Link, “Filología ataca…” Nueva Revista de Literaturas Populares
Número 2 / Noviembre 2024 / pp. 172-182 180 ISSN 3008-7619
corroborando la validez del modelo, sino para proponer nuevas mezclas, una
síntesis disyuntiva:
Esa pluralidad, recreada en los cuentos maravillosos, es el resultado de la
mezcla de muchas otras culturas –europeas, asiáticas, africanas y otras, mez-
cladas con tradiciones indígenas– que muestran una unidad en la diversidad.
Pueblo. Todo esto tiene profundas consecuencias en relación con el sentido
mismo de la práctica folklórica que, si es una indagación de los saberes del
pueblo, de sus prácticas y sus rituales, enfrenta la misma tensión entre tras-
cendencia e inmanencia. ¿Es el pueblo una figura plena, estática y extática o,
por el contrario, es un significante vacío que se llena cada vez de propiedades
nuevas? ¿Es el Pueblo el sujeto de la política o, por el contrario, es la masa
de excluidos de toda decisión?
Más allá del interés propiamente disciplinar de la extraordinaria recopi-
lación realizada por María Inés Palleiro, resuenan en ese trabajo preguntas
inquietantes:
La primera pregunta que surge al encarar una edición de cuentos maravillosos
recogidos hace algunos años, actualizados con una mirada nueva, es: ¿por qué
los cuentos maravillosos, hoy? ¿Siguen vigentes? ¿Todavía hoy nos interpe-
lan? Y si lo hacen, ¿cómo y por qué?
¿Cómo y por qué nos interpelan los cuentos maravillosos? ¿Y en qué
nos convertimos en tanto interpelados por esos cuentos? Yo creo, junto con
María Inés, que esos cuentos sostienen y piensan ideas de pueblo: ¿qué cosa
es un pueblo (comunidad, nación, “mundillo”)? ¿Cuál es su relación con la
clase y con la raza? ¿Cómo afecta a nuestro cuerpo (a nuestra vida) una rela-
ción tan intensa como la escucha de historias que parecen muy alejadas de
nuestra cotidianidad?
Le cedo la palabra, por última vez, a María Inés Palleiro, que ha sabido res-
ponder estas preguntas con gran delicadeza:
Más allá de toda consideración analítica, estos cuentos populares, narrados
tanto por jóvenes como por mayores, por niños, padres y abuelos, son senci-
llamente deliciosos, por su espontaneidad y frescura, que no elude la comple-
jidad de su estructura y trabajo retórico. Se trata, sobre todo, de una invitación