darío, especialmente en relación con sus poemas más paradigmáticos la
“Salutacn del optimistay la “Salutacn al águila y la apreciable con-
tribución de Arellano y Kraudy
5
en la recolección de los Escritos políticos.
Obviamente, el pensamiento del poeta experimentará una evolución,
acorde con las circunstancias vividas. Desde los remotos tiempos de Chile,
aparentemente afiliado al anarquismo y a las reivindicaciones socialistas,
hasta muestras de cierto liberalismo y reconocimiento de los logros “Cali-
banesde Estados Unidos; pero, en todo caso, siempre atento a la cues-
tn social, el derecho a las libertades y su ideal centroamericanista que
resume en su último poema “Pax”, en lo que podríamos calificar de uni-
versalismo o panuniversalismo. Circunstancias que no impiden que, ya en-
fermo y aislado, tenga que acogerse a la dictadura de Cabrera hasta ser
rescatado por Rosario que le traslada a León, a su Nicaragua natal.
En esta vertiente política se encuentra, entre otros documentos, la
carta catalogada con elmero 5000 que redacta Lanza,
6
(el 25 de febrero
de 1906, ARD.UCM, núm. 5000). Se trata de una carta de agradecimiento,
en nombre del rey (reinado de Víctor Manuel III), por haberle remitido la
5
Cabe destacar a mismo el libro de Kraudy, Pensando nuestro tiempo: reflexiones acerca de la modernidad,
la democracia y las elecciones, a partir de una lectura de Rubén Dao (2001).
6
Este personaje no sea el ministro de la casa real de Italia, Domenico Giovanni Giuseppe Maria
Lanza, fallecido en 1872.
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 169 ISSN 2422-5932
Oda a Mitre, y por manifestar su simpatía hacia la casa de Saboya. El primer
viaje de Darío por Italia había tenido lugar 6 os antes, en 1900, cuando
se le comisiona para informar sobre el o Santo, durante el pontificado
de Ln XIII.
7
En fechas semejantes, Antonio Aura Boronat (ARD.UCM. núm.
5023), diputado de las Cortes Españolas por Alcoy, expresa su agradeci-
miento por haber elogiado a Castelar.
8
Como señala Noel Rivas Bravo, la
conexión con Castelar venía de antiguo gracias al prestigio obtenido por
el espol en el ámbito nicaragüense. El presidente Vicente Cuadra había
solicitado que fuera él quien eligiera “a los profesores espoles que llega-
an a fundar el Instituto Nacional de Oriente de Granada (1873), donde
Rubén recibió clases de matemáticas impartidas por el Licenciado sar
Sánchez quien, a su regreso a Espa, fue profesor de Alfonso XIII. Anéc-
dota que a nuestro poeta le gustaba recordar con cierta complacencia”
(Rivas Bravo, 1999: 5-6). De igual modo, se comisionó a Castelar para
seleccionar los libros con los que se funda la Biblioteca Nacional de Ma-
nagua. Para el acto inaugural Darío compuso las cien décimas de su
poema El libro”. Antecede a la fecha del primer encuentro con Castelar
en 1892 su artículo El triunfo de Prendez” donde señala, entre quienes
nan verso y música, a Castelar y a Martí.
9
Con el político y presidente de la primera República concura no
solo en sus ideas, sino también en su admiración por Victor Hugo: el man-
datario había escrito el plogo a las obras del escritor frans traducidas
por Teodoro Llorente. Por su parte, Aura Boronat, autor de la carta que
enlaza a Castelar y Darío entre los nuevos documentos, había traducido la
obra William Shakespeare, del poeta y narrador galo (Cfr. Luis Pegenaute).
Con el escritor francés coincidía Castelar en su propuesta, tal y como se
manifiesta en el ensayo que, bajo el título Carta de Victor Hugo a Es-
paña”, se había publicado en el perdico La liber: Si Espa renace
como monarqa, es pequeña. Si renace república, es grande. De ella de-
pende” (F. Lafarga, 2009: 7). Esta circunstancia promueve que una obra
del novelista galo, Histoire d’un crime, sea prologada nuevamente por Cas-
telar.
Por su parte, inz de Medrano sala que Emilio Castelar supone
para Darío “la gran opcn […] por la Espa progresistapuesto que con
7
Cfr. Teodosio Fernández, Run Darío en Italia (septiembre-octubre de 1900)” (2016), y Roo
Oviedo y Julio Vélez inz, Rubén Darío, la vida errante (2021).
8
Dao trata a otros políticos españoles como novas, pero no existen documentos nuevos que le
relacionen con esta figura.
9
Señala Rivas Bravo (2010) los sucesivos encuentros que, en 1892, mantuvo con Castelar. El pri-
mero en su casa, más tarde en la de Pardo Bazán, a los que siguen su asistencia a los discursos
pronunciados en Toledo y Madrid. El segundo encuentro tend lugar en 1899.
