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a
Aportes de la formación universitaria en
Periodismo y Comunicación Social a la
construcción del sentido crítico de estudiantes
argentinos.
Contributions of University Education in Journalism and
Social Communication to the Development of Critical
Thinking in Argentine Students
Por Nadia S. SCHIAVINATO
1
y Alejandra MASI
2
Schiavinato, N. S. y Masi, A. (2025). Aportes de la formación universitaria en Periodismo y Comunicación Social a la
construcción del sentido crítico de estudiantes argentinos. Revista RAES, XVII(30), pp. 186-200.
Resumen
Los cambios acontecidos durante las últimas dos décadas en relación a las rutinas informativas de los jóvenes
importancia del smartphone como interfaz de preferencia, preeminencia de las redes sociales como modo de
acceso a la información, consumo de noticias en paralelo con prácticas de ocio y de entretenimiento requieren
una reflexión acerca de la formación académica de periodistas y comunicadores sociales. Este artículo propone
explorar aportes de la experiencia universitaria en la construcción del sentido crítico de estudiantes de primer y
segundo año de Periodismo y Comunicación Social de universidades argentinas de gestión estatal y privada. Para
ello, se analizaron datos obtenidos en catorce grupos focales mixtos (cuatro realizados en universidades privadas
y diez en universidades públicas) de entre seis y ocho participantes. El análisis de los hallazgos indica que, durante
los primeros años de la carrera, los estudiantes desarrollan actividades como debates y lectura de bibliografía
especializada, combinadas con prácticas propias del ámbito de la comunicación como el chequeo de fuentes y el
análisis de estrategias de desinformación. Estas acciones les permiten construir una mirada crítica acerca de los
procesos de producción, circulación y consumo de información en los medios. Asimismo, los estudiantes
manifestaron ser conscientes del proceso de construcción de esta perspectiva crítica e identificaron un sentido de
responsabilidad creciente en relación con el rol del periodista y/o del comunicador social.
Palabras Clave sentido crítico / estudiantes universitarios / estudiantes ingresantes / Comunicación Social /
Periodismo.
1
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas - Universidad de San Isidro, Argentina/ nadiaschiavinato@gmail.com/
http://orcid.org/0000-0001-8401-3682
2
Universidad de San Isidro, Argentina/ alejandramasi@gmail.com / http://orcid.org/0009-0004-9563-0319
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Abstract
Changes that have occurred over the past two decades regarding young people's news consumption habitssuch
as the importance of smartphones as the preferred interface, the dominance of social media as a gateway to
information, and the consumption of news alongside leisure and entertainment activitiescall for a reflection on
the academic training of journalists and social communicators. This article aims to explore contributions of
university education on the development of critical thinking among first- and second-year Journalism and Social
Communication of public and private universities in Argentina. To achieve this, data were analyzed from fourteen
mixed-gender focus groups (four conducted in private universities and ten in public universities), each consisting
of six to eight participants. The analysis of the findings indicates that, during the early years of their studies,
students engage in activities such as debates and reading specialized literature, combined with communication-
related practices like fact-checking sources and analyzing disinformation strategies. These activities enable them
to develop a critical perspective on the processes of information production, circulation, and consumption in the
media. Furthermore, students expressed an awareness of the construction of this critical perspective and
identified a growing sense of responsibility regarding the role of journalists and social communicators.
Key words critical thinking / university students / incoming students / Social Communication / Journalism
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Introducción
A partir de la segunda mitad de la década del 2000, el consumo de contenidos informativos ha atravesado fuertes
cambios tanto a nivel local como en el contexto internacional (Zunino et al., 2022). Si se observa específicamente
el caso argentino, datos relevados por la Encuesta Nacional de Consumos Culturales 2013/2023 indican que la
lectura de noticias se realiza, en la mayoría de los casos, a partir de redes sociales. Además, quienes se informan
por redes son en su mayoría jóvenes de entre 18 y 29 años, que utilizan el teléfono celular como dispositivo de
preferencia en sus rutinas informativas. Los hallazgos dan cuenta de cambios recientes en la manera de consumir
noticias, ya que, si se comparan los resultados de 2023 con los de 2013, se evidencia que el aumento en el uso de
las redes coincide con la baja en la cantidad de personas que se informan mediante diarios en papel (40% en 2013
frente a 14% en 2023). Esta situación habilita la pregunta por el acceso y el consumo de noticias por parte de los
jóvenes, especialmente de aquellos que, por cuestiones académicas, necesitan estar informados
permanentemente.
3
Este artículo presenta y analiza resultados parciales de una investigación mayor llevada a cabo por el colectivo de
investigadores e investigadoras Investigar en Red.
4
Este equipo reúne a más de cincuenta universidades de
gestión estatal y privada de nueve países de América Latina (Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México,
Perú, Uruguay y Venezuela) con el objetivo de conocer los hábitos informativos de estudiantes de carreras de
Periodismo y Comunicación Social. En este marco, durante los años 2022 y 2023 se llevó a cabo la investigación
“Consumos emergentes de noticias por parte de estudiantes universitarios durante la pandemia”, radicada en la
Universidad Austral de Argentina. Este proyecto buscó describir los consumos emergentes de noticias que
realizan los estudiantes y conocer a través de qué medios, plataformas y aplicaciones se desarrolla dicho
consumo.
