
Gómez, “Peajes de la crítica” Revista de estudios literarios latinoamericanos
Número 18 / Julio 2025 / pp. 241-251 250 ISSN 2422-5932
entonces: “Es difícil pensar en sus trabajos como una aseveración de una
masa crítica latinoamericanista, de un llamado del tipo «aquí estamos»”
(68). En esa última predicación, circunstancial y verbo significan tanto
como el sujeto tácito y sugieren interrogar los textos no solo por sus
orientaciones teóricas, sino por sus intenciones programáticas, sus
deseos de interlocución, su ánimo de construir en conjunto.
Otro de los aportes que se podría subrayar son las observaciones
sobre la relación entre literatura, teoría y enseñanza, una situación que
está atada a los vaivenes de la producción teórica, pero que tiene un
efecto social mucho más inmediato, en tanto influye de forma decisiva
en qué y cómo se enseña la literatura latinoamericana. No obstante, ni
este punto ni el anterior están desarrollados en el libro y lucen como
destellos de un pensamiento más amplio, integral, abarcador, que se
tiende sobre una amplia gama de fenómenos y procesos ligados al
devenir de la crítica literaria. Esta mirada totalizadora merece ser
desarrollada, organizada, argumentada; sobre todo, para clarificar mejor
los balances, las propuestas, las perspectivas generales del autor ante el
presente del discurso crítico iberoamericano. Esa formulación no se
encuentra explicitada y fundamentada en Peajes de la crítica literaria
latinoamericana, cuya estructura se asemeja más a una compilación de
monografías sobre autores, agrupadas de acuerdo con parámetros
maleables, discutibles: los críticos domesticados, los críticos
excepcionales, los novelistas como críticos, los críticos más recientes.
También se puede advertir otro elemento problemático del texto:
el estilo. Asombra el contraste entre la denuncia contra las escrituras
herméticas de la academia y la prosa digresiva del libro, que incorpora
constantemente referencias teóricas, literarias y filosóficas; que no
concede al lector instancias de definiciones, recapitulaciones,
conclusiones; que se muestra irónica y sarcástica a través de una
proliferación de adjetivaciones y atributos. El análisis de la obra
demuestra con creces que seguir y comprender el derrotero de
observaciones suscritas sobre la crítica literaria contemporánea demanda
una destreza lectora y un conocimiento de fuentes y autores que se
encuentra lejos de las posibilidades de ese amplio público añorado. Así,
Peajes de la crítica también le habla a un acotado grupo de especialistas
interesados en un tópico tan preciso, particular y minúsculo como lo es
la crítica literaria sobre las letras latinoamericanas.
Pero quizás la cuestión que más debería llamar a la reflexión
colectiva es el tono que la obra adquiere, cargado de violencias,
destratos, descalificaciones. Corral celebra la crítica que se enuncia sin
filtros y procede entonces a acusar a la única autora considerada en el