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 170 ISSN 2422-5932
él “tuvo una excelente relación en el 92, persona, por lo demás, altamente
apreciada en Hispanoarica, hasta el punto de que, según revela el propio
Darío, en la sala de redacción de La Nacn existía un espléndido retrato
del mismo(inz de Medrano, 1998: 7).
Sin embargo, no solo estas coincidencias consolidan la relación con
el político espol. Previamente a la edición de la obra dariana Castelar,
publicada en la Administración de Rodriguez Serra en 1900, habían apare-
cido varios ensayos en La Nacn de Buenos Aires relativos a este contacto.
El primer encuentro del poeta con el potico se publica en La Nacn
el 5 de diciembre de 1892. Un encuentro que Darío relata con todos sus
pormenores, y donde su prosa reviste elementos pictóricos. Perfila no solo
un gran retrato del personaje sino, al mismo tiempo, una alabanza del es-
tilo que muestra el político. El colorido y el ritmo de la prosa convierten
al texto en una muestra del modernismo que termina con una escena cos-
tumbrista.
¡Como soñaba yo desde el principio de mi juventud, en llegar a ver un día
la faz del hombre de la maravillosa lengua! Oirle, mirar los ojos vivos suyos
bajo la gran frente y sobre los grandes bigotes que las ilustraciones han
multiplicado [] Venir a Espa y no visitar la Alhambra y el museo de
pinturas [] y a Castelar es no venir a Espa […] Castelar ciega. Leido,
es como leer el Niágara; un Ngara primástico y musical ¡Que oleaje de
pensamientos; que espuma de adjetivos que corriente soberbia de colores!
Poeta de los más grandes que ha tenido la lengua castellana, sus poe-
mas están escritos en una prosa radiante y opulenta, csica y revoluciona-
ria al mismo tiempo, en la cual alterna el giro antiguo con el neologismo,
la correcta elegancia arcaica con la carrera desbocada de la cuadriga de
Pegasos que arrastra el carro del pomposo vencedor. Ha sido ariscrata
en arte por ser grandísimo artista, y porque si en algo no cabe la democra-
cia es en el arte […] Y la linda horchatera que me ha hecho ver los mejores
ojos de Madrid, me alaba así el Jerez que me sirve: Señorito, como si fuera
pa Caste! (Un almuerzo con Castelar: ante el Astol: el orador y el
artista: apuntes íntimos”) (La Nacn, 5, diciembre,1892)
En estos momentos Castelar anticipa una visión claramente arielista, en la
que advierte del poderío anglosajón y la amenaza que supone para los paí-
ses americanos. Una serie de ideas que fomentarán las palabras de Darío
cuando redacte su famoso ensayo “El triunfo de Calibánque le abre las
puertas a su regreso a Espa. El reconocimiento a Castelar vuelve a mos-
trarse, ya en estas fechas cuando regresa a España, en un artículo que se
publica en La Nacn el sábado 18 de febrero de 1899, De Rubén Darío:
en la legación argentina: arte y periodismo: Castelar convaleciente. En
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 171 ISSN 2422-5932
este texto sala la decadencia física del mandatario, si bien, afirma, man-
tiene su energía y su espíritu.
En el artículo de 1892 cita directamente las palabras del gobernante
que destacan su conexión con América: “Usted va a hacer una cosa Darío,
que le pido yo. Escriba a los americanos la verdad de la libertad en Espa.
Dígales mo aquí somos libres, con todo y existir la monarquía. // ¡Ah
y mo lo son los espoles! Y mo comparar esta libertad con la de las
repúblicas nuestras da tanta tristeza y tanta verenza”. Sin embargo, en
la Autobiograa, introduce este interés en una glosa que refleja la charla
mantenida con él: “me hab de diferentes cosas referentes a América, de
la futura influencia de los Estados Unidos sobre nuestras repúblicas, del
general Mitre, a quien había conocido en Madrid, de La Nación, diario en
donde había colaborado(Dao, 1950: 85-86).
En su autobiograa rememora nuevamente el primer encuentro de
1892, si bien modifica el personaje que invita al almuerzo: ya no se trata
de Castelar sino de un político Buenaventura Abarzuza
10
y de un banquero,
Adolfo Calzado.
11
Ambos relatos repiten la referencia a las célebres “per-
dices de la duquesa de Medinacelique esta mujer de la nobleza envía al
mandatario para su consumo. En estos casi veinte os entre un escrito y
otro la admiración por el político sigue intacta: iba con la emoción que
Heine sintal llegar a la casa de Goethe. Cierto que la figura de Castelar
tenía, sobre todo para nosotros los hispanoamericanos, proporciones gi-
gantescas, y yo creía, al visitarle, entrar en la morada de un semidiós(Da-
o, 1950: 85).
