
Senderowicz Guerra, “Rediscovering...” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 18 / Julio 2025 / pp. 234-240 237 ISSN 2422-5932
cual elementos de la lengua y la literatura francesas son incorporados al
castellano en un gesto de apropiación estética. Así, la renovación del
castellano que Darío se propone como programa modernista estaría
íntimamente ligada a estas estrategias de traducción: “(...) la lengua
castellana necesitaba un cambio: él encontraría ese cambio en la lengua
francesa, a través de la traducción creativa” (Grigsby, 2024: 27). Esto no
constituye en absoluto una novedad. Por el contrario, como señala
Rodrigo Caresani, “afirmar hoy que el modernismo latinoamericano
constituye la última empresa a gran escala de renovación por traducción
en las letras hispanoamericanas nos coloca ante un clisé reclamado por
las más diversas tradiciones que se han enfrentado a esta estética” (2015:
3). Sin embargo, Grigsby repara en el modo en que la poesía dariana –al
emerger de ese cruce de tradiciones literarias que no se limita a absorber
otros lenguajes, sino que los pliega en su forma misma, en su ritmo, en
su prosodia– permite al menos dos experiencias de lectura: la de un
castellano que se extraña y se renueva a sí mismo, por una parte; por
otra, la que tiene presente la tradición literaria francesa para volver
visible el ida y vuelta lingüístico y cultural que la escritura dariana
produce en su seno. Si bien la primera ha acaparado el interés de la
crítica, concentrada en detectar e inventariar fuentes e influencias
darianas, es la segunda en la que se centra Grigsby, quien busca
reconstruir la “rica conversación” (2024: 29) de Darío con Francia, con
su lengua y con su tradición literaria. En un gesto programático –
pertinente tratándose de una lectura modernista–, el autor se detiene a
analizar esta conversación en una serie de poemas de Prosas profanas. Su
atención se dirige menos a las imitaciones que a las disonancias que
emergen del contacto con las “fuentes”, así como a la potencia poética
que surge de esos desvíos, y observa la proliferación de alusiones a esas
fuentes, que lee como marcas deliberadas de identidad.
El segundo capítulo, “Not Only from the Roses in Paris”, se centra
en el período que inicia con la segunda edición de Prosas profanas, que
cuenta con más de veinte poemas añadidos por Darío. Todos ellos
evidencian una exploración de literaturas y lenguajes más allá del francés.
En esta etapa se produce lo que Grigsby denomina “giro pan-latinista”
en su escritura, que lo lleva a adentrarse en la literatura ibérica e indagar
primero en la tradición poética provenzal, a incorporar “ecos” de la
literatura española del siglo XVII, a retomar temáticas y estructuras
poéticas clásicas de la tradición grecolatina, y finalmente a hacer un
“escaso pero inventivo” uso del catalán. Estas nuevas capas se van
añadiendo de manera sucesiva y muchas veces coinciden con el itinerario
viajero del poeta. Aportan al programa estético dariano nuevos signos,