Se entiende por “consumos emergentes” (Albarello, 2019) a aquellos que tienen lugar principalmente a través del
smartphone, en los que existe una hibridación entre información, persuasión y esparcimiento. Estos consumos se
vinculan a contenidos que circulan en el ecosistema digital gracias a la participación activa de las audiencias, ya
que en su dinámica hay un predominio del “hacer”, más ligado a la lógica de las redes sociales que a la actitud
contemplativa propia de los medios tradicionales (Calvo y Aruguete, 2020). Los consumos emergentes son
aquellos que tienen lugar no solo en las redes sociales (Facebook, Instagram, X, TikTok), sino también en
plataformas como YouTube, Spotify o Twitch, en las que las rutinas de información conviven con las de ocio y
entretenimiento. Este tipo de consumos, en los que las noticias se entremezclan con otras conversaciones
desarrolladas en las redes, se desarrollan de manera incidental (Boczkowski y Mitchelstein, 2018; Boczkowski et
al., 2018) y se dan en el marco de estrategias de lectura transmedia, entendidas como aquellas que se desarrollan
en espacios multiplataforma, con desplazamientos y solapamientos de unos medios con otros de acuerdo a los
intereses, necesidades y gustos de los usuarios (Albarello, 2020).
Los hallazgos que se analizan en este artículo corresponden a uno de los objetivos específicos del proyecto
general, orientado a identificar el aporte de las carreras de Periodismo y Comunicación Social en la formación de
un sentido crítico respecto del consumo de noticias por parte de estudiantes universitarios. En concreto, el
objetivo de este artículo es explorar si existe, y de qué manera, una vinculación entre la formación académica
recibida por estudiantes de los primeros años de las carreras mencionadas y la conformación de una mirada
crítica respecto del consumo informativo.
La construcción del sentido crítico en los estudiantes de Comunicación
3
Sin desconocer los debates actuales en torno a los usos inclusivos del lenguaje, en función de una mayor fluidez en la lectura se utilizará el
masculino genérico para nombrar a los diversos géneros.
4
Para más información, consultar: https://investigarenred.ar/
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En los últimos años, un gran cuerpo de investigaciones ha abordado la cuestión del consumo informativo de los
jóvenes (Giraldo Luque y Fernández Rovira, 2020; Pérez Escoda et al., 2021; Martínez Fresneda y Zazo Correa,
2024), especialmente a partir de que el entorno digital (Boczkowski y Mitchelstein, 2022) se convirtiera en el
espacio privilegiado para el acceso a las noticias. De hecho, el equipo que conforma Investigar en Red llevó a
cabo, entre los años 2020 y 2021, un proyecto titulado “Cómo se informan y cómo estudian los estudiantes de
periodismo y comunicación de las universidades argentinas a través de dispositivos digitales”.
Los resultados de esta investigación destacaron la prevalencia del smartphone como dispositivo para acceder a la
información (Arri, 2019; Rost, 2022), el consumo incidental de noticias a partir de redes sociales siendo X (en
ese momento llamada Twitter) la más elegida para informarse (Arri y Paredes, 2022), los consumos emergentes
que hibridan el lenguaje de los medios tradicionales con las formas de consumo propias de los medios digitales,
como newsletters, podcast y las canales de streaming (Peret et al., 2022; Bergero et al., 2022) y la lectura de
noticias en tiempos de fake news (Siles Pavón et al., 2022). Más allá de estos aportes, aún son incipientes los
trabajos acerca del consumo digital de noticias en el contexto nacional.
Por otra parte, los espacios académicos que tienen a su cargo la formación de periodistas y comunicadores
5
se
encuentran ante un desafío: los cambios cada vez más vertiginosos en el campo de la comunicación hacen que, a
cierta generalidad propia de las ciencias sociales y humanas (Bourdieu et al., 1975), y específicamente de las
carreras de Comunicación Social (Fernández y Poore, 2017; Benavente et al., 2017; Deharbe, 2018; Benavente y
Uranga, 2021), se suman las nuevas facetas mencionadas anteriormente como la hibridación, los cambios en las
rutinas de consumo de información y el avance de las fake news (Schiavinato, 2021). La literatura señala que la
formación universitaria de comunicadores sociales y periodistas, que a lo largo de los últimos veinticinco años ha
atravesado diversos paradigmas como el humanista, el cientificista o teoricista y el profesionalista-instrumental
(Rojas Rojas, 2021), se encuentra hoy en una encrucijada: la oferta académica debe ser lo suficientemente flexible
para adaptarse a una realidad cada vez menos estable, pero a la vez debe ofrecer herramientas rigurosas que
permitan a los estudiantes desarrollar una mirada crítica de los fenómenos en los que van a trabajar a futuro.
Investigaciones recientes indican que ha aumentado el interés por la formación académica de los periodistas y
comunicadores sociales (Díaz Del Campo Lozano, 2013; Redondo et.al., 2017; Fidel y Borges, 2020), ya que serán
ellos quienes, en su ejercicio profesional, garanticen el derecho a la comunicación y la libertad de expresión. En
este marco, este estudio explora las experiencias universitarias de los primeros años de estudiantes de carreras
de Periodismo y Comunicación Social de universidades de gestión estatal y privada de Argentina en relación con la
construcción, si es que la hay, de una mirada crítica que será parte de su perfil profesional.