Entre los nuevos documentos relacionados con la política sorprende
también la concesión de la medalla de plata de Alfonso XIII por parte de
don Praxedes Sagasta, presidente del congreso de ministros durante 1901
y 1902 (ARD. UCM. núm. 4989). El diploma se firma con fecha de 19 de
julio de 1902, y en él se refiere a Darío como diplomático y escritor. El
primer nombramiento diplomático de Rubén Darío había tenido lugar en
1893 cuando recibe el cargo de nsul de Colombia en Buenos Aires.
En el diploma de la medalla de plata figura en la orla mayo y no julio
y no constan relaciones directas con el gobierno de Espa antes de su
nombramiento como embajador (1907) ante la Corte. Probablemente se
10
Buenaventura Abarzuza Ferrer (La Habana, 1843 - Madrid, 1910), diputado por Alcoy y diplo-
tico, fue presidente del poder ejecutivo durante la Primera república bajo Castelar. Paulatinamente
se decantó por la monarqa y llegó a ser durante un o ministro de Ultramar con Práxedes Sagasta.
11
Haa sido editor del periódico Los fondos públicos en París entre 1871 y 1882, y publi dos libros
La crisis de la bolsa (1882) y Espa renaciente (1888). Su relación potica con Castelar favorece su
elección como diputado por Les Borges Blanques (1886-1893) y por Balaguer (1898). Más tarde
sería nombrado Senador por rida entre 1901 y 1902, fechas que coinciden con las datadas en las
cartas. Era también periodista, narrador y poeta.
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 172 ISSN 2422-5932
debiera a un encuentro fortuito con Dao, durante su primera visita a
España en la temprana fecha de 1892, o bien que haya sido recomendado
por sus amigos. En todo caso, es un misterio la ausencia de referencias a
este diploma. Diez os más tarde, y al siguiente de la concesión de la
medalla por Sagasta Santos Zelaya, le otorga el nombramiento de cónsul
de Nicaragua en Pas (1903), mientras que a Vargas Vila también se le
nombra cónsul en Madrid (1904). Ambos fueron designados miembros de
la Comisn de límites con Honduras presidida por Alfonso XIII.
Si el diploma pudo deberse a la recomendación de algún personaje
en contacto con la realeza, este no poda ser otro que el Conde de las
Navas,
12
a quien en 1905 remite una carta en la que se refiere a su primer
encuentro (1892) gracias a la tertulia que organizaba Juan Valera los sába-
dos en su casa de la Cuesta de Santo Domingo en pleno centro madrileño.
s adelante, el Conde le felicitará por el nombramiento como embajador
ante la Corte espola. No deja de resultar curioso que, precisamente, un
artículo publicado en La Nacn de Buenos Aires, en el mismo año y en
meses cercanos a la fecha en que el Conde de las Navas le escribe, haya
elegido como tema al rey de Espa: “El reyse publica el 3 de junio de
1905. Tras la comisión de límites salada en el párrafo precedente, el
contacto con el jefe del gobierno español culmina tras su nombramiento
como embajador y la recepción de sus credenciales ante él que, como el
mismo Rubén indica, tiene lugar el 2 de junio de 1908. Un encuentro que
merece un nuevo “retrato literariodel rey publicado el 28 de febrero
de 1909 en La Nacn, con el título “Alfonso XIII”, seguido del folleto que
edita en 1909 en la editorial Ateneo.
Son retratos que se compaginan con la carta que le escribe el Conde
de las Navas a Rubén Darío, como director en funciones de Mundial en
1911. El contenido de la carta hace sospechar el papel de intermediario
que debió tener este “ariscrata andaluz” entre el nicaragüense y el rey de
España.
Fechada en París el 18 de abril de 1911, Darío le agradece el eno
de los dos tomos que integran el Catálogo de la Real Biblioteca (1911) y que
por bondad de Su Majestad el rey don Alfonso XIII había recibido con
la siguiente dedicatoria escrita por el mismo Conde: Quiere el augusto
Sor que tal presente signifique para usted prueba y recuerdo de la admi-
racn que le inspira como gran poeta de nuestra lengua (Rivas Bravo,
1999: 257).
El caso de xico
12
Juan Gualberto Gómez de Valdemoro (conde de las Navas) fue bibliógrafo, bibliófilo, narrador e
historiador. Había sido nombrado Bibliotecario Mayor (1893) de la Biblioteca del rey.
