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Revista Latinoamericana de Políticas
y Administración de la Educación
Masividad y vida cotidiana de los estudiantes: el desafío de lograr
permanecer en la Universidad
Massivity and students’ everyday life: the challenge of staying at University
GUNSET, Violeta
1
, ABDALA, Carolina
2
y BARROS, María Eugenia
3
Resumen
Este trabajo constituye un avance del Proyecto de Investigación “Estudiantes de Educación Superior: Perfil socioeconómico y
cultural, trayectorias académicas y currículum vivido”, aprobado y subsidiado por la SCAIT
4
. Su objeto de estudio es la educación
superior a la que entiende como una totalidad compleja que es necesario reconstruir y analizar a través de dos núcleos: sujetos
(estudiantes, docentes) y curriculum.
Con el objetivo de dar cuenta de las significaciones que los estudiantes atribuyen a sus recorridos académicos, sus experiencias,
artilugios y vicisitudes, se presentan y analizan las alternativas y dificultades que atraviesan durante el cursado y la permanencia
en la facultad, poniendo especial énfasis en lo que representa en ese recorrido la vivencia de la masividad. En ese sentido, se
exponen las percepciones y valoraciones de los alumnos acerca de la organización institucional y académica en el contexto de la
vida cotidiana en la universidad.
El enfoque etnográfico posibilitó a partir de las voces de los protagonistas, descubrir los significados subjetivos que estos le dan
a su experiencia universitaria y a las situaciones que afrontan en su vida cotidiana. El material empírico procede de entrevistas
realizadas, grupos de discusión, conversaciones informales, documentos escritos, conjunto del que se tomaron algunos testimonios
que a modo de ejemplo permiten realizar esa descripción.
Palabras clave: estudiantes / universidad / permanencia / masividad / vida cotidiana
Abstract
This paper represents a step forward in the research project “Higher Education Students: socio-economic and cultural profile, aca-
demic career and experienced curriculum”, approved and grant-aided by SCAIT
5
. Higher Education is its subject of study, which is
seen as a complex whole that requires being rebuilt and analysed from two nuclei: subjects (students and teachers) and curriculum.
In order to give an account of the significations that students give to their academic career, their experiences, devices and changes,
we introduce and analize the alternatives and difficulties that students go through during their course and the term at University,
emphasising on the impact of massivity in this background. In this thread of thought, students’ perceptions and values on the ins-
titutional and academic organization within the context of everyday life at university are exposed.
The ethnographic approach allowed, from its own protagonists voices, to uncover the subjective significances that they give to
both their university experience and their everyday situations. The empirical material is gathered from interviews, forums, informal
conversations and written documents. Some sample testimonies were taken in order to make such description
Key words: students / University / permanence / massivity / everyday life
1
Universidad Nacional de Tucumán/ vgunset@gmail.com
2
Universidad Nacional de Tucumán/ karoabdala@gmail.com
3
Universidad Nacional de Tucumán/ fliarobles@arnet.com.ar
4
Secretaría de Ciencia, Arte e Innovación Tecnológica de la Universidad Nacional de Tucumán.
5
Secretaría de Ciencia, Arte e Innovación Tecnológica de la Universidad Nacional de Tucumán.
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Presentación
La Facultad de Filosofía y Letras comparte con otras unidades académicas de la UNT un problema crítico de larga data como es
la dificultad institucional para retener y formar a los jóvenes ingresantes. Además de las importantes cifras que dan cuenta del
abandono en los primeros meses, se ha señalado un conjunto de problemáticas vigentes relacionadas con el rendimiento y el
desempeño de los estudiantes, tales como un significativo crecimiento de la matrícula principalmente en las carreras de Inglés,
Trabajo Social y Comunicación y al mismo tiempo, un elevado índice de deserción en el primer año de cursada, excesiva duración
del cursado de las carreras y una baja tasa de graduación.
La política de ingreso abierto que caracteriza a la UNT en general y a Filosofía y Letras en particular, posibilita el acceso de una po-
blación estudiantil con una gran diversidad cultural y educativa. Las tasas de retención y graduación, relativamente bajas respecto
de la proporción total de estudiantes que ingresa a la institución, obligan a considerar por un lado, la heterogeneidad y diversidad
de quienes ingresan con la expectativa de formarse como profesionales y, por el otro, las condiciones del contexto institucional
en el que esa formación tendrá lugar. Corresponde mencionar que la baja retención y la excesiva duración de las carreras es un
problema compartido por la gran mayoría de las universidades en nuestro país (García de Fanelli, 2011).
En esta línea, Dubet y Martuccelli (1998: 15) señalan que para comprender lo que las instituciones educativas “fabrican”, no basta
con estudiar los programas, los roles y los métodos de trabajo, sino que es necesario captar la manera con que los alumnos cons-
tituyen su experiencia, es decir, establecen relaciones, estrategias, significaciones a través de las cuales se constituyen en ellos
mismos. De forma que en los itinerarios seguidos en la consecución de sus carreras, los protagonistas experimentan un complejo
proceso de socialización que va más allá de una estricta adhesión a las normas, pautas y valores propios de la cultura institucional,
en tanto supone “una tarea activa de construcción y consecución de una nueva identidad”: la de estudiante universitario (Coulon,
1995: 172).
