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/ pp 14-23 / Año 10 Nº18 / JULIO 2023 – NOVIEMBRE 2023 / ISSN 2408-4573 / DOSSIER TEMÁTICO
4) el auxilio teórico y empírico para el diseño y formulación de reformas educativas
Para América Latina se ha señalado una debilidad del campo y ciertas similitudes en su evolución con dirección hacia
los países centrales, como son los casos de Andrés Bello en Venezuela, Domingo Faustino Sarmiento en Argentina o
José Pedro Varela en Uruguay y los recientes intentos de cientifización. La producción fue escasa y se revirtió con las
reformas educativas luego de la década de 1980. Una de expresiones son las sociedades de educación comparada en
diversos países de la región (Acosta y Ruiz, 2016; Gorostiaga, 2017).
Efectos de la globalización en la política educativa y la educación comparada
Durante el siglo XX los estudios comparados han evolucionado para analizar temas tales como el complejo proceso de
cruce de fronteras políticas, las políticas itinerantes y sus derivaciones, las externalizaciones y las relaciones con los
contextos de referencia, aunque muchos de ellos han tendido a centrarse en el Estado-nación, en las actividades de los
gobiernos, en las interacciones entre los Estados y entre los gobiernos y en una serie de actores privados y de la
sociedad civil. Podría decirse que la expansión de los sistemas educativos en el nivel global se transformó en el concepto
racional predominante de la escolarización. Ahora bien, este ordenamiento se realizó en torno de la figura del Estado,
concepto clave para la política educativa. La emergencia de la globalización supone la formulación de nuevas preguntas
que la Educación Comparada comenzó a abordar en las últimas cuatro décadas: ¿en qué medida la consideración de
lo global y lo local no implica cambios en los roles de los Estados en materia educativa? ¿De qué manera los nuevos
roles que asumen los Estados promueven cambios en los sistemas nacionales de educación y en qué sentidos? ¿Es
posible captar la complejidad de las relaciones entre lo global, lo regional, lo nacional y lo local en la formulación y
ejecución de políticas educativas?
Como se dijo previamente, los procesos de globalización y las cada vez más fuertes incidencias que poseen las
organizaciones gubernamentales internacionales y/o regionales, las organizaciones no gubernamentales, las empresas
transnacionales y las redes mundiales de educación, han socavado los enfoques comparativos clásicos. Algunos autores
han señalado la emergencia de una nueva morfología social derivada de la planetarización de los procesos políticos y
sociales (Vertovec, 2009). De esta manera, uno de los temas centrales de la disciplina, la transferencia, aparece también
reconceptualizado. Así, más que considerar a la transferencia como un proceso lineal y unidireccional cabría pensarla
como circular y en cierta forma como un proceso recíproco. Las reformas educativas avanzan y retroceden entre
diferentes países y dentro de ellos, sobre todo en casos cuya organización institucional es federal, extensa y compleja
(Steiner-Khamsi, 2016).
En efecto, tal como sostiene Verger (2019), la globalización ha tenido múltiples efectos sobre la política educativa ya
que ha generado nuevos problemas, ha aumentado el intercambio internacional de ideas sobre reformas escolares y
universitarias, ha dado lugar a la conformación de redes transnacionales de expertos, así como a transformaciones en
los procesos de formulación de políticas educativas, sobre todo por la mayor injerencia de organismos internacionales
(OI). Sin embargo, la influencia de las dinámicas globales en las dimensiones locales (regionales, nacionales,
subnacionales) son difíciles de rastrear empíricamente y además no siempre son equivalentes ya que la educación es
un proceso cultural e histórico, por lo que el contexto local puede traducir de manera diferencial esas influencias
globales. Por ello, en los debates contemporáneos y en las investigaciones de las políticas educativas globales se
evidencian diferentes enfoques, algunos centrados en la globalización como impulsora de los cambios en las políticas
educativas locales (Anderson-Levitt, 2003; Meyer y Ramirez 2010; Robertson, Bonal y Dale, 2002); otros que se centran
en los OI y actores supraestatales (gubernamentales y no gubernamentales) como usinas que determinan las
orientaciones de las políticas educativas (King, 2007; Valle-López, 2015; Mundy et al, 2015). También se encuentran
las investigaciones que hacen foco en los actores de las políticas educativas locales, que adoptan o toman elementos
de la agenda global en esta materia (Luke, 2003; Altinyeelken, 2011; Steiner-Khamsi, 2010, 2016; Verger, Fontdevila y
Zancajo, 2016). Finalmente, se ubican los estudios sobre las recontextualizaciones locales de las políticas educativas
globales (Robertson y Dale, 2006; Philips et al 2003; Schriewer et al, 2004; Crossle y Watson, 2003). Los resultados
de las evaluaciones internacionales, los rankings, los diagnósticos de los organismos internacionales, las asociaciones
regionales, los acuerdos multilaterales y las políticas de créditos no son necesariamente vinculantes para los Estados-
nación, ni determinan sus políticas públicas presentes y a futuro. No obstante, es innegable la influencia que tienen en
las clases dirigentes, en el diseño de las políticas públicas –entre ellas, las educativas–, en la formulación de objetivos
y en la comparación y evaluación de los resultados en y entre los diferentes sistemas escolares.