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 173 ISSN 2422-5932
En relacn con el presidente de la república nicaragüense y con su situa-
ción como embajador, varios de los nuevos documentos se refieren al viaje
de Rubén Darío a México. Estas nuevas carpetas nos ofrecen una rica do-
cumentacn sobre las relaciones del poeta en este país, y tienen que ver
con los sucesos en Nicaragua y la renuncia de Santos Zelaya, ante la pre-
sn de Estados Unidos. Esta circunstancia le deja en una comprometida
situación como él mismo explica en su autobiograa. Los nuevos telegra-
mas, que componen este rico acerbo documental, dan muestra tanto del
éxito literario de la visita como del fracaso de su acción diplomática. La
caída de Santos Zelaya produce su sustitución por José Santos Madriz
antiguo compero de aula de Rubén como “jefe interino del poder eje-
cutivo, nombrado por el congreso de Nicaragua el 21 de diciembre de
1909. Desde su posición como embajador de Nicaragua y al no recibir
noticias de su gobierno, el poeta no hace sino endeudarse continuamente,
ya que no recibe el sueldo que se le debe. Esta circunstancia ocasiona que,
el 25 de febrero de 1910, el poeta renuncie a su cargo y, en marzo, se
encamine a Pas con la intención de preparar tambn una casa para que
le acompe su familia.
Dos años antes, el 14 de noviembre de 1908, y probablemente como
respuesta a la solicitud de algún empleo para un amigo de José Madriz,
había escrito a este en rminos que explicaban su conflictiva situación y
la escasa credibilidad que tenía ante los círculos diplomáticos de Nicara-
gua:
El General también tiene en su círculo otros elementos que me son con-
trarios; que no tienen ninguna idea de lo que yo soy y de lo que yo valgo
fuera de Nicaragua y sobre todo en Espa; y que no cesan de repetirle la
mala y gastada leyenda de bohemias y de borracheras. Allí se cree que yo
hago una vida de escándalo y de vicio, como si eso lo permitiesen primero
mi orgullo personal, y desps una corte tan exigente y seria como la de
España. ¿No pueden pedir, ni quieren, informes a gentes de dignidad en
Madrid? ¿No estuvo viviendo en la Legación Santiago Arello?
(ARD.UCM. núm. 376)
La carta revela la amistad con que se diria a su antiguo colega. El rechazo
que le manifestara el depuesto presidente no impide que, más adelante, y
en pro de su proverbial generosidad, reciba a Santos Zelaya y le acompe
a París. Aún más, le ayuda en la redacción, traduccn y difusión del fo-
lleto: Refutacn al presidente Taft (1911) y probablemente en la obra La revo-
lución de Nicaragua y los Estados Unidos (1910), en el que acusaba a Estados
Unidos y al dictador guatemalteco Manuel Estrada Cabrera, de haber tra-
mado el derrocamiento de su gobierno. Rubén Dao había publicado dos
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 174 ISSN 2422-5932
artículos: el primero aparec en La Nacn el 1 de abril del mismo o,
“La antidiplomacia: una nota de Mr. Knox: (para La Nacn)”, y el se-
gundo, el 27 de mayo de 1910, “Las palabras y los actos de Mr. Roosevelt,
publicado en Paris Journal. Se pueden leer estos escritos como antecesores
de la carta que se conserva en el Archivo Rubén Darío donde Santos Ze-
laya el 9 de julio de 1910 le escribe a Darío, ahora sí con cordialidad y
confianza:
He ldo los cablegramas publicados respecto de la revolución de Nicara-
gua, y por datos privados de personas conocedoras de la potica de Wa-
shington se confirma la próxima intervención de los yankees para estable-
cer un Protectorado en el ps de los lagos. ¡En fin estamos condenados a
ser devorados por el Monstruo!
¿Qué impresn le haría a Roosevelt el artículo de ud? (ARD.UCM.
núm. 2459)
Las relaciones con Santos Zelaya cobran un margen de confianza, hasta el
punto de residir por unos días con la familia del exmandatario en Barce-
lona y ser atendido por ellos al regreso de Mallorca, en ausencia de Fran-
cisca. Entre los documentos digitalizados del archivo se conservan nueve
cartas de Genaro Cavestany.
13
El número se completa con otro nuevo do-
cumento en el que se invita a Darío para que, en Pas, comparta con el
expresidente nicaraense un almuerzo en su casa y, si puede, avise a De-
bayle, pues desconoce en qué hotel se aloja (7 agosto 1910) (ARD.UCM.
núm. 5010).
Las cartas que Cavestany ha dirigido a Darío previamente se distri-
buyen en dos contenidos, los relacionados con publicaciones y escritos
posiblemente también de traducciones, con indicaciones aparentemente
de unas prosas o novelas con el poeta nicaragüense
14
y, sobre todo, la
cuestn política que promueve varios folletos sobre Nicaragua y su opo-
sición a la propaganda de Gómez Carrillo a favor de Estrada Cabrera.
15
La primera carta se data en 1908.