De acuerdo a estas consideraciones, nos propusimos como objetivo de este trabajo dar cuenta de las significaciones que los
estudiantes atribuyen a sus recorridos académicos y sus experiencias con el curriculum, con la finalidad de llegar a comprender
algunas dinámicas institucionales, en particular las derivadas de las condiciones edilicias, que intervienen en la construcción de
sus trayectorias académicas.
En ese sentido consideramos que para conocer las diversas circunstancias y situaciones que operan como condicionantes de la
permanencia y de la experiencia de los estudiantes, se impone un análisis crítico de la vida cotidiana, es decir, “de las formas en
que cada organización social concreta se desarrolla el interjuego entre necesidades de los sujetos comprometidos en ella y las
satisfacciones, metas y conducta social y vincularmente disponibles, pautadas para esas necesidades” (Quiroga, 2003: 15).
Acerca del contexto
Filosofía y Letras es una institución educativa de carácter público, afectada por el fenómeno de la masificación, proceso que aunque
no es reciente, se ha profundizado durante las últimas décadas, a medida que se incrementaba la matrícula al eliminarse los cupos
en 1984, posteriormente con la creación de dos carreras, la Licenciatura en Trabajo Social en 1989 y más tarde, en el 2004, la
carrera de Licenciatura en Ciencias de la Comunicación.
La masificación como resultado de las políticas públicas de ampliación de acceso a los estudios superiores constituye un fenómeno
positivo y hasta deseable como paso fundamental hacia la democratización y la universalización. Sin embargo, el crecimiento de
la matrícula y la apertura a nuevos sectores sociales no fue acompañado de políticas sistemáticas que garantizaran la permanen-
cia y graduación de los estudiantes, por lo que termina impactando de manera negativa en la dinámica académica e institucional
(Marrero, 1999; Iriarte y Scherr, 2002; Ezcurra, 2013). De hecho, la masificación hace víctima a la propia universidad de problemas
académicos, presupuestarios y administrativos, que le cuesta enfrentar y que tienen efectos negativos en la calidad de la ense-
ñanza (Gallo, 2005).
Para Dubet y Martuccelli (2000) la masificación opera en la universidad planteando por un lado, los problemas de adaptación a
nuevas condiciones y por otro, rompe con las condiciones sociales del funcionamiento educativo de la institución. En ese sentido,
sostienen que antes que preguntarse por las motivaciones de los estudiantes para emprender estudios superiores es más impor-
tante saber de qué manera construyen el sentido de sus estudios
En ese marco cabe preguntarse ¿Cómo viven los estudiantes en Filosofía y Letras los condicionamientos que impone la masividad?
¿Cuáles son sus experiencias en ese contexto?
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Al analizar las condiciones concretas en la que cursan y permanecen en el ámbito de la facultad, nos adentramos en el estudio
de las trayectorias o itinerarios académicos que realizan, por las instituciones educativas. Éstas son producto de una construcción
dialéctica que se establece entre sus experiencias personales y sociales, el contexto sociocultural y la propuesta curricular de la
institución (Abdala y otros, 2011). De esta manera, las instituciones proponen trayectorias teóricas, que son aquellas que “expresan
itinerarios en el sistema que siguen la progresión lineal prevista por éste en los tiempos marcados por una periodización estándar”
(Terigi, 2007), que constituyen con cierta frecuencia los itinerarios de los sujetos. Pero también se pueden reconocer lo que Terigi
llama “trayectorias no encauzadas
6
, para referirse a los modos heterogéneos, variables y contingentes que caracterizan las tra-
yectorias reales de los sujetos dentro de las instituciones educativas. La diferencia entre trayectorias teóricas y las no encauzadas
se puede explicar conociendo los perfiles de los estudiantes del nivel superior así como también sus experiencias en relación al
curriculum vivido.
Adentrarse en el estudio del curriculum vivido supone a su vez, una aproximación a la vida cotidiana, considerada como escenario
de la reproducción social, como “las actividades que caracterizan la reproducción de los hombres particulares, quienes a su vez,
crean la posibilidad de la reproducción social. Así toda sociedad tiene una vida cotidiana y también la tienen todos los sujetos”
(Heller, 2002: 37). Las formas que reviste lo cotidiano están directamente relacionadas con las modalidades o con las maneras en
que la existencia material se produce y reproduce. En esa línea, la crítica de la vida cotidiana supone el análisis de lo vivencial, en
el espacio y el tiempo en que se manifiestan de forma inmediata y directa las relaciones que los estudiantes establecen entre sí y
con el contexto en función de sus necesidades.
