La actualización de lo nuevo

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Delfino, L. (2021). La actualización de lo nuevo . Estudios Curatoriales. Recuperado a partir de http://revistas.untref.edu.ar/index.php/rec/article/view/1101

En el año 1969 se realiza la Exposición Internacional de Novísima Poesía/69 en el Centro de Artes Visuales del Instituto Torcuato Di Tella comandada por el artista platense Edgardo Antonio Vigo, gracias a la invitación de Jorge Romero Brest, director de la institución. Esta exhibición formó parte de un ciclo de experiencias vanguardistas que se desarrollaron a finales de la década del 60 en el Di Tella y que hoy se conocen como un hito en la historia del arte argentino. Ese mismo año, entre el 18 de abril y el 4 de mayo del 69, volvió a exhibirse en el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Petorutti de la ciudad de La Plata. 

Medio siglo después se decide recrear, en el espacio del Centro de Arte de la Universidad Nacional de La Plata y en co-realización con el Centro de Arte Experimental Vigo (CAEV), parte de lo que fue aquella experiencia mediante piezas originales, reproducciones y material de registro, bajo el título Novísima 50+(1)+1: miradas sobre poesía experimental. Ahora bien, ¿cuál es la particularidad de aquella exhibición y por qué se decide recrearla? 

Quizás el motivo inicial (o más bien la excusa) tenga que ver con la llegada, en el año 2019, de su aniversario número 50 y que como el título bien indica, debió esperar dos años más para ser llevada a cabo debido a la pandemia. Pero está claro que la celebración de su aniversario no es razón suficiente ni logra dar cuenta de por qué revisitar esta experiencia resulta significativo aún hoy. Podríamos afirmar que su particularidad y potencia reside en su propuesta experimental y vanguardista que se manifestó claramente novedosa. El desplazamiento que implicó instalar la poesía en un espacio destinado principalmente a las artes visuales, no solo generó una dislocación en las expectativas del público, sino que también dio cuenta de un discurso conceptual y una actitud disruptiva frente a la categorización disciplinar y a las instituciones que las engloban. La Exposición Internacional de Novísima Poesía/69 logró, al generar cruces entre la palabra, la imagen, y el sonido, diluir las fronteras que las separan. La muestra reunió más de 150 obras de diversas características, materialidades y soportes, correspondientes a 132 artistas de 15 países. En las obras, las palabras son reducidas a su materialidad, a su realidad física, por lo que se vuelven elásticas y maleables. Lxs artistas desmembran sus partes y utilizan cada letra ya no por su significado sino también por su forma o su sonido. Incluso, se presentan obras intangibles que escapan a categorías espaciales como la bidimensión o la tridimensión, tal es el caso de las poesías fónicas en las que el sonido y el silencio son su materia principal. 

La exposición realizada actualmente en el Centro de Arte decidió mantener la división original organizada en tres secciones: la primera incluye diferentes soportes bidimensionales como cuadros, posters, libros, publicaciones y catálogos; la segunda se centra en los poemas fónicos A manera de introducción a los Poems Sessions de Vigo; y la última exhibe la recreación de obras como Avioncitos de papel de Carlos Ginzburg, Diario sin fin de Jorge de Luján Guitierrez y Torre de Babel de Luis Pazos, todos ellos artistas platenses. 

En un contexto en el que las visitas presenciales han quedado suspendidas cabe destacar las diferentes estrategias puestas en juego por parte del Centro de Arte, entre las cuales se encuentra el lanzamiento de diversos videos, como es el caso de la transmisión inaugural de la exhibición con un recorrido por las salas bajo la guía de la curadora Julia Cisneros y el artista Luis Pazos, o el conversatorio entre el artista sonoro Alan Courtis y miembros del CAEV en el que se abordó la dimensión sonora de la exposición y sus alcances posteriores.

Pero los motivos de su revisión ¿son puramente historiográficos? ¿Cuánto de su espíritu resuena aún hoy? Limitar esta exposición y sus producciones a un suceso del pasado ya cerrado supone un reduccionismo respecto a la potencia que reside en su reactualización. En una contemporaneidad en la que la globalización y la hiperconectividad tecnológica supondría una comunicación más fluida, así como una expresión máxima de simultaneidad, nos encontramos con que forman parte más bien de un discurso aislado que de una realidad palpable. En vez de acercarnos pareciera alejarnos más. Sumado a un contexto donde nos vimos obligados a profundizar en la virtualidad y nos acostumbramos a ver a otrx pixelado, entrecortado o incluso escuchar sus mensajes de voz a una velocidad diferente perdiendo, cada vez más, todo rasgo humano, resulta difícil evitar pensar en las redes de comunicación tejidas en aquel entonces y que esta muestra pone de relieve. No sólo la reunión de la producción de tal cantidad de artistas puede pensarse meritorio de nuestra atención, sino también, el espíritu colaborativo presente en estas imágenes que lograban circular globalmente por medios como el correo, generan ruido y tensión con la actualidad. ¿Tendrá la espera y la paciencia algo que ver en esto? ¿Será que la impaciencia nos aleja de nuestro alrededor y esta muestra nos obliga a detenernos?

Pareciera también haber una intención por parte de Vigo de justificar, a través de una experimentación compartida internacionalmente, una novedad propia, nuestra, latinoamericana y argentina. Marcar un camino, dejar una impronta. De este modo, no se puede sortear una discusión histórica y aún sin saldar, que se ubica a gran escala entre lo global y lo local, lo latinoamericano y la tradición europea, pero que en una escala menor, se puede visualizar entre La Plata y la Ciudad de Buenos Aires. En este sentido, resulta relevante la realización de esta exhibición en una institución ubicada en la ciudad de la cual varios de sus artistas participantes son oriundxs. Se podría decir, también, que es en la ciudad de La Plata donde la exploración sobre los límites de la palabra escrita pareciera haberse dado en mayor medida, o al menos con su propia impronta. La revista Diagonal cero, dirigida por Vigo, se puede pensar como un ejemplo de esta afirmación. Con 28 números publicados entre 1962 y 1968 y con la colaboración de más de cien artistas, entre los cuales se encuentran nuevamente los platenses Luis Pazos, Jorge de Luján Gutierrez y Carlos Guinzburg, logró captar la atención no sólo de Romero Brest sino también de otrxs crítcxs de arte que pudieron, finalmente, dirigir su mirada hacia la ciudad. 

¿Acaso no son elementos suficientes para repensar nuestra actualidad? Reflexionar acerca de qué sucede hoy con el arte, sus artistas y sus espacios de circulación. ¿Cuánto de la tensión entre centro y periferia sigue aún presente? ¿No se siguen reproduciendo divisiones disciplinares en los espacios a pesar de ser una discusión que pareciera saldada? Buscar repensar los límites desprejuiciadamente como estxs artistas lo hicieron, aceptarlos y jugar con ellos, abordarlos como categorías cambiantes, espacios de encuentros y desencuentros, es motivación suficiente para volver hoy a aquello no tan nuevo pero igualmente novedoso.

 

Vistas de la exposición Novísima 50+(1)+1: miradas sobre poesía experimental, Centro de Arte de la Universidad Nacional de La Plata, mayo de 2021. Organizada junto con Centro de Arte Experimental Vigo. Fotos: Amparo Fernández