13
Corresponsal de La ran de Buenos Aires y de El correo espol de xico.
14
En 1912 le invita a tres conferencias que dicta sobre El pueblo poeta”, Teresa de Jesús” y
Zorrilla” (Teatro mina de Paris, 19, 23 y 27 de noviembre de 1912). Parece ser que Darío no
haa asistido a las primeras porque le pide que le devuelva la invitación si no piensa comparecer.
15
Los folletos se encabezan con el tulo La cuestión de Nicaragua en una trilogía, como él mismo
sala, y tienen como subtitulo: mez Carrillo y su folleto, Gómez Carrillo miente y Gómez Carrillo sigue
mintiendo, Ricardo Blasco es un embustero. Publicados en París.
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 175 ISSN 2422-5932
Otras cartas tratan del General Reyes:
16
“Ya sabrá Vd el triunfo del
General Reyes. Debe haber llegado anoche de Madrid y debe salir inme-
diatamente para Méjico. No creo que este sea tan ingrato conmigo como
Zelaya. La he trabajado mucho y espero que no me olvidará. Siempre suyo
Cavestany(ARD.UCM. núm. 4534). Bernardo Reyes, aunque fiel a Por-
firio Díaz, había sido comisionado por este a París, probablemente para
evitar competencias dado su éxito en la gobernación en Nuevo Ln. A la
caída del dictador regresó a México, momento al que se refiere el espol.
Posteriormente se enfrentó a Madero quien lo encarce. Fue liberado días
antes de la llamada “Decena trágicay no dudó en enfrentarse a los ma-
deristas, lo que ocasionó su muerte en la batalla. Darío escribe su necro-
gica en el artículo que, el 13 de abril de 1913, publica en La Nacn de
Buenos Aires:
He tenido la honra de ser amigo personal y de frecuentar las relaciones del
General Reyes, durante su permanencia en una villa de Neully, en los al-
rededores de París […] Fuí presentado a él por el General Zelaya y encon-
tré en él un soldado leal, un hombre sencillo a pesar de su arrogante as-
pecto militar, aficionado a las letras y autor él también de varias obras,
espíritu generoso y amante de su patria (Mea Sánchez, 1963: 18).
En el Archivo de la Universidad Complutense y en la correspondencia
publicada por Ghiraldo se encuentran varias referencias al general Reyes.
Tal vez el trato con Bernardo Reyes, y su incondicional apoyo a Porfirio
Díaz, tuvieran su efecto en la actitud de Darío, que es recibido con aplau-
sos por los jóvenes intelectuales más partidarios de la revolución y el en-
frentamiento con el poder.
Zelaya, el expresidente nicaragüense, pasaba tambn por esos as su exi-
lio en Europa, y en su epistolario con Darío, que se ha conservado muy
fragmentariamente, encontramos, en efecto, referencias constantes al ge-
neral Reyes. El generalato y las circunstancias políticas parecidas unían a
Reyes y a Zelaya, el paisanaje, a Zelaya y Darío. (Mejía Sanchez, 1963:
18).
17
Si como se ha indicado, en carta fechada el 25 de febrero de 1910, el poeta
renuncia a su cargo, lo hace sin haber recibido por parte de Madriz nin-
n mensaje de retiro, por lo que el gobierno español sigue considerándole
16
Se trata de Bernardo Reyes, hijo de un nicaraense y padre del polígrafo Alfonso Reyes. Murió
tras ser encarcelado por Madero junto a Villa y murió al ser liberado.
17
Otro de los mensajes de Cavestany informa a Darío de la boda de la hija de Crisanto Medina (27
junio 1910) a la que acudiel General Reyes en calidad de testigo (ARD.UCM. núm. 4535).
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 176 ISSN 2422-5932
ministro. Situación que decide su traslado a París, sitiado por los acreedo-
res.
En todo caso, como señala Oliver, hay un profundo intes de Rubén
Darío por llegar a México. La primera referencia del Archivo de la Com-
plutense con respecto a un posible viaje a xico se encuentra en una
carta del mexicano Cravioto, fechada en 1908, donde le indica que no ha
sido posible invitar se supone al poeta a México. En este mismo men-
saje indica que se tratade llevar a cabo la visita en la fecha que el poeta
le había indicado, 1910, en relación con las celebraciones de la Indepen-
dencia mexicana: “Pero pronto lo conseguiremos ¿verdad? Recuerdo que
usted pensaba venir en 1910(Oliver, 1978: 219). Pero, como se ha indi-
cado, Nicaragua no renueva la representación de Darío como embajador
“y México no se atrevió a actuar en contra de las normas diplomáticas
(220).