El abordaje metodológico y el diseño desarrollado
Para el desarrollo del presente trabajo, se optó por un enfoque biográfico narrativo, partiendo del supuesto que la experiencia hu-
mana es vivida y comunicada en clave de relato y que la narratividad es una de las formas por las que los sujetos le damos sentido
a la experiencia (Ricoeur, 1995). De tal forma consideramos que en sus recorridos por la universidad los jóvenes atraviesan por
experiencias fundantes que pueden ser comprendidas desde las narraciones que realizan acerca de su propia vida.
El enfoque biográfico permite recuperar los sentidos, vinculados con las experiencias vividas, que se ocultan tras la homogeneidad
de los datos que se recogen con las técnicas cuantitativas. En otras palabras, el método biográfico recoge la experiencia vital de los
individuos tal como ellos la procesan e interpretan bajo el filtro de sus creencias, representaciones y valores (Sautu, 2004). Así como
también ubica al sujeto-protagonista dentro del contexto socio-histórico, lo cual permite insertar los sentidos individuales dentro
del contexto social del cual emergen. De esta forma, es posible comprender el itinerario histórico de los estudiantes, sus recorridos
educativos y experiencias, visión del mundo y su sistema de aspiraciones y preferencias.
Con el objetivo de conocer las vivencias y experiencia personal de los estudiantes en ocasión de su ingreso y/o trayectoria y per-
manencia en la Facultad, solicitamos y obtuvimos numerosos documentos biográficos a partir de la consigna de relatar una expe-
riencia significativa en su itinerario estudiantil. En el momento del análisis se modificaron ciertos aspectos (nombres de docentes,
cátedras y otros) que pudieran hacer reconocibles a los narradores.
Para hacer ese análisis se ha seleccionado del conjunto del material empírico, diversos testimonios que por su recurrencia permi-
ten “armar el rompecabezas” (Sirvent, 2005) y hacer una descripción del mundo estudiantil, tal como lo ven y sienten los propios
protagonistas
7
.
Enfrentar la masividad
El ingreso a la facultad supone un quiebre de la vida cotidiana y de los vínculos afectivos previamente construidos (Panaia, 2013).
La vivencia del desconcierto y desubicación ante el edificio y la cantidad de personas que pueblan los espacios que experimentan
los recién llegados a Filosofía ha sido expuesta reiteradamente por los estudiantes, señalando el sentimiento de soledad y pérdida
que los embarga
8
6
Terigi retoma el término de trayectorias no encauzadas de investigaciones de European Group for Integrated Social Research (EGRIS), 2001.
7
Para ilustrar los aspectos tratados se intercalan citas y fragmentos de los testimonios obtenidos en el trabajo de campo. En resguardo de la confidencialidad
de los informantes, en cada caso se utilizará una nomenclatura que indica la procedencia de la fuente y el orden con que se recopilaron: [E] Entrevista; [GD]
Grupo de discusión; [RB] Relato biográfico; [C] Cuestionario; [Obs] Registro observación.
8
Otros investigadores describen situaciones similares a las encontradas en esta investigación, entre otros: Grandoli, 2009; Ezcurra, 2007; Amago, 2004.
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Mi primer año en la universidad significó sentirme perdido, sentir que no sabía para qué había venido, no sé, desconcierto,
dudas todo el tiempo no conocía a nadie, un importante cambio en relación al secundario, no solo por las exigencias, los
autores que ni conocía, los contenidos, desconocimiento de la gente, de los compañeros [GD 18-15]
La superpoblación estudiantil genera distancias, inicialmente física, pero también social, separa a los ingresantes de los estudiantes
avanzados y de los profesores, de los amigos y conocidos previamente al ingreso incluso:
Al ingresar a la universidad no solo me enfrentaba a un ámbito con mucha más gente de la cual mucha no conocía, en ese
aspecto era un punto en común con la escuela a la que asistí, sino que lo más impactante es que ingresaba a un nuevo
sistema que no conocía, al cual debía adaptarme para poder desempeñarme bien [RB 205]
Reconstruir la rutina, volver conocido lo desconocido es un proceso lento, que requiere tiempo y estará indudablemente condicio-
nado por la innumerable cantidad de personas con las que se comparte el espacio.
A mi me costó acostumbrarme a estar todas las horas en la facultad porque no hay donde estar, no hay en la biblioteca no
se puede estar porque no se puede hablar, afuera, bueno, cuando hace frío o llueve, imposible, no tenés donde sentarte, no,
difícil, difícil [E 042]
El espacio constituye una categoría central para analizar la vida cotidiana, principalmente porque el edificio que ocupa la Facultad
no fue construido para funcionar como establecimiento educativo, sino como asilo de ancianos. Aunque fue modificado parcial-
mente transformando los dormitorios en aulas, dividiendo los baños y en la última década, adosando nuevos espacios como anfitea-
tros y aulas para albergar al colectivo estudiantil, nunca fue suficientemente adecuado. El conjunto arquitectónico, las instalaciones,
aulas, anfiteatros, espacios de enseñanza, conforman un ambiente que “regula por sí mismo como cualquier otra configuración
espacial, un sistema de vida, de relaciones, de conexión con el medio exterior” (Gimeno Sacristán, 1989: 111).
