Resumen
En 1930, Victoria Ocampo imagina un proyecto cinematográfico con Sergei Eisenstein que nunca se realizará. Durante la década del treinta, la revista Sur se alejará cada vez más de una visión idealizada sobre la revolución rusa para alinearse con las políticas del “buen vecino” propuestas por Roosevelt. Aunque la escritora y el cineasta conservan una cordial relación epistolar, Ocampo torcerá el proyecto inicial hasta convertirlo en algo completamente distinto, más en sintonía con las posiciones políticas que adopta su revista en los años cuarenta. Los avatares de esa película imposible permiten entrever los cambiantes vínculos que Ocampo y los escritores de Sur mantuvieron con el cine antes de la llegada del peronismo.