Tal vez estas circunstancias hayan movido determinadas solicitudes
del poeta que llevan a José Madriz, en junio de 1910, a nombrar a Darío
como enviado extraordinario ante el gobierno mexicano, en las fiestas del
Centenario de la Independencia (“El grito de Dolores”). Sin embargo, el
19 de agosto, ante la imposibilidad de dominar la rebelión, José Madriz
entrega el mando a coronel José Estrada Morales. Dao, a punto de em-
prender su viaje hacia xico, se decide a hacerlo apenas dos as más
tarde. Probablemente sin conocer la situación en sus detalles.
18
De hecho,
Madriz ha caído por instigación de Estados Unidos y deja a Darío en una
situación de inestabilidad frente al gobierno mexicano: Estrada le ha des-
tituido, pero no ha recibido ninguna notificación.
19
El 21 de agosto leva
anclas y, el dos de septiembre, hace escala en La Habana, donde le reciben
los amigos y pronuncia sendos discursos sobre Casal y Martí.
Desembarca en México, en una situación muy complicada porque
Zelaya había apoyado a Porfirio Diaz.
20
Conociendo la situación del poeta
ante el gobierno nicaragüense y su filiacn con los anteriores expresiden-
tes, la llegada a México de Rubén Darío resulta problemática cuando se
está a las puertas de la Revolucn mexicana que estalla apenas tres meses
18
El 22 de julio Crisanto Medina le comunica a Darío el cambio de ministro de Relaciones exteriores.
19
El 26 de mayo de 1913, el ministro de Estado, Navarro Reverter, le informa que aún no hay
designado ningún ministro de Nicaragua en España (ARD. UCM. núm. 2471).
20
El 22 de noviembre de 1909, el general Zelaya, en un mensaje para el presidente Porfirio Díaz,
cedió a la presión: ‘Juzgo por antecedentes, que actitud Washington obedece especialmente a mala
voluntad hacia el presidente Nicaragua. En tal caso, previendo grandes males para mi Patria, deseo
ardientemente evitarlos resignando al Poder. […] Ha depósito inmediatamente a condición ter-
mine así toda pretensión del Gobierno americano, y éste contribuya a que revolucionarios depongan
armas en mi sucesor, pues hago sacrificio de mi orgullo a trueque de que reine la paz de mi Patria.
(Anónimo, 2020: 26)
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 177 ISSN 2422-5932
más tarde (20 de noviembre de 1910). Todo ello bajo el paraguas del in-
tervencionismo de Estados Unidos que, seguramente de forma extraofi-
cial, declara persona non grata a Rubén, por lo que, aunque se solicita la in-
tervencn del hermano de Amado Nervo, se hará todo lo posible para
que el poeta no llegue al Distrito Federal.
Rubén acumula telegramas fechados el 7 de septiembre de 1910:
Desde la Revista Moderna, donde trabajara su querido amigo Amado Nervo,
se insta a Rubén Darío, que se encuentra en Jalapa, a esperarles allí: “Con
vivo encarecimiento suplico conteste telegficamente si podemos salu-
darle mañana en esa partiendo de aquí esta noche”. La respuesta ha de ir
dirigida a la Revista Moderna que por entonces diria Emilio Valenzuela
(ARD.UCM. núm. 4861). Darío responde afirmativamente que aún per-
manecerá allí varios as más (ARD.UCM. núm. 4862).
De igual manera, ese mismo día, ena un mensaje a José Hinojosa
donde sala que tanto el encargo de La Nacn como otros motivos de
trabajo le impiden viajar a México DF, al tiempo que manifiesta su agra-
decimiento por sus muestras de simpatía. Darío no quiso enfrentarse a las
facciones en el poder en un momento convulso de la política mexicana
que ya había iniciado el proceso revolucionario en contra de la reeleccn
de Porfirio Diaz, por los que se llamaron los antirreeleccionistas. Esto ex-
plica su renuncia a ir a la capital, pero también su respuesta a una persona
que claramente estaba a favor del cambio en el poder. En el archivo de
Francisco Madero se conserva otro telegrama del mismo autor enviado al
mandatario revolucionario donde le felicita por el triunfo de la democracia
(24 mayo 1911). En el mismo sentido, se expresa en el telegrama que envía
a Justo Sierra a quien se dirige con sumo respeto: Cuando me disponía a
tener el placer de saludarle a ud. en esa capital ordéname el diario argentino
del que soy redactor desde hace tanto tiempo, que me traslade urgente-
mente a Estados Unidos. Espero poder al regreso estrechar la mano al
maestro y amigo(ARD. UCM, núm. 4905). Otro telegrama está dirigido
a Porfirio Diaz:
En momentos en que me preparaba para tener el honor de presentarle mis
respetos en esa Capital, recibo orden del diario argentino en que hace tanto
tiempo soy redactor de trasladarme urgentemente a los Estados Unidos.
