Repetto, “La comuna mexicana…” Nueva Revista de Literaturas Populares
Número 1 / Noviembre 2023 / pp. 232-238 235 ISSN 3008-7619
sombra de Ayotzinapa y la desaparición forzada de 43 estudiantes de una
escuela normal rural el 26 y 27 de septiembre de 2014. Este constituye uno
de los hechos más infames del terror vivido en los últimos años, pero pasa a
asimilarse, sin más, a la larga historia de exterminios y derrotas sufridas por
parte de las luchas sociales. En este sentido, aunque contempla la obra de
Cristina Rivera Garza o de David Huerta, que reactivan la memoria del dolor
de quienes han sido asesinados, Bosteels advierte sobre la intensificación de
la victimización y desconfía de sus efectos. El “memorial de agravios”, como
lo entiende el autor, habría comenzado con los icnocuícatl, los cantos tristes
aztecas o con los registros de Fray Bartolomé de las Casas, cuyo resultado ha
sido, en cierta medida, paralizante. Apoyándose en las indagaciones de
Wendy Brown, entonces, se cuestiona la potencia emancipadora de las
políticas identitarias que se inscriben en el dolor. Más bien, en este trabajo,
Bosteels apuesta por recoger el “recuerdo de los días de felicidad colectiva
cuya memoria ha sido obliterada bajo el peso del trauma” (104).
El cuerpo del libro se encuentra dividido en dos partes: una histórica,
“La comuna en México”, más extensa, y otra teórica, “México en Marx, Marx
en México”. En los capítulos iniciales del primer segmento, que se titulan
“Razones de un desencuentro” y “La forma política al fin descubierta”,
Bosteels atribuye el desencuentro entre la Revolución mexicana y el
comunismo a un desfasaje tanto cronológico como ideológico. De manera
paradigmática, señala que Villa, al igual que Zapata, ya estaban derrotados
para 1919, año en que se funda el Partido Comunista del país.
Consecuentemente, quienes se dedicaron a estudiar la historia de la
Revolución mexicana no se interesaron por la historia del comunismo en
México y viceversa. En las oportunidades en las que se las abordó a la par, al
contrastarla con el caso de los soviets rusos, la experiencia mexicana fue
interpretada como una versión defectuosa o fallida. Por otra parte, Bosteels
adjudica los motivos del desencuentro ideológico a un enfrentamiento
irresuelto entre el comunismo y el anarquismo y a la adopción de conceptos
y de estrategias de lucha que no se condicen con la singularidad de la realidad
mexicana.
El tercer apartado, “Fragmentos de una historia de la comuna en México”,
traza un recorrido por las experiencias comuneras en el territorio mexicano
que el autor reconstruye prestando atención a acontecimientos que no
necesariamente se pensaron como tales, pero que, de acuerdo con el criterio
poroso que adelanta, merecen ser constelados en el mismo cielo. Ingresan en
esta genealogía la colonia de Topolobampo (1872-1893), dirigida por Albert
K. Owen, la experiencia de Edendale (1914-1916) llevada adelante por los
seguidores de Ricardo Flores Magón al noroeste de Los Ángeles, el Acapulco