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explicada por exportaciones, lo que los posiciona como sectores atractivos para encarar
cualquier tipo de plan de fomento de internacionalización, en virtud de sus ventajas relativas.
Otras dos cuestiones de esta dinámica merecen ser destacadas, en este caso específicas del
sector audiovisual. Por un lado, el crecimiento del trabajo remoto: distintos roles y
actividades (edición, postproducción de imagen y sonido, guionado, animación, videojuegos,
etc.) pueden realizarse no sólo a distancia, sino incluso directamente por los trabajadores
desde sus hogares. Esto ha llevado a la exportación de servicios por fuera de estructuras
formales (como las empresas) y al pago en cuentas digitales radicadas en el exterior (incluso
en criptomonedas), todo lo cual escapa en gran medida a las estadísticas nacionales, a la
fiscalización de la relación laboral y, en definitiva, al ingreso efectivo de las divisas. El trabajo
remoto era preexistente, pero creció mucho a partir de la pandemia del Covid-19. En el caso
de los SBC, la tasa de trabajo remoto alcanzó en 2022 el 34,9% del total de los trabajadores
del sector, observándose una tendencia ascendente que no se condice con la detectada en el
conjunto de la economía (FUNDAR, 2024).
La otra cuestión apunta a la relación con Uruguay. Las condiciones macroeconómicas de la
Argentina sumadas a la naturaleza de los servicios digitales y el crecimiento del trabajo
remoto, llevó a que buena parte de las exportaciones argentinas se declaren en Uruguay. De
nuevo, vale la pena retomar el planteo de Robasto sobre el sector software:
Por varios motivos (fiscales, cambiarios, geográficos, institucionales y
culturales), Uruguay sería la locación principal (aunque no la única)
desde donde se declaran parte de las exportaciones (...). De hecho,
según fuentes oficiales del Uruguay, las empresas argentinas de SSI se
encuentran entre las que más anuncios de inversión han realizado en el
país vecino en los últimos años (...). Mientras que las exportaciones
argentinas se estancan entre 2018 y 2021 las exportaciones de Software
desde Uruguay se han casi duplicado, en un contexto donde el resto de
las exportaciones de servicios uruguayas se vieron contraídas (2023, p.
11).
En el sector audiovisual, esto se manifiesta a partir de una política de incentivos fiscales muy
agresiva que Uruguay comenzó a desplegar con el objetivo de atraer inversión extranjera
directa, concretamente para atraer rodajes vinculados a proyectos para grandes plataformas
audiovisuales globales (Netflix, Amazon, etc.). Eso llevó a que productores, directores,
actores, técnicos y artistas del sector audiovisual argentino fueran convocados para trabajar
en producciones que se filman en Uruguay. Incluso hay empresas argentinas que se
radicaron del otro lado del Río de La Plata. Esto ha dado lugar a un curioso fenómeno de
producciones “argentinas” filmadas en Uruguay. Con lo cual, las restricciones macroeconómicas
en Argentina, sumada a los incentivos que ofrecen sus rivales regionales, han impactado
14.aEdición | DICIEMBRE 2024 | ISSN 2618-1894 | Artículos Científicos