Introducción
El presente trabajo describe y analiza la evaluación final de una asignatura del ciclo superior de la carrera Medicina
Veterinaria de la Universidad Nacional de Rosario (Santa Fe, Argentina), institución de gestión pública. Observa al
resultado del examen, como un indicador que permite evaluar el grado de cumplimiento de los objetivos de la
materia, los que se plantearon en concordancia con estándares de calidad académica de la institución.
Son numerosos los trabajos que abordan el rendimiento académico y el abandono de los estudios universitarios
dentro del campo de la educación superior en la Argentina. Formar profesionales y científicos sin rebajar los niveles
de calidad, y sobre todo buscando elevarlos, es actualmente un desafío de alta complejidad en el contexto de
organizaciones de gran tamaño y modesto presupuesto (García de Fanelli, 2014).
Desde hace algunas décadas ha tomado relevancia la existencia de un programa de evaluación institucional
destinado a monitorear el desempeño académico de sus estudiantes, y cuyo contenido diagnóstico es el soporte
de toda propuesta estratégica de mejoramiento continuo. En las universidades en general y en particular en las
universidades argentinas, ha adquirido particular relevancia el estudio y análisis de temas relacionados con la
calidad educativa y consecuentemente con la evaluación de la misma, o sea con la eficiencia educativa. Medir la
calidad consiste en cuantificar el actual nivel de rendimientos, atendiendo a niveles y criterios preestablecidos (Rué
et al., 2009).
La calidad desde un punto de vista educativo, es entendida como eficiencia, como la optimización de los recursos
en función de logros. El Consejo Nacional de Universidades, Oficina de Planificación del Sector Universitario, toma
esta definición de eficiencia, entiende a la eficiencia como “hacer lo correcto, correctamente” (Chirinos Molero y
Padrón Añez, 2010).
Un indicador de eficiencia que utiliza la Secretaría de Políticas Universitarias es el índice de titulación calculado
como cociente entre los egresados del grado sobre los inscriptos al mismo. Otro indicador de eficiencia es el
rendimiento académico de los estudiantes medido como número de materias aprobadas por aquellos que se
reinscriben cada año. Más allá de cuál es la cantidad de jóvenes que no logra finalizar su formación superior o que
no logra aprobar la cantidad necesaria de materias por año, lo importante, o mejor lo que se estudia son las
múltiples dimensiones y determinantes que se encuadran en los indicadores de rendimiento y abandono (García
de Fanelli, 2014).
Desde un enfoque social, el rendimiento académico provee un indicador del aprendizaje que un estudiante se ha
apoderado, durante un proceso de formación y/o instrucción basada en objetivos indispensables y suficientes para
que los individuos se desarrollen como miembros de una sociedad (Grosso Imig, 2020). En otras oportunidades se
utiliza para conocer la eficacia del curriculum y de los procesos de evaluación curricular (Rivas Moya et al., 2010).
Se considera un indicador de productividad de un sistema, en el que junto a los estudiantes están involucrados
también los profesores; a la vez que dispara procesos de evaluación con la finalidad de alcanzar una educación de
calidad.
Si bien existen diversas definiciones de rendimiento académico, en el presente trabajo será considerado un término
multidimensional a partir del cual se puede cuantificar los resultados obtenidos durante y/o al final de un proceso
educativo (Stover et al., 2014). Es un parámetro que refiere al conocimiento adquirido por una persona,
conocimiento apropiado como resultado de un proceso de formación o instrucción (Vergara, 2011).
El parámetro por excelencia utilizado para estimar el rendimiento académico es el valor de las notas alcanzadas en
las evaluaciones y esas calificaciones representan los logros en los diferentes componentes del aprendizaje
(
Garbanzo, 2013; Fernández, 2018). Tradicionalmente, se ha considerado a la evaluación como certificadora, dado
que se centra en la medición de resultados y de productos al final del proceso educativo, estando estrechamente
vinculada al concepto de rendimiento académico. De esta manera, la evaluación adquiere un carácter crediticio,
268 |pp 266-281|Año XV N°27|junio 2023 – noviembre 2023|ISSN 1852-8171| Artículos