Me acuerdo que el primer día cuando llegué no tenía un lugar donde sentarme, no había lugar en el aula de la cantidad de
chicos que había, conseguí una silla pero no había espacio en el aula, la gente estaba parada en la puerta. Después tenía
que llegar como una hora antes y esperar en la puerta del aula que termine la otra clase, para poder encontrar un lugar para
sentarme en las materias comunes. Creo que eso fue una de las cosas que más me costó [RB 209]
Ambiente también hace referencia
a la particular atmósfera que se respira, algo intangible pero detectable, que existe en un determinado medio, de la que
se extrae una cierta tonalidad afectiva en las experiencias […] un núcleo envolvente de las personas y de la experiencia
(Gimeno Sacristán, 1997: 91).
Cuando empecé la carrera, la gente también como que me ha asustado un poco, porque yo salía de un colegio donde todo era
limpio, ordenado, pautado, nos conocíamos todos, y venir aquí, como que me ha desorganizado, me costaba mucho [E 013]
Como puede verse, el ambiente educativo no solo refiere a las condiciones materiales necesarias para la implementación del
curriculum ni a las relaciones interpersonales básicas entre docentes y estudiantes, sino que como se instaura en las dinámicas
que constituyen los procesos educativos, involucra tanto las acciones de los participantes, sus actitudes, como las relaciones con el
entorno y la infraestructura necesaria para el logro de los objetivos educativos (Duarte Duarte, 2003). El ambiente afecta de forma
mediatizada la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, habilitando la inclusión o la separación entre las personas y los grupos
(Fernández, 1998: 106-7). Una estudiante manifiesta:
“[ ] por suerte, o sea, por lo menos yo, hace dos años que yo ya no curso intensivamente. Yo desde primero a tercer año, creo
que venía de lunes a viernes y pasaba seis horas por lo menos en la facultad, ahora yo, dos horas y me quiero matar, “me
quiero ir”, “me quiero ir”; los miércoles es el único día que me quedo desde las cuatro y media hasta las diez y media y
para mi es fatal, pero en esa época, cuando recién empezaba a cursar... [E 025]
Desde este punto de vista, la masividad constituye un efecto del desequilibrio entre los estudiantes y los recursos disponibles, y
genera limitaciones para el uso del mobiliario y el equipamiento, tales como dificultades para escuchar clases, acceder a una silla,
los horarios superpuestos, dificultad para escuchar al profesor, imposibilidad de intercambiar con los compañeros, o realizar alguna
actividad de aprendizaje alternativa a intentar seguir la exposición docente. Ello muchas veces eso, a la vez obstaculiza el acceso
al conocimiento.
Si, el espacio, primero que no teníamos asiento, hasta el día de hoy a veces llegamos y no tenemos asiento o no tenemos
aula o se nos superponen los horarios con otra materia de otra carrera y tenemos que salir, cortar la clase, ir a buscar un
aula, a ver cuál está desocupada. Esa si es una dificultad, la del espacio [E 003]
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Los estudiantes, particularmente quienes militan en alguna agrupación política, entienden que las limitaciones relacionadas con
la infraestructura y los recursos actúan como un filtro que condiciona la permanencia fructuosa. Tinto (1997, en Ezcurra, 2013:
38) señala que las propias instituciones universitarias desempeñan un papel prevalente en el abandono o permanencia de los
estudiantes.
En primer año yo he tomado clases sentado en el piso o parado afuera del aula. ¿Sabés lo que es eso? Sentado en el piso, o
parado en la puerta, no se escuchaba nada ¿cómo se hace para adaptarse si cuando uno ingresa se enfrenta a ese cambio
tan radical, de no tener espacio, de no tener donde sentarse, de tener que estar parado más de una hora a veces para poder
estar en clase? [E 027]
La incapacidad edilicia y la aglomeración de los espacios constituyen circunstancias propicias que las agrupaciones estudiantiles
utilizan para convocar a la participación. Así puede leerse en los carteles colocados en las paredes:
Nos organizamos para la lucha contra el hacinamiento. Asamblea 30/06 SUMATE!!! [Cartel Pasillo 200, Junio 2012]
Nos reunamos todos en contra del hacinamiento [Cartel Pasillo 100, Junio 2013]
Según el Diccionario hacinamiento indica amontonamiento y acumulación, también juntar sin orden. Si la instalación arquitectónica
no sólo determina las condiciones físicas básicas (luz, sonido, temperatura) sino también el desarrollo de todas las interacciones
entre las personas, incidiendo en las relaciones e interacciones que se producen entre ellas y las actividades que realizan (Duarte
Duarte, 2003), cabe suponer que procurar cumplir con las actividades académicas en lugares incómodos e inadecuados compro-
mete la posibilidad de los sujetos para adaptarse, reforzando las distancias tanto físicas como académicas.
