104 |pp 100-114|Año XV N°26|diciembre 2022 – mayo 2023|ISSN 1852-8171| Artículos
El Programa de Desarrollo de Recursos Humanos de la Organización Panamericana de Salud estudió 32 programas
de postgrado y 16 de maestría en enfermería en siete países en América Latina (Chile, Colombia, Ecuador, México,
Panamá, Perú y Venezuela). Los resultados de este estudio sugirieron que la mayoría de los programas se
orientaban hacia la preparación de profesores o de profesionales para la gerencia. Los programas no otorgaban el
mismo nivel de importancia al desarrollo científico. Además, los hallazgos identificaron “la dificultad para
diferenciar los niveles y funciones de las distintas modalidades de posgrado (especialización, maestría o doctorado)
en cuanto a su enfoque, horas académicas y número de créditos, y el perfil académico de las personas que egresan
de los programas” (Organización Panamericana de Salud, 2013, p. 53). De acuerdo con el Nursing Education
Advisory Council de la Organización “National League for Nursing” en los Estados Unidos (2003), para lograr
excelencia en investigación en enfermería, tanto académicos como estudiantes deben contribuir al desarrollo de la
ciencia de enfermería a través de la crítica, utilización, diseminación y conducción de investigaciones. Docentes y
alumnos deben discutir sobre investigaciones realizadas y su aplicación en enfermería. Es por esto que los currículos
de los diferentes niveles de formación deberían organizarse de manera de exponer al alumno a situaciones que los
impulsen a adquirir una actitud de cuestionamiento de la realidad, de rigor científico e interés por la verdad. Al
incorporar estrategias para desarrollar el espíritu científico desde el primer semestre de la carrera, se construye un
terreno abonado para que en los niveles de formación superior los alumnos, ya con una actitud indagatoria e interés
científico, adquieran los conocimientos y habilidades necesarios para hacer la investigación que garantice el avance
de la disciplina y la práctica en enfermería (Romero, 2003). Abad (1985) sugirió que es importante que los
estudiantes de nivel de licenciatura aprendan cómo utilizar los hallazgos de investigaciones. En los últimos 20 años
ha habido acuerdo respecto a lo importante que es que los alumnos, desde los programas de licenciatura, vayan
adquiriendo competencias en investigación.
En la Argentina, la formación de auxiliares de enfermería se realiza a través de cursos a los que se accede con
escolaridad primaria completa. En cambio, la formación básica de enfermeras se desarrolla a nivel terciario
universitario y no universitario para cuyo ingreso se necesita el nivel secundario completo. Información de la
OPS/OMS de 1995 indica en la Argentina la existencia de 103 escuelas de reconocimiento oficial de las cuales: 25
corresponden a universidades nacionales, provinciales o privadas y 78 son terciarios no universitarios. Según el
mismo Informe, la formación de Licenciados en Enfermería, presenta un enfoque academicista, que toma poco en
cuenta la inserción laboral de los alumnos y que conserva las características de la formación básica centrándose en
las unidades de cuidados intensivos. Es en estos años de licenciatura en donde se incorporan con fuerza los espacios
destinados al aprendizaje de investigación y ellos privilegian los modelos empíricos de la ciencia. La formación en
Enfermería a nivel terciario no universitario se articula con la licenciatura a través de ciclos de nivelación de
diferente duración.
En este contexto, nace en 1995 la Universidad Nacional de Tres de Febrero y en 1999 se incorpora a la oferta
académica de carreras de grado (comenzando a cursarse en el 2000) la Licenciatura en Enfermería y Enfermería
universitaria (Resol del CS 4/99). En su informe institucional (disponible en su sitio web 2017) la UNTREF señala al
respecto: “Es conocida la carencia en nuestro país de enfermeras de formación universitaria, lo que conspira contra
la jerarquización de esta profesión, redundando negativamente en el plano asistencial. La UNTREF, a partir de la
Carrera de Enfermería Universitaria, intentará llenar esa falencia.” Los diseños curriculares de las carreras se
estructuran de tal manera que existan ciclos de progresión del aprendizaje, desde los conocimientos más generales
-y comunes a todas las Áreas o a algunas de ellas-, hasta los más específicos, garantizando que los alumnos
adquieran, en su paso por la Universidad, el sentido interdisciplinario que deberán desarrollar luego en su vida
laboral.
Desde 2016 el equipo de investigación responsable de este artículo comenzó a trabajar en la carrera de Enfermería
de UNTREF. El plan de estudios vigente en aquel entonces era el correspondiente a la Licenciatura en Enfermería
(RCSN° 12/05) aprobado en 2005. La lectura inicial del plan de estudio de la Licenciatura en Enfermería, da cuenta
de una carrera organizada en 5 años de duración con una estructura lineal - cerrada ya que no presenta asignaturas
optativas, ni orientaciones o especializaciones a elección. Los alumnos que cursen la carrera de Licenciatura en
Enfermería deben completar, con carácter obligatorio, el desarrollo de las siguientes actividades curriculares:
treinta y cinco (35) asignaturas cuatrimestrales, tres (3) niveles de idioma extranjero, tres (3) niveles de informática