¿Quién le teme al psicoanálisis?
Notas sobre la filosofía de Butler frente a la fantasía de restauración conservadora
Resumen
En su último libro, Who is Afraid of Gender (2024), Judith Butler asume una tarea urgente: la de mapear la articulación global del movimiento antigénero y preguntarse por qué hoy es posible que “género” funcione como un concepto-chivo expiatorio eficiente para ganar elecciones y debates públicos, dar marcha atrás con legislaciones y políticas públicas que garantizaban la ampliación de derechos a mujeres y personas LGBTTQ+, e incluso fundamentar la prohibición de que se enseñe e investigue estudios de género, teoría feminista, queer y trans en las universidades. Butler utilizará el arsenal teórico, retórico y político que su trayectoria le aporta y, en particular, responderá a la pregunta central de su texto usando nociones que toma del psicoanálisis.
Butler afirma que, aunque el rechazo de los sectores conservadores a la supuesta “ideología de género” se interpreta como un backlash contra los movimientos progresistas, en realidad el deseo que los mueve es mayor: es el de la restauración de un “sueño-orden” patriarcal. Ahora bien, Butler también sostiene que este proyecto de restauración es altamente frágil porque el orden patriarcal con el que sueñan en realidad nunca existió en la forma en que lo quieren reinstalar. En otras palabras, el pasado que desean recrear es un deseo, una fantasía. Quienes se suman al movimiento anti-género estarían uniéndose a un sueño colectivo que les promete terminar con la ansiedad y el miedo que viven. Para Butler, esta vivencia está relacionada con una época amenazada por la destrucción del medio ambiente, la violencia y la guerra, la expansión del poder de policía y la intensificación de la precaridad económica. Frente a inestabilidades y angustias reales, se propone al género como responsable y, por tanto, deshacer el mundo en el que las reivindicaciones de género se instalaron (entendiendo aquí tanto los derechos de mujeres y personas LGBTTQ+, los activismos que lucharon por estos avances y los campos de saber-académicos que los han acompañado: teoría feminista y queer, tanto como estudios antirracistas) sería la manera de retornar a ese orden prometedor de un pasado ideal fantasiado.
Este ensayo no tiene como fin reconstruir el argumento de Butler en su nuevo libro. Mi intención aquí, en cambio, es presentar brevemente algunos aspectos de la apropiación ecléctica que Butler hace del psicoanálisis en su obra. Me mueve el interés por echar luz sobre un aspecto de la evolución de su pensamiento que noto que no ha sido tan estudiado como su famosa teoría de la performatividad del género. Pero más que lo anterior, me interesa plantear una idea sencilla pero poderosa de Butler, idea que resulta de su combinación creativa del marco foucauleano-postestructuralista que caracteriza a su obra con su apelación crítica al psicoanálisis: que nuestra vida psíquica está impregnada de vida social y que, por tanto, nuestro inconsciente es el paradójico aspecto de nuestro ser por el cual es posible tanto la sujeción a las normas sociales como la resistencia a ellas. Así, la resistencia se afirma como una posibilidad improvisacional dentro de un campo de constricciones.
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