Tengo la esperanza de que a mi retorno me sea dado alcanzar el honor de
saludar al ilustre Presidente de esta Gran República (ARD. UCM, núm.
4924).
Esta misiva tiene su respuesta. El propio Porfirio Diaz le responde con
otro mensaje donde exime al poeta de ir a xico: Enterado de su men-
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 178 ISSN 2422-5932
saje de ayer. Agradezco bondadosa explicación y siento que se haya inter-
puesto en su viaje alguna causa que me priva del gusto de estrechar su
mano(ARD. UCM, núm. 2459).
Los envíos nuevamente se acumulan y, dirigido con toda probabili-
dad a Francisca, vuelve a hacer uso del tegrafo desde Jalapa para anun-
ciar, finalmente, que sale con Torres hacia La Habana. Y, en el siguiente,
concreta la fecha “salgo el dieciséis xico, estaré París pronto. Pero no
llegó tan pronto. Darío enfermó en La Habana y el tiempo transcurrido le
de sin recursos por lo que tuvo que recurrir nuevamente a los amigos.
Será Bernardo Reyes quien acuda en su auxilio “el general Bernardo Reyes
lo salva desde París, remitiéndole un importante giro bancario(Oliver,
1978: 220).
El último documento que se conserva en relación con su baja diplo-
mática y los sucesos mexicanos es un borrador de una carta dirigida al
ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, datada en diciembre de
1911, donde se refiere a otra carta de junio ya enviada. Al solicita le indi-
quen su situación, puesto que no ha llegado ninguna notificación de su
cese y se ve asediado por los acreedores.
Finalmente, y a favor de la constante defensa del poeta nicaragüense
por la unidad y el centroamericanismo, en ese afán por encontrar solucio-
nes que terminan con un “negro sueño de diplomacia”, encontramos un
nuevo documento, una suerte de borrador que resume la biograa del pre-
sidente de la República de Honduras, D. Francisco Bertrand, probable-
mente en relacn con alguna posible colaboración para Mundial Magazine.
El eminente hombre de Estado centroamericano, cuyos datos biográficos
voy a tratar de bosquejar, aunque de un modo muy imperfecto, nac en
Juticalpa, Honduras. Su padre, Don Pedro Bertrand, espol oriundo de
Cataluña, ejerc la Farmacia en Juticalpa y mur en 1911 a la edad de 85
os. Su madre era la respetable Señora Doña Josefa Barahona Sindura.
De los referidos dignos padres heredó el hijo los principios de honradez,
trabajo, austeridad y amor al pjimo que no le abandonaron nunca en la
vida y aun contribuyeron a llevarlo a la Suprema Magistratura del Estado
en que está actualmente. (ARD. UCM. núm. 5011).
Es un documento incompleto, pero suficientemente extenso, que nos re-
fiere nuevamente el interés por el centroamericanismo y las difíciles rela-
ciones con el poder. Cabe tener en cuenta que uno de los problemas que
se encuentra en su llegada a México tiene que ver con los sucesos que
tuvieron lugar en la zona del istmo que implicaban a Guatemala, Hondu-
ras, Panamá e incluso a Nicaragua, con la propuesta del canal que final-
mente pasaría por Panamá. Guatemala al final se encontró aislada en la
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 179 ISSN 2422-5932
propuesta y se hubo de retirar. La lucha contra el imperialismo de Estados
Unidos estaba por sucumbir ante la gran potencia y el an imperialista del
“gigante del Norte”. México no pudo escapar a la presn, como tampoco
pudo hacerlo Nicaragua, que se encontró con la final destitución de Santos
Zelaya. La única explicacn que se podría argumentar para la aceptacn,
al final de su vida, del socorro por parte del dictador Estrada Cabrera,
ades de encontrarse su hijo allí, tendría que ver con este centroameri-
canismo que había sido una bandera desde su juventud. Una idea geopo-
tica que se traduce en el Arielismo puesto de relieve, como sala Are-
llano, en la encuesta a la que responde para El Cojo Ilustrado de Caracas, en
1902.
Panamericanismo es una palabra inventada por los norteamericanos “para
inundar con sus productos todos los mercados del nuevo continente”. La
solucn, dirá Darío, está en “un hispanoamericanismo: la unión comer-
cial, el arbitraje y la solidaridad moral de las repúblicas de lengua española
[…] La doctrina de Monroe ha inflado la vanidad y aumentado la insolen-
cia de ciertos gobiernos en sus relaciones con las potencias europeas. A la
doctrina de Monroe América para los americanos”, ha contestado un re-
presentante argentino [Roque Sáenz Pa] en el congreso panamericno de
Washington con esta otra divisa: América para la humanidad “(Arellano,
2010: 13).