Afiliación intelectual y la construcción de una identidad profesional
El análisis realizado a continuación se enmarca en la intersección de dos miradas: por un lado, parte del trabajo
realizado junto con el equipo de Investigar en Red para conocer las características del consumo emergente de
medios por parte de los jóvenes. Por otra parte, este artículo asume una perspectiva pedagógica, ya que indaga
cómo el tránsito por los primeros años de la carrera propone y organiza una mirada crítica de las noticias y de los
medios de comunicación. En este sentido, el objeto de estudio son los estudiantes de Periodismo y Comunicación
5
Según datos del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y del Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), a julio de 2024 en
Argentina existen 37 universidades de gestión estatal y 32 universidades de gestión privada que ofrecen carreras de Periodismo y
Comunicación, incluyendo Licenciaturas, Tecnicaturas y Ciclos de Complementación Curricular. Más información en:
https://www.cin.edu.ar/instituciones-universitarias/ y en https://www.crup.org.ar/universidades/
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Social, específicamente quienes cursan los primeros años de sus carreras. Se entiende que, durante los inicios de
la vida universitaria, los jóvenes desarrollan un proceso de afiliación intelectual en el que deben “movilizar todos
sus recursos para descifrar los códigos implícitos de la nueva cultura en la que necesita(n) ser admitido(s)” (Casco,
2008, p. 237). La incorporación al nivel educativo superior es considerada un pasaje que no se da de modo
automático, sino que constituye un proceso gradual de características subjetivas y culturales, en las que el
estudiante interactúa con el entorno e incorpora los modos de hacer propios del campo intelectual al cual desea
adscribirse (Pierella, 2011).
Ser ingresante universitario también significa construirse a uno mismo en dos dimensiones: en tanto estudiante,
requiere atravesar una experiencia vital, que se desarrolla en un contexto histórico y social determinado (Carli,
2012). En este sentido, es posible afirmar que los estudiantes de Comunicación y Periodismo transitan contextos
de formación que se reconfiguran permanentemente. Por otra parte, la llegada a la vida universitaria implica una
construcción identitaria: en términos de Hall (2003) la identidad se elabora mediante un proceso de interacción
entre el sujeto y su entorno, vínculo dialógico en el que se intercambian y construyen significados que,
progresivamente, permiten al estudiante desarrollar una identidad profesional ligada al campo de la
comunicación social.
El sentido crítico de los estudiantes de Periodismo y Comunicación Social forma parte de esta construcción
identitaria, ya que no consiste en un atributo estable y ahistórico, sino que establece una serie de disposiciones,
modos de hacer y de comprender el ecosistema de medios que resulta fundamental para el ejercicio profesional
de la comunicación. Al respecto, Secul Giusti (2012) señala que, en el caso de los estudiantes de Comunicación,
“se permite así la consolidación de una competencia de entendimiento crítico-reflexivo que evita los
reduccionismos y orienta a los estudiantes hacia un desarrollo analítico que permita dilucidar formas variadas del
discurso y sus estrategias” (p. 10). Si bien el proceso de construcción del perfil profesional se desarrolla a lo largo
de toda la carrera universitaria, y luego en las diversas facetas de la vida laboral, poner el foco en los primeros
años de la trayectoria académica permite conocer de qué manera las experiencias iniciales de los estudiantes
abonan la elaboración del sentido crítico que ejercitarán en el plano profesional.
Diseño y metodología de análisis
El diseño de la investigación se enmarca en una perspectiva cualitativa (Vasilachis de Gialdino, 2006; Hernández
Sampieri et al., 2014), dado que el objetivo mayor del estudio se orienta a conocer los puntos de vista de los
protagonistas, en este caso los estudiantes de Periodismo y Comunicación, y los significados que otorgan a sus
prácticas de consumo de noticias en espacios emergentes. Durante todas las etapas de la investigación, los
equipos de las universidades que forman parte del proyecto, organizados por institución a la manera de nodos,
mantuvieron reuniones quincenales mediante plataformas de videollamada como Zoom y Google Meet y
compartieron materiales y comunicaciones vía Google Drive y WhatsApp, de forma tal que la experiencia
constituya un verdadero trabajo colaborativo (Albarello, 2024).
Los datos se relevaron mediante la técnica de focus group. En el marco del proyecto Investigar en Red se llevaron
a cabo 97 grupos focales en 38 universidades de 9 países de América Latina. Con el objetivo de puntualizar la
atención en el caso argentino, se analizaron 14 grupos focales llevados a cabo con estudiantes de primer y
segundo año de las carreras de Periodismo y Comunicación Social de 10 universidades de gestión pública y 4 de
gestión privada ubicadas en 7 provincias: Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
(Buenos Aires), Universidad Nacional de Jujuy (Jujuy), Universidad Nacional de La Pampa (La Pampa), Universidad
Nacional de Lomas de Zamora (Buenos Aires), Universidad Nacional de Salta (Salta), Universidad Nacional de
Rosario (Santa Fe), Universidad Nacional del Litoral (Santa Fe), Universidad Nacional del Comahue (Neuquén),
Universidad Nacional de La Plata (Buenos Aires), Universidad Nacional de San Martín (Buenos Aires), Universidad
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Austral (Buenos Aires), Universidad Católica de Santa Fe (Santa Fe), Universidad del Salvador (Buenos Aires) y
Universidad Blas Pascal (Córdoba).
