Busquet, “Registros de la lengua…” Nueva Revista de Literaturas Populares
Número 2 / Noviembre 2024 / pp. 208-211 210 ISSN 3008-7619
aclara que se intentó respetar la ortografía del español para facilitar su lec-
tura–, el libro se despliega en una sucesión de entradas ordenadas alfabética-
mente. Tal vez uno de los momentos de mayor perplejidad para quien no
conozca esta lengua sea la entrada de la palabra boks cuya definición dice:
“adj. Número tres (3)”. A continuación, se agrega: “del primer tipo de núme-
ros, esto es, aquellos números que se usan para contar cosas inanimadas”. Tal
y como señalan los colaboradores, la lengua calchaquí tiene tres formas de
contar que dependen de sus objetos: “En kakán, existen tres tipos de núme-
ros. El primero se usa para contar cosas inanimadas (ver sik*), el segundo,
para contar las hebras del tejido (ver ték’ka*) y el tercer tipo se usa para
computar los días del mes, que por su imprecisión no registramos ahora”.
Pero así como ocurre la perplejidad, ocurre también la cercanía, lo fa-
miliar en algunos términos. Ese es el caso de la palabra chángo, que quiere
decir “chico” y que su uso se ha extendido hasta las zonas del español que se
hibridan, especialmente en Tucumán, con el calchaquí. Por eso, en las pro-
vincias del norte, para los y las hispanohablantes es frecuente decirle a un
joven “chango”, aunque no pasa lo mismo con su forma femenina ña chángo,
que significa chica porque “la partícula ña es marca de femenino en kakán”.
Esa cercanía, entonces, figura presencias –no siempre conscientes– del kakán
en el habla popular del norte.
El título, Registros de la lengua kakana, hace hincapié en el registro. En la
introducción, los colaboradores aclaran: “Hemos tenido acceso a contados
verbos y frases, que nos permiten inferir sólo algunos rasgos de la sintaxis y
la morfología”. El esfuerzo por registrar esta lengua es además un esfuerzo
por decir zonas de la vida –de lo vital–, vistas con los ojos –el mundo– de
quien nombra de una manera otra que el español. Si la sintaxis es destino,
como dice en alguna parte el lingüista Mario Montalbetti, qué destino hay en
esas palabras y estructuras sintácticas que el kakán ofrece y que este libro
recopila de modo crucial, pero también parcial porque es una lengua de la
cual casi no hay registros y que hasta el momento solo vivía en el recuerdo
de quienes todavía la guardan en la memoria. Quedará abierta esta pregunta
para sus lectores. Qué formas de vida viven en la lengua calchaquí.
Para concluir, vale la pena anotar algunas entradas que –desde mi escu-
cha–, sobresalen por su visión de mundo o cosmovisión que las palabras y
las frases del kakán hacen ver.
Bímma / Bíma → viento. Señora de los vientos, de los cuatro vientos de
vida: Norte, Sur, Este y Oeste.