Resumen
Los cambios ambientales y climáticos afectan a la población humana en su totalidad a través de la intensificación y el aumento de eventos climáticos extremos poniendo en riesgo su bienestar físico y psíquico. Entre sus consecuencias se encuentran los conflictos psico sociales, personales, familiares y comunales producto de las perdidas en general, los miedos, las broncas, las crisis nerviosas, las frustraciones, la inseguridad, la angustia, la depresión y la impotencia entre otras reacciones generadas en las poblaciones afectadas. Frente a estos eventos críticos, una de las respuestas por parte de dicha población es el desplazamiento (temporario y/o permanente) hacia espacios más seguros, que se manifiesta como movilidad forzada, lo que a su vez impacta, por un lado, en el ordenamiento territorial, en el uso y en la distribución de los recursos, en el manejo de las cuencas hídricas, en los suelos productivos y en las áreas de bosques y, por otro lado, en las políticas mundiales, regionales y nacionales en materia de población, en torno a la economía, a la cultura, a la salud, a la educación, a la vivienda, planteando un reto sustantivo a los gobiernos locales como primeros responsables de gestionar medidas para disminuir la exposición y el riesgo humano ante fenómenos climáticos extremos.