Resumen
El presente análisis centra su atención en la narrativa Yo nunca te prometí la eternidad escrita por Tununa Mercado y publicada en el año 2005, merecedora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz (2007). Esta obra se encuentra entrelazada con En estado de memoria (1990), libro en el que Tununa reúne una serie de relatos que condensan su experiencia exiliar en México. Como indica Adriana Bocchino[1] la escritura de exilio apunta a un texto que “no responde al «estar escrito fuera» sino más bien a una «experiencia de exilio», a una «experiencia del estar fuera», convirtiéndose en condición de esa escritura”.
Yo nunca te prometí la eternidad se teje a través de testimonios, cartas y diarios que responden a múltiples derroteros atravesados por los y las protagonistas. Se presenta un cronotopo siempre desplazado, diseminado; eclosión y explosión de espacios y tiempos que se hacen y deshacen al ritmo ininterrumpido de la escritura. Las numerosas voces narrativas se evocan y refugian mutuamente a medida que se pierden en el boscoso proceso memorial; sus melodías se entrecortan ante sus extravíos en un "tiempo de frontera"[2], un tiempo que (des)articula el relato y traza líneas que, como nervaduras, revelan a contraluz los silencios que “prometen” alcanzar un destino.
El relato de Mercado se presenta como un exilio discursivo donde nadie, nada, ni las propias palabras vuelven a ser lo que eran a medida que se excluyen, de modo persistente, unas a otras.
[1] Adriana Bocchino, “Las lenguas del exilio en Yo nunca te prometí la eternidad” [En línea]. X Jornadas Nacionales de Literatura Comparada, 17 al 20 de agosto de 2011, p. 98. En Memoria Académica. Disponible en: https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.2395/ev.2395.pdf.
[2] Tununa Mercado, Yo nunca te prometí la eternidad, Buenos Aires, Booket, 2013.
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