Abstract
Existe la noción de que en la industria del software lo que cambia es la tecnología: hardware, dispositivos, software de base, lenguajes y herramientas. Sin embargo, también vienen cambiando, desde hace décadas, los paradigmas, la organización de los equipos de trabajo, los roles en los mismos, la manera de entregar el producto y la forma en que se gestiona el desarrollo. En este artículo exploramos cómo se ha ido abandonando el modelo de desarrollo propio de las industrias manufactureras, utilizado en la industria del software durante mucho tiempo. En ese modelo, un producto se concibe, se construye y llega a los clientes a través de una serie de pasos que se realizan en forma sucesiva, en los cuales trabajan roles diferentes, incluso con intereses contrapuestos. Hoy se ha pasado a un modelo en que las distintas actividades se desarrollan de manera simultánea, con equipos plurifuncionales, mientras que el producto se entrega de manera incremental y continua, con los clientes y usuarios trabajando codo a codo con los desarrolladores a lo largo de todo el proceso. También analizamos por qué ocurre esto, qué impacto tiene en la forma de trabajo y presentamos evidencia de que esta evolución implica una mejora.