Justamente, tengo el sentido a raíz de estas cuestiones de las incomodidades en las aulas, que se yo, como que muchas ve-
ces me tuve que ir, o yo sentía que con la cantidad que éramos era imposible escucharse, concentrarse, o prestar atención,
cuando viene la época de calor es como, hay aulas que son inhóspitas, así que no se le abren la ventana, entonces si hay
factores que juegan en contra para crearte un ambiente favorable para que vos te quieras quedar para aprender, a concen-
trarse, para mi si eso tiene que ver con la falla de infraestructura y de espacio que tenemos sobre todo en mi carrera [E 025]
El tiempo y el espacio son constitutivos fundamentales de la vida cotidiana, en tanto organizan y marcan los diferentes ciclos y
lugares para el desarrollo de las prácticas (Reguillo, 2000: 83).
A mí me cuesta acostumbrarme a permanecer varias horas en la Facultad porque no tenemos donde estudiar, si vamos a un
aula en el mejor de los casos, debemos dejarla porque hay clases. En la biblioteca no nos podemos reunir. Si uno está en el
bar [de Odontología] sólo puede hasta cierto tiempo, porque no se puede estudiar por el ruido. Siento que a veces se pierde
mucho tiempo porque entre clase y clase no tenemos donde ubicarnos de manera cómoda [GD 01-09]
La vida cotidiana es el escenario de la reproducción y de la imposición de un orden construido, pero también es el punto de ruptura
de ese orden (Reguillo, 2000) aunque no siempre se lo percibe así, y se termina naturalizando y aceptando sin cuestionar.
Yo creo que eso del espacio para estudiar es un problema, porque cuando llueve o hace frío tenemos que sentarnos en los
pasillos para estudiar o intercambiar con los otros. Y bueno cada vez somos más alumnos en un mismo espacio, con la
misma cantidad de baños. Pienso que la Facultad tendría que construir otros espacios y más baños [GD 04-10]
Una mención aparte merece el tema de los horarios, fragmentados y superpuestos incluso para cada carrera, ya que es frecuente
que coincida el dictado de las asignaturas que corresponden al mismo año.
Para mí una de las cosas que me ponen mal es la poca disponibilidad de los horarios, la falta de información: pocos horarios
para elegir las comisiones, hay cupos y entonces no llegas a tiempo o venis a esperar desde temprano, no tenés lugar y
tenés que agarrar un horario de comisión que choca con otro, se superpone, y así los horarios te quedan hechos un desastre.
Además no te avisan como es la cosa, siempre tenés que andar preguntando porque te informan mal o directamente no te
informan [GD 12-10]
La discontinuidad de los horarios obligan a los estudiantes a largas esperas entre una clase y otra en espacios francamente inade-
cuados.
Me costaba mucho llegar a las clases de las siete y media de la mañana y resistir hasta las clases de la tarde [RB 221]
La expresión utilizada por este estudiante da cuenta del esfuerzo que significa para muchos, poder resistir el cansancio, el hambre,
las largas esperas en un ambiente que carece de las mínimas comodidades para hacerlo. La permanencia y continuación en la
carrera requiere de una importante dosis de esfuerzo y decisión:
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Aquí hay que ponerle garras, de otra manera es imposible seguir [RB 198]
La resistencia se tornaba muchas veces más difícil ya que la Facultad carecía de bar
9
y debido a ello, no existía un lugar único de
encuentro ni para los estudiantes ni para los docentes.
Y los horarios, los horarios también, vos imaginate yo las materias que estoy cursando ahora, por ejemplo los miércoles, son
todas materias de cuarto, y no tiene mucho sentido, no sé que tanto puede rendir una persona que llega a las tres y media
y se va a las diez y media de la noche, como las últimas veces yo llego así (gesto de arrastrarse) y decí que es XX, que por
lo menos su materia no es la más copada, pero él tiene mucha cancha para enseñar entonces le puedo prestar atención.
Pero a mí me ha pasado tener teórica a las diez de la noche con profesores super aburridos, me dormía, me iba, para que
me iba a quedar si ya no podía prestar atención [E 025]
Cómo estudiar cuando tiempo y el espacio se nos hacen anchos y ajenos
Hay que considerar también que aun cuando las aulas estén disponibles para el trabajo académico, no siempre las condiciones son
las mejores. Hay un tránsito por una cotidianeidad que resulta ancha y ajena:
Nosotros en XX éramos 100 en un aula así (hace un gesto con los dedos indicando algo pequeño), con dos puertas, se abría
una. Es asfixiante, no andan los ventiladores. No sé cuándo haga más calor qué vamos a hacer. No da ganas de estudiar, no
da ganas de nada Nadie te da nada, nadie te incentiva [E 017]
Una demanda reiterada por los estudiantes solicita la instalación de aires acondicionados en cada aula, de “igual forma que en las
oficinas del decanato” y “ventiladores en los pasillos”
10
.
