13 |pp 11-26 | Año XVII N° 30 |diciembre 2024 – abril 2025 |ISSN 1852-8171| Artículos
Introducción
Los debates contemporáneos sobre la educación superior (ES) abordan tópicos como la calidad, el rol del Estado,
el derecho a la educación y la innovación curricular, que son parte de disputas simbólicas entre distintos actores
que buscan legitimar y difundir sus ideas y visiones políticas y pedagógicas. Entre ellos se encuentran los organismos
internacionales (OI), actores de capital importancia en la escena global y regional. Durante las últimas décadas los
OI han sido partícipes centrales en la elaboración y difusión de ideas sobre las funciones de los sistemas educativos
y en la recomendación de políticas educativas. En el caso específico de la ES, los OI han impulsado en Latinoamérica
propuestas de reformas, financiamiento de proyectos, asesorías técnicas y la difusión periódica de documentos de
orientaciones generales (Jiménez Ortiz, 2011; Ruiz, 2016; Toscano, 2005).
En la actualidad, la ES exhibe un panorama de alta masificación y fuerte heterogeneidad entre los distintos países
de la región, incluyendo sistemas con una muy alta participación del sector privado (como en Chile, Brasil y Perú) y
otros donde el sector público sigue siendo predominante (como en Argentina, México y Uruguay). La Reforma
Universitaria de 1918 generó una idea de universidad orientada a la democratización –tanto al interior de la propia
universidad como en la sociedad– y al desarrollo nacional autónomo que se mantendría como la concepción
dominante en América Latina hasta entrada la década de 1980 (Arocena, 2004), a pesar de que el modelo
“norteamericano” también tuvo una importante presencia desde el decenio de 1950 (Krotsch, 2001). A partir de
los años noventa –aunque con antecedentes importantes previos como la reforma chilena de 1981—se produjo un
giro en las políticas, hacia la diversificación de las fuentes de financiamiento, la participación creciente del sector
privado, la implementación de sistemas de acreditación y evaluación de las instituciones, y mayores vínculos con el
mundo productivo, agenda promovida más visiblemente por el BM (Arocena, 2004; Krotsch, 2001). Desde entonces,
la ES en la región ha sido un campo fuertemente tensionado entre las tendencias globales y regionales de
privatización y de nuevos modelos de gobierno y financiamiento, y las persistentes demandas de ampliación del
acceso, escenario que se ha complejizado también como consecuencia de la pandemia de COVID 19.
En el plano ideológico, estas tensiones se han expresado en las Conferencias Regionales de Educación Superior
(CRES) organizadas por la UNESCO. En las tres CRES, que tuvieron lugar en 1996, 2008 y 2018, se cuestionaron los
avances mercantilistas y se acordó concebir la ES un bien social y un derecho humano que el Estado debe garantizar
(Del Valle, 2019; García y Fernández Lamarra, 2023). Por otro lado, Miranda y Tamarit (2021) subrayan que la
erosión del sector público impulsó un mayor interés en la producción académica sobre la ES. Los autores consideran
que existe un gran consenso académico en defender la autonomía institucional y el rol central del Estado.
Por otra parte, la Agenda de Educación 2030, establecida en 2015 e impulsada por la comunidad internacional y,
en particular, por la UNESCO, ha supuesto un desafío renovado en términos de lograr una mayor democratización
del acceso a la ES (UNESCO, 2023), pero más fundamentalmente plantea los interrogantes de cómo imaginar y
definir los rasgos de un mundo “sustentable” y de cuáles deberían ser las contribuciones de la educación para su
construcción (Elfert, 2023; Schulte, 2022). Este último interrogante se vuelve incluso más significativo en tanto se
postula, en la formulación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que la educación en general y la ES en
particular juegan un papel estratégico para el logro de los demás objetivos (Didriksson, 2020).
Partiendo de una concepción constructivista sobre el rol central de las ideas en el proceso de definición de políticas
(Béland y Orenstein, 2013; Mehta, 2011), buscamos en este artículo sistematizar los aportes de la producción
académica latinoamericana reciente sobre los posicionamientos discursivos de la UNESCO y el BM a través de un
análisis de estudios y ensayos publicados entre 2000 y 2023 que abordan las ideas formuladas y difundidas por los
dos organismos respecto a la ES en la región. Este ejercicio tiene un doble propósito: por un lado, contribuye a la
comprensión de qué ideas son promovidas por parte de dos agencias que han sido muy influyentes en el escenario
latinoamericano, y de qué convergencias y divergencias existen entre los posicionamientos de estas dos agencias;
en segundo lugar, permite una aproximación a cómo interviene la academia en el debate de ideas, como otro actor
que incide, más indirectamente, en el proceso de la definición de políticas para la ES en la región.