Para la realización de los focus group se utilizó una guía de entrevista semiestructurada elaborada en el marco del
proyecto general de Investigar en Red. Esta guía, que toma como punto de partida los objetivos generales y
específicos del proyecto, aborda líneas de trabajo entre las que se identifican: las formas de acceso a las noticias,
las rutinas de consumo, los cambios en el consumo de noticias a partir de la pandemia de COVID19, la vinculación
de la formación universitaria con el consumo de medios, las estrategias de chequeo y las cuestiones ligadas a la
confianza en los medios y la desinformación. Estas líneas, que fueron consensuadas con todo el equipo de
investigación, permitieron relevar datos en forma homogénea en los diferentes grupos focales.
El trabajo de campo se llevó a cabo durante el primer cuatrimestre de 2023. Se elaboró una muestra de
conveniencia (Hernández Sampieri et. al, 2014) formada por estudiantes universitarios de 18 a 24 años de ambos
sexos que cursan carreras de Periodismo y Comunicación Social. El criterio de selección de la muestra, además de
la accesibilidad (ya que los investigadores participantes realizaron el trabajo de campo en las instituciones en las
que se desempeñan como docentes) tuvo en cuenta que, para los estudiantes de Periodismo y Comunicación
Social, el consumo de noticias adquiere características particulares, ya que constituye parte fundamental de su
formación académica (Corradini et al., 2021). Al trabajar con estudiantes de carreras afines se logró que los datos
obtenidos por los diferentes equipos pudieran ser comparables en la etapa de análisis. Los estudiantes fueron
convocados por correo electrónico, mediante avisos en las clases de las que participan y/o por servicio de
mensajería o difusión interno de las universidades. Los grupos focales, integrados por entre 6 y 8 estudiantes cada
uno, se organizaron en función del grado de avance de las respectivas carreras: por un lado, los estudiantes de
primer y segundo año; por otro, los de tercer, cuarto y quinto año, según correspondiese a cada plan de estudios.
Se realizaron entre 2 y 3 grupos focales por universidad. En las universidades que ofrecieran más de una carrera
(Periodismo y Comunicación Social) los grupos focales se realizaron en forma separada para cada uno de los
programas participantes.
Antes de la realización de los grupos focales se extendió a los participantes un consentimiento informado en el
que aceptaban la grabación en audio y/o video de su participación, con la aclaración expresa de que los datos se
utilizarían en forma anónima y solo a los fines de la investigación. Además, se les aseguró a los participantes que
podrían revocar su consentimiento en cualquier etapa del desarrollo de la investigación.
Un desafío para el desarrollo de los grupos focales fue evitar que las respuestas fueran “ficticias” o “artificiales”,
es decir, que los estudiantes contestaran aquello que creen que “deben” contestar. Dado que los focus groups se
realizaron en el entorno de la universidad, se corría el riesgo de que los jóvenes no lograran salir del rol de
alumno y asumieran el espacio como una instancia de evaluación, ya que como afirma Hollander (2004), el grupo
focal es un ambiente artificial en el que se construye un relato entre todos los participantes. Para salvar este
problema se organizaron grupos de trabajo formados por un moderador y un asistente; se intentó, en los casos
en que fuera posible, que los moderadores no fueran los docentes de los estudiantes que participaban del grupo
focal. De esta forma, los datos obtenidos permitieron acceder progresivamente a las representaciones e ideas
construidas en el ámbito de un determinado grupo como son los estudiantes de Periodismo y Comunicación
Social (Flick, 2004).
Una vez realizados los grupos focales, se transcribió su contenido en forma total y literal para analizarlos a partir
de temas (Valles, 1992). El primer nivel de análisis consistió en la lectura de todo el material para su codificación
abierta (Schettini y Cortazzo, 2019), que buscó otorgar categorías a los datos sin condiciones previas. Luego, se
buscaron comparaciones y recurrencias en los fragmentos de distintas entrevistas que, tras una relectura y un
nuevo análisis, permitieron construir categorías generales. Estas macro categorías fueron elaboradas
colectivamente a partir de los lineamientos generales del proyecto de investigación y de sus objetivos específicos.
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Dado el volumen de información y la gran cantidad de investigadores e investigadoras que participaron del
proyecto, se utilizó el software ATLAS/ti para una codificación rigurosa y accesible y una carpeta compartida en
Google Drive con subcarpetas por país para que la información estuviese disponible. En la primera parte del
procesamiento de datos cada nodo codificó sus propias desgrabaciones; luego, en el segundo nivel de análisis, el
equipo de coordinación organizó los fragmentos según las macro categorías en archivos colaborativos.
Los datos que se presentan y analizan en el apartado que sigue corresponden a una de las macro categorías,
llamada “influencia de la carrera en el sentido crítico”. Dentro de esta categoría se analizaron los aportes de la
formación académica a la construcción de un sentido crítico por parte de los estudiantes de carreras de
Periodismo y Comunicación Social. Como se señaló anteriormente, con el objetivo de realizar un análisis en
profundidad del caso argentino se realizó un recorte del material original. A partir de la muestra inicial se
seleccionó a los grupos focales desarrollados en universidades argentinas de gestión pública y privada. Luego, se
excluyeron los grupos focales realizados con estudiantes avanzados, para conservar aquellos cuyos protagonistas
fueran estudiantes de primer y segundo año. Estos criterios de inclusión permitieron, por un lado, hacer foco en
el ingreso a la carrera y en el proceso de incorporación de los estudiantes a la vida universitaria. Por otro lado,
trabajar con universidades argentinas permitió que la muestra final, conformada por 38 estudiantes de cuatro
universidades privadas y diez estatales, sea homogénea.