Entre las características físicas de la institución se destaca el estar ubicada en un gran parque, que cuenta con bancos y mesas de
cemento (merenderos) que posibilita la reunión de grupos de estudiantes. El mayor inconveniente se presenta en los días de lluvia,
días muy fríos o de calor excesivo, en los que no es posible salir y no hay en el interior espacios acordes para que los estudiantes
puedan permanecer esperando las clases correspondientes.
Acá no hay donde esperar entre clase y clase, hay que andar dando vueltas y se pierde así mucho tiempo [E 042]
Dado que los merenderos siempre fueron insuficientes, los estudiantes optaban por sacar las sillas de las aulas y reunirse en los
espacios verdes que rodean el edificio. Una vez desocupadas quedaban a la intemperie, a veces bajo la lluvia y por varios días. Para
terminar con este problema, en el año 2003, la gestión las hizo soldar de a 3 ó 4, de manera de impedir que se las pueda trasladar.
Acompañando este proceso, se decidió también soldar mesas en las esquinas y encadenarles una silla. A pesar del rechazo gene-
ralizado a esta medida, actualmente muchas sillas continúan soldadas, limitando de esta forma también el espacio dentro de las
aulas e incluso el trabajo pedagógico.
Las dificultades ocasionadas por el espacio, o mejor, la carencia e inadecuación del mismo es una problemática instalada en la
facultad desde largo tiempo. Se trata siguiendo a Reguillo (2000: 78) de una “rutinización normalizada”, la que adquirió una con-
tundente visibilidad con la caída del techo de un anfiteatro en febrero de 2011, circunstancia que obligó a la suspensión de gran
parte de las actividades académicas y administrativas durante tres meses.
Otra de los problemas que impone la masividad, según los estudiantes avanzados es la distancia con el conocimiento: en las
aulas abarrotadas no se puede escuchar, la incomodidad tampoco es propicia para sentirse estimulado a aprender.
[ ] el espacio es como, hay algo que llega, es algo que llega hasta un punto, me deprime las aulas de acá. O sea los fluores-
centes que titilan, el amontonamiento, el calor, esto es como , no ayuda que vos te predispongan a trabajar, por ejemplo. Es
decir, no todas las materias son teóricas, hay un montón que son prácticas y te proponen que trabajes ahí, en el aula, es lo
9
El tema del bar forma parte de la historia institucional previa al inicio de esta investigación. En marzo de 2005, el bar ubicado en el pasillo central fue cerrado
como resultado de un conflicto entre el consignatario y el Centro de Estudiantes. En los años siguientes, ese espacio fue utilizado como aula alternativa mientras
los estudiantes realizaban diversas gestiones para que en dichas instalaciones funcionara un Comedor universitario, considerado como un servicio de suma
necesidad sobre todo para aquellos que permanecen en la facultad durante gran parte del día, no sólo para cumplir con las exigencias académicas sino por la
imposibilidad de trasladarse a sus hogares. Finalmente en noviembre de 2015 se habilitó un Comedor y en el mes de marzo del presente año, el servicio de
cafetería.
10
En el año 2011 la conducción del Centro de Estudiantes declara la donación de 8 ventiladores ”de última generación que están siendo instalados frente a Sección
Alumnos y en el pasillo transversal que va desde el 100 al 400 de la Facultad” respondiendo a la necesidad expresada por los estudiantes, “obligación que debería
ser responsabilidad del Rector”.
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último que quiero, yo me quiero ir inmediatamente, lo último que quiero es hacer un grupo ahí, quedarme a leer, a trabajar,
con el calor, con el amontonamiento, con todo, es como eso es lo que le sigue faltando a la Facultad aunque ahora traten de
solucionarlo con el anfiteatro, pero eso no es un aula, es un anfiteatro [E 025]
El testimonio pone en evidencia la forma en que la propia institución constituye un factor causal y un condicionante potente y
decisivo para el desempeño académico y la persistencia. Más allá de la escasez de recursos y de las limitaciones que impone la
masividad, la organización académica pone en evidencia un “habitus organizativo” propio de la institución, que como estructura es-
tructurante condiciona las prácticas y las pautas de acción, configurando una particular cultura institucional (Ezcurra, 2013: 39, 47).
