Resumen
En las últimas décadas, la gestión urbana ha sido conducida bajo un modelo de gobernanza que tiene como estrategia prioritaria la articulación público-privada. Los instrumentos para esta articulación se difundieron como herramientas que permiten obtener fondos y lograr mayor autonomía local, asociados a una mejor y mayor redistribución de cargas y beneficios urbanos.
Sin embargo, los estudios empíricos demuestran que en su aplicación han resultado funcionales a la mercantilización del suelo y la vivienda a favor de los intereses del sector constructivo-inmobiliario; y que los resultados de su aplicación están condicionados por una serie de factores. En función de la influencia y la combinación de éstos, la articulación público-privada adquiere alcances y resultados diferentes.
Este artículo indaga, a partir de variables surgidas de estudios previos en distintas localidades del país, bajo qué condiciones y capacidades los municipios llevan adelante estos procesos de articulación público-privada y qué tendencias de urbanización consolidan. Los resultados constituyen aportes metodológicos al estudio crítico de los mismos y un insumo para el diseño e implementación de este tipo de instrumentos a nivel local.