6
El análisis de los datos correspondientes a la muestra final se realizó según el método comparativo constante
(Glaser y Strauss, 1967); a partir de una mirada inductiva se buscó construir subcategorías analíticas y
conceptuales, no meramente clasificatorias (Trinidad et. al, 2006). En esta etapa del procesamiento de datos se
aplicó un procedimiento manual: la segunda autora llevó a cabo el análisis de contenido cualitativo (Bernete,
2013) a fin de elaborar una nueva codificación que permita identificar categorías emergentes del corpus, con el
significado que le asignan Strauss y Corbin (2002/1998): agrupación de conceptos en términos explicativos más
genéricos. Luego, la primera autora realizó una relectura de todo el material y desarrolló una segunda
codificación, reagrupando los fragmentos a partir de las similitudes y diferencias existentes. Este paso permitió
construir subcategorías de análisis dentro de la macro categoría “influencia de la carrera en el sentido crítico”.
Estas subcategorías y sus correspondientes definiciones se explican a continuación:
Tabla N°1: Definición de las subcategorías de análisis
Subcategoría 1: Desarrollo de actividades
propias del campo académico
Incluye las valoraciones acerca de las actividades
de análisis y debate que se dan a lo largo de la
carrera, la consulta de autores clave y las
distintas herramientas adquiridas en los primeros
años en la universidad.
Subcategoría 2: Construcción de una mirada
especializada
Incluye el desarrollo de hábitos, conductas y
miradas construidos a lo largo de la carrera.
Forman parte de estas actitudes el chequeo de
fuentes, la atención a las estrategias de
desinformación, el uso de múltiples fuentes, los
enfoques en cuanto al tratamiento de la
información.
Subcategoría 3: Construcción de un perfil
profesional
Incluye testimonios y dichos que den cuenta de la
construcción de un perfil profesional de
comunicador en los primeros años de la carrera.
En este sentido, se desarrolla una conciencia del
sentido crítico en construcción y de la
6
Se anonimizaron los datos personales para resguardar la privacidad de los participantes.
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responsabilidad que conlleva el rol del
comunicador social.
Fuente: Elaboración propia
Análisis de los datos
Este artículo continúa el trabajo realizado por Albarello (2024), quien, en el marco del equipo de Investigar en
Red, elaboró un primer análisis de los datos generales obtenidos en el proyecto “Consumos emergentes de
noticias por parte de estudiantes universitarios durante la pandemia”, con énfasis en la incidencia de las carreras
de Comunicación Social, Periodismo y afines en el sentido crítico de los estudiantes, especialmente al momento
de lidiar con la desinformación que circula en las redes sociales. Por tal motivo, si bien este trabajo se enfoca en
los resultados argentinos, y estrictamente en los que refieren a estudiantes de primer y segundo año, se
retomarán estudios previos.
La presentación de los hallazgos se estructura en tres partes, que corresponden a las subcategorías elaboradas.
En primer lugar, se abordan las valoraciones acerca de las actividades que se dan en el inicio de la carrera y que
son propias del estudiantar (Fenstermacher, 1978) como el debate, la lectura de textos académicos y los
ejercicios orientados al análisis crítico de las noticias. En segundo lugar, se analizan testimonios que dan cuenta
de la construcción de una mirada propia de comunicadores y periodistas en formación a partir del desarrollo de
actividades como chequeo de datos, la atención a las estrategias de desinformación, el uso de fuentes diversas y
el reconocimiento de los distintos enfoques en cuanto al tratamiento de la información. Por último, se indaga
acerca de las reflexiones de los estudiantes sobre la construcción de su sentido crítico durante el trayecto
universitario.