La relación con los profesores: “Me enorgullece cuando aprenden mi nombre”
Lograr el oficio de estudiante supone volver natural y normal las prácticas que requiere el proceso formativo y las interacciones
que involucra, así como el despliegue de ciertas habilidades académicas. Además de la integración a grupos y el importante papel
que cumplen estos en la contención del estudiante, resulta muy significativo para la permanencia, la interacción cercana con los
docentes en las cuestiones académicas:
[ ] y aquí después el manejo no a veces si es demasiado desde el anonimato eso es lo único que critico, no me gusta a mí,
no me gusta que, que el profesor te diga “vos, a ver vos” a mí no, a mi ese manejo no me gusta, que los profesores te traten
así nomás, no nunca me ha gustado, sin que ellos tengan o porque a algunos profesores no se les ve el interés si es que
tienen, porque sus alumnos continúen en la carrera, o que tus alumnos progresen, o dar más iniciativa a leer tal o cual cosa,
o si ven que estás interesado por tal o cual cosa, digan Eh, mirá yo veo que a vos te interesa tal cosa vení, te invito a que
veas tal cosa o te invito a que te compres tal libro, o sacá fotocopia, hacé esto hacé aquello”, te va a seguir interesando, o
“Mirá te veo que te cuesta tal cosa, capaz que con tal cosa o tal otra vas a poder complementar, te va a poder ir mejor [E 004]
Los estudiantes tienen expectativas acerca de cómo debería ser la relación con los docentes, aunque reconocen que la masividad
opera como obstáculo, condiciona desencuentros y demandas cruzadas e insatisfechas:
[ ] en la facultad siento que los profesores dejan a los alumno expresarse libremente, aunque el ambiente psicofísico (sic)
muchas veces impide el contacto directo con ellos, debido a la cantidad exagerada de estudiantes [RB 211]
En el conjunto de los estudiantes existen diferencias y gran diversidad de opiniones e interpretaciones con respecto a la enseñanza
y la relación con el docente. Para algunos la interacción que se puede establecer con los docentes es realmente significativa en el
sentido que les “devuelve identidad”, los alienta y los implica.
La relación con el docente influye muchísimo en el cursado de la carrera, a mí por ejemplo, me enorgullece mucho cuando
una profe se aprende mi nombre y me tiene en cuenta, eso es algo que alienta más todavía a ser responsable [CI 005]
Mientras el anonimato, “ser nadie”, “una nada”, “un número más” se reitera, la interacción intensa entre docentes y estudiantes
unidas a ciertas prácticas pedagógicas activas contribuyen a la persistencia del estudiante y la implicación en la carrera (Ezcurra,
2013: 47). Resulta altamente significativa la ayuda que brindan los profesores, atendiendo consultas fuera de horario, acercando
bibliografía que no se consigue, incorporando a grupos de investigación, y hasta poniendo a disposición el teléfono privado.
Personalmente [los docentes] a mí me ayudaron muchísimo, incidió en mi de manera positiva ya que me manifestaron su
apoyo en la mayoría de los casos, para poder rendir libre algunas materias hasta me facilitaron el número de teléfono y la
dirección algunas docentes que me dieron consulta y bibliografía en forma personal [CE 001]
Otros estudiantes manifiestan opiniones contrarias. Con la expresión “súper extremo” esta joven indica las divergencias con res-
pecto a los docentes: mientras algunos ayudan y aportan, otros mantienen la distancia, escatiman sus conocimientos o acotan sus
enseñanzas:
¿Los profesores? La verdad que eso en mi carrera es súper extremo, súper extremo [ ] Y de hecho he sentido, es decir, no
podía creer que tenía que volver a cursar una materia con esos profesores, gente que de verdad, en la que sentía, que nos
mezquinan conocimiento, porque nos ven como la competencia, me parecía de terror. Eso es palpable con ciertos profeso-
res, es cierto, te ven como que no te dicen todo, o inmediatamente se ponen en el lugar de “Yo soy superior a vos, por lo
tanto, es así lo que yo te digo”, entonces, bueno, es así Pero en general yo creo que si he tenido buenos profesores y [E 025]
El fragmento siguiente da cuenta del importante y decisivo papel que cumplen los docentes, validando los esfuerzos de los estu-
diantes que los ayuda a volverse “aprendices poderosos”, a través de una retroalimentación significativa (Ezcurra, 2013: 68):
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A mí me parece muy importante la buena relación con el docente, y es algo que rescato y valoro en mi carrera. El hecho de
no ser un número para el profesor sino que sepa tu nombre o intente aprendérselo. Hay muchos docentes que nos preguntan
cómo vamos y nos aconsejan, nos dan confianza para hablar y plantear problemas [CI 009]
En los procesos de socialización en las organizaciones, la comunicación cumple un papel fundamental como instancia colectiva
de creación de sentido (Schvarstein, 2006). Los estudiantes “no se enteran”, “nunca se sabe lo que hay que hacer”, “no hay infor-
mación” lo que profundiza la incertidumbre y la desorientación. La Psicología social plantea que los sujetos tienden a lo estable y
seguro, lo incierto y lo indeterminado provocan miedo, temores y resistencias al cambio y a las pérdidas.
Yo creo que una cuestión que hace a la deserción en la cuestión de la mala comunicación, aquí no nos enteramos de nada.
Tenemos que andar mucho para enterarnos de las cosas que nos interesan [GD 03-09]
La masividad entorpece los canales de comunicación, al mismo tiempo que ahonda la incomunicación y la distancia, afectando de
manera particular al estudiante que no lograr informarse a tiempo:
No hay comunicación fluida entre profesores y alumnos. Además tampoco circula la información. Hace unos años sacaron
una correlativa para cursar una materia, los chicos cursaron y se dieron con que no podían porque en un determinado mo-
mento la correlatividad volvió a existir. Y nadie les dijo nada, nadie, ni el Departamento ni los de Alumnos [E 030]
El problema de la masividad no radica solamente en la insuficiente infraestructura o falta de capacidad de las aulas sino también
en la organización docente, quienes se enfrentan a grupos muy numerosos con el consiguiente detrimento de la relación docente-
estudiante (Marrero, 1999). Los procesos de enseñanza y de aprendizaje también se ven alterados porque hay cursos muy nume-
rosos que están a cargo de un solo docente sobre exigido en múltiples tareas además ocuparse de los aspectos administrativos.
