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/ pp 37-54 / Año 10 Nº18 / JULIO 2023 – NOVIEMBRE 2023 / ISSN 2408-4573 / DOSSIER TEMÁTICO
En cuanto al rol de las agencias nacionales en el plano de la acreditación, en un contexto de creciente
internacionalización y diversificación de los sistemas que acompañó los procesos de crecimiento del sector privado
nacional e internacional, el aspecto común más relevante fue la mayor injerencia del estado en el gobierno y la gestión
de las universidades públicas, provocando reacciones y tensiones en tanto puso en cuestión los alcances de la
autonomía universitaria. Y esto ocurrió no solo por las características que asumieron los procesos de evaluación, que
en algunos casos fueron vinculantes para la aprobación de carreras y el reconocimiento oficial de las titulaciones, sino
porque además se vincularon con las políticas de financiamiento. Aplicando la conceptualización de Acuña y Chusnovsky
(2013) estas cuestiones, que se profundizan en el caso argentino, permiten visualizar la conflictividad inherente al
desarrollo institucional.
De acuerdo con Clark (1991) las políticas de evaluación que se aplican actualmente en la educación superior,
promueven un desplazamiento del poder de la academia hacia el Estado y el mercado. En este sentido, si bien el objetivo
explícito es el aseguramiento de la calidad, existe también un objetivo implícito que tiene que ver con la regulación, por
parte del Estado, sobre las universidades. También ocurre un corrimiento de poder hacia el mercado en la medida que
la creciente competencia que nacional e internacionalmente se desarrolla entre las instituciones educativas ha
promovido el uso de diferentes estrategias para mejorar su posicionamiento, entre ellas la búsqueda de prestigio a
partir de la instalación de un concepto de calidad unívoco basado en una única modalidad de investigación con foco en
la publicación de artículos en revistas con referato, en general en inglés, planteles docentes con títulos de doctorado y
dedicación full time, que es la que tradicionalmente han desarrollado las Ciencias Exactas y Naturales. La generalización
de criterios de evaluación de esta área disciplinaria a las demás se presenta a nivel internacional, En este sentido,
resulta relevante considerar el exhaustivo estudio que realizó Becher (1989) para el caso de las universidades
estadounidenses.
Según Barsky y Dávila (2010), se trata de criterios que, entre otras cuestiones, dan prioridad a la investigación sobre la
docencia, la transferencia y la extensión, al doctorado sobre especializaciones y maestrías, y al tipo de investigación
basado en la publicación de artículos en revistas internacionales con referato. De esta forma, termina
homogeneizándose el sistema, e imponiéndose un estándar de calidad sobre los demás, independientemente de las
tradiciones disciplinares. Para las Ciencias Exactas y Naturales hay una sola forma de hacer investigación y, por ende,
sus actividades de posgrado. Así, la docencia se integra con el proceso de investigación en laboratorio o unidad
académica y las actividades de posgrado consisten directamente en un Doctorado donde se es parte de un equipo de
investigación encabezado por un académico de prestigio. Este equipo tiene acceso a publicaciones en revistas
internacionales con referato. Las publicaciones no son individuales sino que son firmadas por un grupo generalmente
numeroso, y donde el orden de aparición está vinculado con el ascenso dentro de la jerarquía del grupo y, por ende, de
la investigación. No tener un Doctorado y no publicar en estas revistas internacionales, equivalen a ser inexistentes en
materia científica. El tema se agrava si se piensa que las publicaciones son obras de un equipo con muchos miembros
(5, 6 o 7, son números corrientes). Por lo tanto cada miembro puede tener muchas publicaciones anuales. Hay
investigadores que a lo largo de su carrera muestran 200 o 300 publicaciones, lo que es impensable en el resto de las
disciplinas.
Este paradigma es distinto para las Ciencias Sociales y las Humanidades. Comenzando por las publicaciones para esta
área un libro publicado en una editorial especializada tiene mayor importancia que un artículo. Un libro es el resultado
de muchos años de investigación, generalmente realizadas en forma individual o como máximo en colaboración con
otro autor. Incluso un artículo es el resultado de varios meses de trabajo individual. Por otra parte, el Doctorado no es
el título de mayor reconocimiento en todas las áreas, sino que hay diferentes tradiciones según las disciplinas. En la
Argentina son muy relevantes las maestrías en las Ciencias Sociales, mientras que en las Humanidades la tradición
más fuerte está centrada en los doctorados. En las Ciencias de la Salud son decisivas las Especializaciones cuya
duración e intensidad supera muchas veces a los doctorados. En las Áreas de Administración y de Negocios son
valoradas especialmente las Maestrías, en función de haber tomado como modelo al sistema de los Estados Unidos. Se
trata de distintas valoraciones que tienen que ver con el acceso a distintas prácticas sociales y a distintas formas de
recibir y generar nuevo conocimiento y que es necesario considerar en la evaluación. (Barsky y Dávila, 2010)
Esta cuestión se amplía en el apartado sobre Argentina con varios trabajos más recientes que, sobre la base de estudios
empíricos basados en los dictámenes de la agencia evaluadora, corroboran esta problemática. Asimismo, se considera
la opinión de informantes clave vinculados con los procesos de acreditación en las instituciones.
Estos elementos muestran la problemática de los procesos de evaluación, elementos que se agudizan por los criterios
contemplados prioritariamente en los rankings internacionales de universidades basados en el modelo de las