En relación con la primera subcategoría, los estudiantes señalan que la vinculación entre teoría y práctica se da en
forma permanente y casi automática. Al ser estudiantes que necesitan estar constantemente actualizados, las
actividades que realizan en las clases (debates, análisis, lecturas) encuentran un correlato en el consumo
cotidiano de noticias:
“Un lugar (en el) que se da mucho el intercambio acerca de la información es acá en la facultad. Todos los
días venimos y estás cursando (…) y decís, ahhh viste esto, y te ponés a hablar con el profe y ahí se
intercambia un montón de información que encontramos en el día o en la semana”. (Estudiante 31,
Universidad Católica de Santa Fe, Provincia de Santa Fe)
“A me gusta mucho irme a los textos teóricos, comprender lo que dice el autor, me ayuda mucho a
analizar luego lo que consumo”. (Estudiante 32, Universidad Nacional de Jujuy, Provincia de Jujuy)
“Es muy curioso (…) esto de incorporar la información de los textos y después verlos en la vida real,
porque eso es lo que tiene esta carrera, que lo podés llevar directamente a la realidad de tu vida
cotidiana y emplear ciertas herramientas para varias tareas”. (Estudiante 13, Universidad Nacional del
Comahue, Provincia de Neuquén)
De la mano con lo anterior, los estudiantes desarrollan una actitud reflexiva respecto de los contenidos que
aprenden en la carrera, que pueden ser tanto actitudinales como procedimentales. Por ejemplo, tres estudiantes
señalan que tanto el haber aprendido a redactar noticias como el hecho de conocer los recursos orientados a la
construcción de las mismas les permite posicionarse en otro lugar respecto de un lector no especializado. En este
sentido, la formación académica contribuye a desarrollar un sentido crítico que se relaciona tanto con el quehacer
cotidiano del oficio como con el análisis de los contenidos que circulan y se consumen en los medios:
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“Yo creo también que uno aprende a agudizar la mirada y también a ser mucho más responsable porque
es verdad, como dice él, que uno veía las noticias con anterioridad y uno le daba otra perspectiva, otra
relevancia. Ahora con la carrera, con todas las materias, los textos incluso, es que uno va viendo otro
trasfondo, otra mirada. Y uno va viendo otras perspectivas que antes no las veía”. (Estudiante 34,
Universidad Nacional de Salta, Provincia de Salta)
“Aprendí a decir, bueno, me pongo a criticar (…) no me gusta este título, yo lo hubiera puesto de esta
manera”. (Estudiante 4, Universidad Nacional de La Pampa, Provincia de La Pampa)
“Me parece que el estudio de la carrera no te deja solamente leer la noticia e irte, estás mirando el modo
en que está hecha, con qué intencionalidad, qué es lo primero que se destaca. No es solamente la
información que tengas, te cambia la perspectiva totalmente”. (Estudiante 36, Universidad Nacional del
Litoral, Provincia de Santa Fe).
La segunda subcategoría que se definió a partir del procesamiento de datos remite a ciertas actitudes que los
estudiantes incorporaron en el tránsito por la carrera. Los jóvenes hicieron énfasis en el “antes y después”, es
decir, en los cambios de hábitos, rutinas informativas y costumbres en función del consumo responsable de
medios, conductas en las que la mirada crítica se vuelve fundamental:
“Antes lo primero que leía ya me lo creía y con la carrera aprendí a indagar bien cuál era la fuente y si era
confiable. En mi transcurso aprendí a no creerme todo”. (Estudiante 11, Universidad Nacional del Centro
de la Provincia de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires)
“Ahora estoy tomando más conciencia de todo el tema de las fuentes por empezar la facultad (...). Tenés
una información que te dice una cosa y la otra que te dice otra cosa o cambió en cierto aspecto, entonces
empezás a dudar de la veracidad de la información”. (Estudiante 13, Universidad Nacional del Comahue,
Provincia de Neuquén)
“Yo también, más que nada en segundo año fui más por el lado de ver diarios y fuentes. Antes consumía
más Twitter, que no si es tan confiable. Ahora comencé a investigar qué medios me gustaban para
informarme”. (Estudiante 16, Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, Provincia
de Buenos Aires)
Estas actitudes se complementan con un interés por estar más informados, a la vez que se admite la necesidad de
ampliar las fuentes de la información. Tal como lo señala Albarello (2024), el interés por diversificar las fuentes da
cuenta de la construcción del sentido crítico, ya que en los testimonios de los informantes se verifica una actitud
proactiva respecto de la búsqueda de fuentes de información variadas:
“La necesidad de estar informado viene de decir che, si yo quiero comunicar algo no puedo comunicarlo
desde una burbuja’ (…) me parece que es necesario estar al tanto”. (Estudiante 37, Universidad Blas
Pascal, Provincia de Córdoba).
“Antes de la carrera leía poco (...) luego cuando ingresé a la carrera me di cuenta de que tenía que leer un
montón (...) y me empecé a informar, la carrera nos lleva a que tengamos que estar informados
constantemente”. (Estudiante 2, Universidad Nacional de Jujuy, Provincia de Jujuy)
“Me gusta tener distintos puntos de vista, no me gusta quedarme solo con uno, entonces, puedo estar en
El Cronista, después ir a Clarín y pasar por cinco portales al mismo tiempo porque me gusta tener más
datos”. (Estudiante 38, Universidad Nacional de La Plata, Provincia de Buenos Aires)
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“A mí me gusta ir a otros portales, para poder ver, pero porque yo soy muy obsesiva con esto, el discurso
que tiene cada uno, la forma en que se cuentan las cosas. Hay veces que la forma en la que se cuenta algo
no es la misma, o el uso de las palabras no es la misma, y es otra visión completamente distinta del
mismo hecho. (...) En mi caso consumo Twitter y portales más tradicionales, y después newsletters, que
son… yo estoy suscrita al Foreign Policy, Russia Today y otros más”. (Estudiante 18, Universidad Nacional
de Rosario, Provincia de Santa Fe).