Yo creo que tiene que haber una relación con el alumno, una identificación que el profesor los vaya conociendo, creo que se
logra con el tiempo, sobre todo en primer año, los profesores no saben quiénes son sus alumnos porque tienen mil, no se
escucha nada, son aulas así (gesto que indica tamaño reducido), imaginate el alumno que está sentado atrás, a cinco, diez
metros no se escucha nada, cómo va a aprender uno en un ambiente como este, donde no hay relación con el docente ni
con el conocimiento. Para mi está todo mal, caótico [E 017]
Reflexiona una estudiante, ayudante estudiantil de una cátedra
Los estudiantes tenemos en la carrera “o debería decir, en esta Facultad-, por una lado problemas relacionados a la infraes-
tructura (carencia de espacios adecuados no sólo en relación al número de estudiantes sino en relación al tipo de materia
como así también una mala distribución de los espacios) y a la disposición de materiales y herramientas para trabajar
(desde libros, videograbadoras, hasta computadoras) que ofrece la institución. En segundo lugar problemas relacionados
con la carga horaria, los contenidos de las materias, la falta de articulación entre materias, los trabajos “prácticos” mayo-
ritariamente teóricos, sin estimulación de la creación propia y muy poco preparativos para el trabajo luego del egreso. Y
por último problemas derivados de la situación personal de cada estudiante que se relacionan a la poca articulación entre
estudio trabajo (CC 010)
Reflexiones provisorias
En la Facultad de Filosofía y Letras, los índices de deserción y abandono que se producen sobre todo en el primer cuatrimestre
de cursado (además de los inscriptos que nunca concurren) reflejan en cierta medida las dificultades de adaptación que tiene los
estudiantes cuando ingresan a la institución.
La masificación se hace sentir en varios aspectos: espacios colmados, aulas saturadas, mobiliario y recursos insuficientes, la falta
de libros en la biblioteca, de espacios donde permanecer entre clase y clase. A esto se agregarían las limitaciones presupuestarias
para dar respuestas a tales necesidades. La masividad enfrenta a los ingresantes con nuevas maneras de interacción, marcando
diversas rupturas “que operan diferencial y contextualmente sobre aquellos menos preparados para hacerles frente”, lo que se
traduce en una deserción tan prematura como socialmente sesgada (Marrero, 1999).
La permanencia de los estudiantes en la Facultad devela una serie de mecanismos implícitos que cobran vigencia en la organi-
zación institucional, los que de alguna forma, contribuirían a la desvinculación paulatina de los estudiantes. Es evidente que la
infraestructura y espacio físico de la Facultad no sólo es poco adecuado a la cantidad de estudiantes, quienes sienten la necesidad
de un ambiente organizado y tranquilo, contando además, con las comodidades imprescindibles (sillas y bancos suficientes para
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cada uno por lo menos), sino que configura un ambiente poco propicio para el aprendizaje.
En ese sentido, el logro de la permanencia es producto de un gran esfuerzo llevado adelante por los estudiantes para sortear las
malas condiciones que la institución universitaria les ofrece. Aunque no ha sido objeto de indagación de este trabajo, pero ha sido
muy estudiado en la literatura específica, podemos afirmar que en esas condiciones, la posibilidad de sobrevivir sea más producto
del capital cultural y social que los estudiantes poseen, que de las condiciones para aprender que genera y sostiene la facultad.
Se ha encontrado que los estudiantes de las diversas carreras de la facultad que ya superaron la difícil transición del primer año
y permanecen cursando sostienen que esto es posible cuando logran “encontrarle la vuelta a la carrera”, conociendo y apropián-
dose de las distintas formas y maneras de hacer las cosas en el ámbito académico. Además de lograr formas de aprendizaje más
elaboradas, mayor organización y autonomía, destacan la importancia del establecimiento de vínculos: formar un grupo, integrarse,
establecer relaciones de compañerismo parece ser fundamental a la hora de decidir la permanencia.
Más allá de las referencias locales, resulta evidente que la masividad es un desafío y un problema para la universidad actual. Se
observa que la universidad actual aún mantiene una inadecuación tanto estructural como curricular para dar respuestas satisfac-
torias a una demanda masiva que no solo atienda el ingreso sino también la permanencia y por cómo la universidad acompaña
institucionalmente la graduación de los estudiantes.
Masividad y permanencia combinan una multiplicidad de cuestiones que aún están pendientes de librar en el escenario universita-
rio pero que son de imprescindible urgencia y tratamiento.
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Fecha de recepción: 03/10/2016
Fecha de aprobación: 16/3/2017