Flores, “Oscuros molinos satánicos…” Nueva Revista de Literaturas Populares
Número 2 / Noviembre 2024 / pp. 127-171 156 ISSN 3008-7619
agraria radical, los populistas creaban la nueva sociología rural, y sus pensa-
dores, “rompiendo con la tradición feudalista, postulaban a una inmensa po-
blación sin tierra como el cuerpo de la nación”. Así, “el espíritu de resistencia
se extendió entre el campesinado más pobre y se fundó el Partido Nacional
Campesino” (13).
A partir de 1945, ya bajo la dominación soviética, pese a haber sido un
factor de la izquierda, los populistas fueron eclipsados en los pueblos por la
militancia comunista. Pero, once años después, “el Partido Comunista co-
lapsó, dejando un vacío”, y afirma el prefacio, “la corriente empírica inhe-
rente al populismo resurgió”, y renovó la nacionalidad (13-14).
Tal es el contexto del libro, que “contiene trabajos de los escritores po-
pulistas y de los reformadores del Partido Comunista”, y se divide en dos
partes: una dedicada a la prosa y otra a la poesía. La primera se articula en
tres tiempos: “Tierra baldía” –“Waste Land”, a la manera del gran poema de
T. S. Eliot–, que reúne escritos de los años de entreguerras, y “con sombría
pasión, habla de la Hungría arruinada y degradada por la clase terrateniente”,
y de la necesidad fundamental de “abolir el latifundio” en Hungría; “Engra-
nes de pobreza” –“Pinions of Poverty”–, que narra el proceso esperanzado
de la partición de la tierra y las primeras granjas colectivas, “tentativo y vo-
luntario”, así como del “rescate de un naufragio humano” en las fábricas; y
finalmente, “Promesa” –“Pledge”–, de resonancias religiosas, que retrata la
época de la Revolución húngara de 1956, cuando “el gobierno se había vuelto
tiránico”, pero que, “trascendiendo lo trágico”, despierta las voces de autores
“comunistas y no comunistas”, “con una promesa de todo lo que es indestruc-
tible en el hombre”, desde las relaciones personales hasta la verdad, “aunque el
hombre, en su condición caída, la hubiera negado”. La segunda parte del libro
“presenta a la poesía” y el poeta desnuda “la bondad, la vileza, la gracia sal-
vadora, el pecado”, en otra espiritual evocación. “Los crímenes de Stalin se
duplican en Hungría”. Comunistas y socialistas se desvanecen en las prisiones
y las fosas comunes, deshonrados y abandonados por sus amigos más cerca-
nos que dieron crédito a los cargos lanzados contra ellos. Y en el raro “re-
pentino destello de comprensión” surgido de la insurrección popular, “los poe-
tas comunistas dieron testimonio de su remordimiento” (14).
Los editores de la selección, Ilona Duczyńska y Karl Polanyi, habían dejado
su patria húngara hacía más de cuarenta años y sus actividades respectivas en