Asimismo, se evidencia que el consumo incidental de noticias (Mitchelstein y Boczkowski, 2018; Boczkowski et al.,
2018) forma parte de las rutinas informativas de los estudiantes, que navegan “de tema en tema”. Este consumo
habilita el encuentro con fuentes múltiples. En este sentido, los estudiantes admiten estar atentos a los
algoritmos de las redes sociales, ya que corren el riesgo de quedarse con fuentes que coincidan con sus puntos de
vista, algo que Pariser (2011) definió como “filtros burbuja”, lo que limitaría su capacidad de atender puntos de
vista diversos:
“Yo uso las redes sociales. Para informarme no leo mucho ningún medio. Organizo por temas, por
ejemplo, tema deporte tenés tres o cuatro referentes en Twitter que sabés que tienen buena información
y sigo a esos. Después en política, por ejemplo, busco alguien que hable de política de una forma
interesante. Tenés podcasts, tenés Twitch. Lo que sea. Hoy en día te metés un rato, después salís y así voy
de tema en tema. Pero algo que aprendí en la carrera de Periodismo es que está bueno, por más que
tengas una postura fija sobre un tema, intentar ver lo que dicen las demás posturas, como para tener un
pantallazo general y entender un poco. Sino es muy fácil juzgar lo que dice una postura y quedarte solo
de tu lado y armar una burbuja que después es contraproducente porque después se te arma una burbuja
de recomendaciones de algoritmos y no salís nunca más de ahí. Pero a veces pasa que es difícil meterte
en otras posturas porque todo está muy radicalizado y muy personalizado también. Entonces, por
ejemplo, es muy distinto lo que dice Página/12 y La Nación. Sabés lo que van a decir, pero está bueno por
lo menos saber qué dicen sobre qué tema para criticarlos, por lo menos”. (Estudiante 19, Universidad del
Salvador, Provincia de Buenos Aires)
“Por ahí lo que termina pasando es que, como cada uno se encierra en una burbuja y empieza a consumir
contenido que vos sabés que responde a tus ideas, como que (...) te terminás radicalizando en algún
punto. Entonces está bueno esto de ‘¿A ver qué me ofrecés?’ (…) Consumir otro contenido u otra forma
de ver las cosas te va a diferir, te va a incomodar un poquito, pero está bueno ver siempre la otra cara”.
(Estudiante 25, Universidad Nacional de Rosario, Provincia de Santa Fe)
En la misma dirección, otro aspecto vinculado con la formación del sentido crítico en los estudiantes a partir de su
formación académica lo constituye la capacidad de identificar los diferentes enfoques y puntos de vista en la
construcción de una noticia:
“A medida que vamos estudiando vamos aprendiendo a diferenciar eso (…) nosotros tenemos que
entender cómo los medios de comunicación transmiten las noticias, (…) podemos diferenciar la intención
de hacia dónde va la noticia”. (Estudiante 23, Universidad Nacional de Lomas de Zamora, Provincia de
Buenos Aires)
“Una de las cosas que nos han dicho los primeros días de cursada fue bueno, tienen que aprender a dudar
y es algo que practico un montón, que ya lo tengo incorporado en realidad, porque más allá de las fake
news yo creo también que una de las cosas que vemos es que las noticias se construyen desde una
perspectiva siempre. Entonces, bueno, depende del medio que leas es el enfoque con que te vas a
encontrar”. (Estudiante 20, Universidad Nacional de San Martín, Provincia de Buenos Aires)
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Por último, estas actividades, hábitos y conductas que se dan a partir de la incorporación de los jóvenes al
ambiente universitario tienen su correlato en la construcción de una actitud comprometida por parte de los
propios estudiantes. Los datos demuestran que, además de incorporar ejercicios, rutinas y modos de hacer,
también se desarrolla una creciente preocupación por ejercer esa mirada crítica y permanecer atentos a los
vaivenes del contexto social, económico y político al momento de consumir noticias:
“(La carrera) te da como una mirada crítica de las cosas, porque uno toma todo el conocimiento teórico
que adquiere en la carrera y después vos decís, cuando leés una noticia (…) empezás a relacionar y formás
una perspectiva crítica en cuanto a la información”. (Estudiante 5, Universidad Nacional de Rosario,
Provincia de Santa Fe)
“A me pasa que veo las noticias desde otro punto de vista, con lo que aprendí en estos dos años de
carrera, siento que veo una noticia y lo relaciono con un autor (...). Creo que llegué a un punto donde veo
una noticia (...) me informo, trato de analizar y trato también de buscar otras respuestas”. (Estudiante 2,
Universidad Nacional de Jujuy, Provincia de Jujuy)
“Quizás ahora estudiando comunicación veo que realmente en los medios hay opinólogos y quizás no
están informados sobre un tema como política, economía, etc. Cuando veo una nota sobre, por ejemplo,
alimentación, trato de ser crítica acerca del enfoque de la noticia, las fuentes que usan”. (Estudiante 6,
Universidad Nacional de San Martín, Provincia de Buenos Aires)
Como señala Albarello (2024), la construcción de esta mirada crítica va acompañada del desarrollo de un sentido
de responsabilidad en función de sus lecturas, sus valoraciones, sus acciones y su compromiso con el ejercicio de
la profesión:
“Yo creo que el gran cambio de estudiar Comunicación es el hecho de darme cuenta de que todo está
muy relacionado con todo, que como comunicadores tenemos que entender absolutamente todo (...) y
creo que ahí es cuando empecé a tomar el valor de las noticias. (...) El otro día estaba viendo los titulares
de las elecciones que se supone que eran objetivos porque tenían datos y hay ciertas palabras que a
nosotros nos resaltaron que son con opinión, que si no lo sabés probablemente pase desapercibido y
creas que es una opinión objetiva, y teniendo la base teórica decís eso de objetivo no tiene nada”.
