Resumen
Un automóvil eléctrico, con características de equipamiento y prestación equivalentes a la de un modelo similar de combustión interna, debería estar dotado de un sistema de baterías cuyo peso hoy excedería los 3000 kg. El fuerte impacto que esto implica sobre la estructura y performance del vehículo ha forzado a la mayoría de las automotrices a optar por disminuir drásticamente ese valor a expensas de sacrificar autonomía. Nos proponemos evaluar las distintas alternativas de recarga del sistema acumulador de energía de estos automóviles, minimizando el tiempo de detención. Además, propondremos analizar otras fuentes de suministro de energía, y evaluar los diferentes métodos existentes de carga, con sus respectivos beneficios, incorporando inventivas que consideramos aún no han sido implementadas y pueden impactar notoriamente en el tiempo y rendimiento energético que requiere la carga de estos vehículos.