CIUDADANÍAS. REVISTA DE POLÍTICAS SOCIALES URBANAS 6. PRIMER SEMESTRE 2020

Dosier: Fracturas en el mercado de trabajo y políticas sociales. Relaciones en discusión dentro de las sociedades contemporáneas

Coordinador del dosier: Diego Masello

El trabajo, como tema, tiene un lugar fundamental en el universo de las políticas sociales puesto que en nuestras sociedades el sostenimiento material de los sujetos está atravesado por su capacidad para poder vender su fuerza de trabajo y, desde otro plano, esta capacidad se ve habilitada o restringida por las condiciones que se despliegan desde la estructura social y productiva de una comunidad particular.

Pero, además, el trabajo como actividad, el hecho de trabajar, implica para las personas forjar diferentes tipos de identidades y de vínculos que trascienden la dimensión de lo material o de la subsistencia. Su desarrollo involucra, muchas veces, tradiciones a través de las generaciones; se vincula con el aprendizaje de una multiplicidad de oficios que no sólo tienen la utilidad de permitir “ganarse la vida”, los sujetos también desarrollan un afecto por aquello que hacen, por lo que producen. Del mismo modo funciona lo vocacional para los que tienen la ventaja de ejercer profesiones estimuladas desde ese lugar.

Asimismo, el trabajo significa, en general, compartir un espacio común con otros, socializar con compañeros y compañeras que, de algún modo, se encuentran en una situación similar. Entonces el trabajo es mucho más que la mera acción de trabajar, que la actividad propiamente dicha. En contraposición, en una sociedad capitalista, el no poder trabajar, la pérdida del trabajo, nos pone de inmediato en un lugar de la falta, de cierta vulnerabilidad. El Estado y las políticas sociales han desarrollado, en ese sentido, una cantidad diversa de acciones para contener y reinsertar a aquellos y aquellas que están en esa situación, en sus diversas manifestaciones.

Con lo cual, si aceptamos que el empleo funciona como un importante eje articulador de la sociedad, tenemos que asumir también que es uno de los principales objetos de las múltiples intervenciones que componen el campo de la política social.

En la actualidad, desde México a la Argentina, se registran problemas de empleo que van más allá de la desocupación. Dentro del propio universo de los ocupados, los problemas se inscriben en la importante heterogeneidad entre los trabajadores y las trabajadoras en dicha situación. Por un lado, existe un conjunto de ocupados en puestos registrados que aportan a la seguridad social, modernos, generalmente de calificación media o alta que tienen un estándar de productividad media, con mejores ingresos y beneficios asociados al puesto de trabajo. Por otra parte, hay un sector que en su mayoría se auto-ocupa en actividades de baja calificación y productividad, que por lo general no está registrado y no cuenta con ningún tipo de seguridad social. Si bien en cada uno de los países de la región este fenómeno adquiere formas particulares, estamos en condiciones de afirmar que se trata de un problema que atraviesa, de una u otra forma, a las sociedades latinoamericanas.

Abordar este problema desde las políticas sociales implica un fuerte desafío, ya que estas fracturas han impactado con especial relevancia en la esfera de la seguridad social, así como en la de los derechos relacionados con la inserción laboral de las personas. En ese escenario, si por un lado las políticas generales de empleo, aquellas que se vinculan con decisiones macroeconómicas y macrosociales, proporcionan un contexto que puede ser habilitante o restrictivo para el trabajo, no tienen una incidencia directa sobre el fenómeno que acabamos de describir; otras acciones, vinculadas a la normativa laboral y a las instituciones que regulan las relaciones laborales, sí inciden sobre el problema de las fracturas, de un modo general. No obstante, esta misma generalidad implica a la vez que su efectividad sea parcial. Por ejemplo, los mecanismos de inspección laboral o el mantenimiento de la negociación colectiva son herramientas que han demostrado ser más eficientes dentro de los segmentos más dinámicos, pero su alcance ha sido muy limitado dentro de los segmentos excluidos de cualquier tipo de protección o sobre los sectores a los que no les llegan los mecanismos redistributivos de la seguridad social.

¿Cuál es la posibilidad, desde las políticas sociales, de intervenir en estas fracturas? ¿Cómo afrontar desde el campo de las políticas sociales los desafíos que presentan estos fenómenos que atraviesan el mercado de trabajo? ¿Cómo analizar los alcances, los diseños, sus implementaciones, los actores involucrados y las posibilidades futuras de las políticas en relación con las tensiones del mundo del trabajo? Esta nueva convocatoria de artículos de Ciudadanías invita a compartir estudios en torno al trabajo informal, la formación profesional, las políticas sociales y las políticas para el mercado de trabajo, como un modo de propiciar el análisis y el debate.

La convocatoria no se restringe necesariamente a estos ejes sino que está abierta, también, a contribuciones que aborden la relación entre las políticas sociales y el mundo del trabajo desde otras posibles dimensiones. En virtud de las colaboraciones, los artículos que resulten aprobados en el proceso de evaluación podrán ser agrupados en ejes temáticos dentro del dosier.

Fecha límite para la presentación de artículos: 1 de noviembre de 2019