(Estudiante 7, Universidad Austral, Provincia de Buenos Aires).
“Yo creo, voy un año y algo recién en la carrera, aprendes a tener o sentir esa responsabilidad si es que
vas a buscar una noticia, redactarla, la miras con otros ojos. Siento tener responsabilidad con respecto a
algunas cosas, por ejemplo, si en una noticia se utilizan ciertos conceptos, o nociones que son peyorativas
de ciertos colectivos, ya lo miro con otros ojos”. (Estudiante 9, Universidad Nacional de Salta, Provincia de
Salta)
“Si me di cuenta de que hay que tener un compromiso a la hora de informar porque para informar tenés
que hacerlo bien (...) hay que tener un compromiso para chequear la información para saber desde dónde
se informa”. (Estudiante 10, Universidad Nacional de Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires)
En definitiva, las tres subcategorías que se analizaron permiten elaborar un hilo conductor respecto de los aportes
de la carrera a la construcción de un sentido crítico de los estudiantes de Periodismo y Comunicación Social. A
partir de las actividades que los jóvenes desarrollan en el marco de los primeros años de sus estudios
universitarios, pueden incorporar ciertos hábitos, conductas y miradas que contribuyen a un conocimiento más
profundo y comprometido del funcionamiento de los medios y de la producción, circulación y consumo de
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noticias. Asimismo, estas primeras experiencias permiten una progresiva afiliación a su campo profesional. Así, el
sentido crítico forma parte de una identidad profesional en construcción, ya que esta actitud reflexiva sobre su rol
como comunicadores se traduce en un sentido de responsabilidad por el rol que van a ocupar en la sociedad.
En línea con los hallazgos de Albarello (2024) y Bordón et al. (2025), durante los primeros os de las carreras de
Periodismo y Comunicación Social los estudiantes consultados señalaron experimentar un cambio en su mirada
acerca de los medios y de la forma en la que consumen noticias. La permanente vinculación entre teoría y
práctica que experimentan en las diferentes asignaturas, sumado al desarrollo de competencias mediáticas que
les permiten un acercamiento distinto a la información (búsqueda de fuentes, evitación de filtros burbuja,
chequeo de datos, diversificación en el consumo), y al desarrollo de una actitud de responsabilidad y compromiso
respecto de su futuro rol profesional, dan cuenta de una progresiva construcción de un sentido crítico que
encuentra su punto de apoyo en la formación universitaria.
Conclusiones
Los estudios referidos al consumo de noticias por parte de los venes indican que, junto con el uso del
smartphone como dispositivo principal (Albarello, 2020), las rutinas informativas asumen la forma de un consumo
incidental (Mitchelstein y Boczkowski, 2018; Boczkowski et al., 2018). La preeminencia de las redes sociales como
espacio de consumo de noticias (Arri y Paredes, 2022) ha dado lugar al concepto de consumos emergentes,
entendidos como aquellos que surgen de la hibridación y en los que conviven la lógica de la información con la del
ocio y del entretenimiento.
En este marco, este artículo analizó los resultados de catorce grupos focales realizados entre abril y julio de 2023
en diez universidades estatales y cuatro privadas de Argentina, con el objetivo de conocer si existe, y de qué
manera, un vínculo entre la formación recibida en las carreras de Periodismo y Comunicación Social respecto de
la construcción del sentido crítico de los estudiantes, a partir de la mirada de éstos. La muestra final solo incluyó a
estudiantes de primer y segundo año de las carreras mencionadas. Este criterio tuvo que ver con el interés en
profundizar acerca de la construcción de la identidad profesional de los comunicadores sociales a partir de la
experiencia de los primeros años de los estudios universitarios (Pierella, 2011; Carli, 2012).
Los resultados del estudio indican que, desde el inicio de la cursada de las carreras, los estudiantes realizan
lecturas, análisis y debates que les permiten contrastar lo que ven en la teoría con la práctica cotidiana. Asimismo,
desarrollan una capacidad reflexiva que los habilita a identificar diversos enfoques en el tratamiento de la
información, chequear las fuentes y diversificar sus espacios de consumo de noticias. Los estudiantes manifiestan
estar atentos a los algoritmos de las redes sociales que tienden a ponerlos en contacto con opiniones similares a
las propias, a la vez que desarrollan sentimientos de responsabilidad al sentirse referentes informativos en sus
entornos cotidianos.
De esta manera, se observa que las experiencias vividas en el inicio de los estudios universitarios abonan a la
construcción de un sentido crítico respecto a los consumos emergentes. Estudiantes de Periodismo y
Comunicación Social de universidades argentinas de gestión pública y privada identificaron un cambio en su
propia mirada respecto de los medios a partir del ingreso a la carrera, modificación que contribuye a la
conformación de una identidad profesional específica y que forma parte de un proceso de afiliación intelectual al
campo comunicacional. En futuras investigaciones, y atendiendo a las limitaciones del presente estudio, sería
interesante explorar casos en los que no se identifiquen cambios en la construcción de una mirada crítica de los
medios. Finalmente, dado que el estudio aborda un recorte de un conjunto de datos mayor, investigaciones
posteriores que focalicen en otros países o regiones podrían proporcionar información valiosa para continuar esta
misma línea de trabajo en clave comparativa.
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Fecha de recepción: 23-08-2024
Fecha de aceptación: 25-03-2025