52 |pp 46-61|Año XV N°27|junio 2023 – noviembre 2023|ISSN 1852-8171| Dossier
Los datos recolectados mediante los cuestionarios, las entrevistas grupales y las explicaciones verbales de los
soportes gráficos realizados fueron analizados e interpretados según el método de análisis categorial temático. En
función de ello, lo primero que se realizó fue la organización y sistematización de la información elaborando cuadros
que correspondieron a cada una de las preguntas planteadas en los cuestionarios individuales y en las entrevistas
grupales. Luego se procedió con la codificación, mediante la cual se fueron otorgando diferentes códigos a los
discursos de las y los estudiantes, tanto hablados (y transcriptos) como escritos. Después se efectuó la identificación
de los componentes de las representaciones, aclarando y especificando los segmentos discursivos en los que se
observan las informaciones, las imágenes y las actitudes en torno a la filosofía. Posteriormente se confeccionó la
categorización temática de contenidos a través de la exploración de relaciones entre los datos obtenidos y la
concordancia con las categorías teóricas, lo cual permitió construir las categorías teórico-analíticas que fueron el
resultado de la búsqueda de elementos comunes (Hammersley y Atkinson, 1994). Ello colaboró con el análisis de
las representaciones del estudiantado acerca de la filosofía en torno a tres ejes principales, los cuales permitieron
organizar, interpretar y presentar la información: a) los vínculos entre filosofía y formación docente; b) la filosofía
en el plan de estudio de los profesorados; y c) enseñar y aprender filosofía en las clases de los profesorados. Este
último eje, además, fue subcategorizado en función de los datos proporcionados por las y los estudiantes. De esta
manera, las subcategorías son: la enseñanza; el aprendizaje y las clases. También los datos mismos –incluidos los
soportes gráficos- dieron lugar a la construcción de categorías tales como la filosofía y el arte, las relaciones entre
profesores, saberes y estudiantes en los procesos de enseñanza y de aprendizaje de la filosofía en las carreras de
profesorado en artes, y las relaciones entre las representaciones sociales, el saber filosófico y la experiencia de
aprender a filosofar en carreras de formación docente en arte.
Representaciones de estudiantes en torno a la filosofía y su lugar en la formación docente
Entre las representaciones que construye el estudiantado se encuentra el considerar a la filosofía como una actitud
crítica y reflexiva que enfrenta problemas de distinto tipo, y como una práctica y ejercicio de cuestionamiento, de
búsqueda, de interrogación, de reflexión, de emancipación, de libertad, de liberación, de transformación. Para el
estudiantado, filosofía es saber mirar el mundo con admiración, extrañamiento, asombro, maravilla, elaborando
una reflexión crítica de todo aquello que se observa, que se conoce, que se aprende y que se enseña. La filosofía es
considerada una actitud vital que está presente en las valoraciones del ser humano y del mundo que subyacen en
las diferentes manifestaciones de la vida humana y muy especialmente en las expresiones estéticas como el arte y
la música. Entre sus maneras de definir a la filosofía se encuentra la idea de un saber que permite y habilita el
cuestionamiento, un estado de duda, un amor a la sabiduría, un ejercicio mediante el cual se derriban supuestos y
se corren los velos, una actividad que cada ser humano puede practicar, una actitud de inconformidad, una reflexión
que parte de interrogantes, una forma de poder hacer el propio pensamiento, un salir de la comodidad y el
conformismo, un camino de búsqueda, una práctica que permite al ser humano conocerse, reconocerse y
transformarse.
Asimismo, el estudiantado entrevistado piensa que la formación filosófica es imprescindible en la formación
docente. Según ellos/as, la filosofía debería estar presente en toda formación y, particularmente en las carreras de
profesorados. Así, una de las estudiantes comenta que “es fundamental la relación entre la filosofía con la docencia
y la reflexión sobre las prácticas pedagógicas, ya que habilita otros puntos de vista y otras realidades” (E1V). Para
ella, “el sentido de la filosofía además de abarcar la reflexión sobre las prácticas, es fundamental para una
planificación flexible que permita una mejor enseñanza, y de esa forma, intentar lograr aprendizajes más
significativos” (E1V). De esta manera, la filosofía en la formación docente “sirve para entender que no podemos
quedarnos con una única postura” (E1V). Otra de las estudiantes explica que “la filosofía ayuda a cuestionar las
prácticas” que tendrá como docente (E2V). Para otra, “filosofar tiene mucho que ver con reflexionar, y eso es lo
que debe hacer un buen profesor todo el tiempo: pensar, repensar, buscar estrategias, preguntarse, preguntar,
enseñar a sus alumnos a preguntar, a que se interesen por el conocimiento y a aprender más” (E3V). Una de las
estudiantes asegura que la filosofía es muy importante porque permite al estudiantado generar herramientas para
desarrollar un pensamiento crítico y reflexivo sobre la realidad misma que los rodea. Según ella, “en un mundo