Bibliografía
ARELLANO, JORGE EDUARDO. Escritos políticos de Rubén Darío. Managua: Banco Cen-
tral de Nicaragua, 2010
CONDE, CARMEN. “Rubén Darío y la dramática persecución de Rosario Murillo”.
Cuadernos Hispanoamericanos, núm. 212-213, agosto-septiembre 1967.
DARÍO, RUBÉN. Archivo Personal de Rubén Darío. Biblioteca Histórica. Universidad
Complutense de Madrid. Catálogo y digitalizaciones.
https://webs.ucm.es/BUCM/foa//39343.php
---. La vida de Rubén Darío escrita por el mismo (Autobiografía) en Obras Completas. Vol.
I, Madrid: Afrodisio Aguado, 1950.
---. Castelar. En Noel Rivas Bravo (Ed.). Cádiz: Fundación municipal de Cultura.
Ayuntamiento de Cádiz, 1999.
---. “Un almuerzo con Castelar: ante el Apóstol: el orador y el artista: apuntes ínti-
mos La Nación, 5 de diciembre de 1892. https://archivoiiac.untref.edu.ar/
---. De Rubén Darío: en la legación argentina: arte y periodismo: Castelar conva-
leciente”. La Nación, sábado 18 de febrero de 1899. https://archivoiiac.un-
tref.edu.ar
---. “El rey” La Nación. 3 de junio de 1905. https://archivoiiac.untref.edu.ar
Oviedo, “El oscuro sueño de la política…” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 16 / Julio 2024 / pp. 165-181 180 ISSN 2422-5932
---. Alfonso XIII. La Nación”, 28 de febrero de 1909. https://archivoiiac.un-
tref.edu.ar
---. “La antidiplomacia: una nota de Mr. Knox”. La Nación. 1 de abril de 1910.
https://archivoiiac.untref.edu.ar.
---. Las palabras y los actos de Mr. Roosevelt. Paris Journal, 27 de mayo de 1910.
FERNANDEZ, TEODOSIO. “Rubén Darío en Italia (septiembre-octubre de 1900)”.
ACTIO NOVA Revista de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, núm.
0, 2016.
HINOJOSA, JOSE, “Telegrama de JoHinojosa a Francisco Madero felicitándolo”
en Repositorio Institucional de la Universidad Autónoma de México. https://repo-
sitorio.unam.mx/contenidos/telegrama-de-jose-hinojosa-a-francisco-i-ma-
dero-felicitandolo-2752?c=4y7o8K&d=false&q=humanida-
des&i=1&v=1&t=search_0&as=0. Consultado 20 de mayo de 2024.
KRAUDY, PABLO ANTONIO. Pensando nuestro tiempo: reflexiones acerca de la modernidad,
la democracia y las elecciones, a partir de una lectura de Rubén Darío. Managua:
Fondo editorial Cira, 2001.
LAFARGA, FRANCISCO. “Traducir a Victor Hugo en la segunda mitad del siglo
XIX”. Estudios Franco-Alemanes, núm. 1, 2009.
OLIVER BELMÁS, ANTONIO. Ultima vez con Rubén Darío. Madrid: Ediciones de Cul-
tura Hispánica, 1978
OVIEDO, ROCÍO Y JULIO VÉLEZ SÁINZ. Rubén Darío, la vida errante. Madrid: Cátedra,
2021.
---. “El difícil camino de la paz: el pensamiento político de Rubén Darío”. Revista
Zama, núm. 1, 2016.
PEGENAUTE, LUIS. “William Shakespeare de Victor Hugo, en la traducción de An-
tonio Aura Boronat (1909)”. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervan-
tes, 2014. https://www.cervantesvirtual.com/obra/william-shakespeare-
de-victor-hugo-en-la-traduccion-de-antonio-aura-boronat-1909/. Consul-
tado 20 de mayo 2024.
RIVAS BRAVO, NOEL. “Rubén Darío y el Conde de Las Navas (Correspondencia)”
Philologia hispalesnsis, núm. 13, 1999.
SÁINZ DE MEDRANO, LUIS. “Rubén Darío ante la crisis europea de su tiempo”. En
C. Cuevas García (Ed.). Rubén Darío y el arte de la prosa. Ensayos, retratos y
alegorías. Actas del XI Congreso de Literatura Española Contemporánea: Málaga:
Universidad de Málaga, Publicaciones del Congreso de Literatura Española
Contemporánea, 1998.
VILLANUEVA, CARLOS ANTONIO, La monarquía en América. Bolívar y el general Sanmar-
tín. París: Ollendorf, 1912
YCAZA TIGERINO, JULIO Y ZEPEDA HENRÍQUEZ, EDUARDO. Estudio de la poética de
Rubén Darío (Vol. I). Managua: Comisión Nacional del Centenario de Rubén
Darío, 1967.